Saúl fue el primero en despertar, al observar a Linda, dormir pudo apreciar que bien había hecho su madre al darle aquel nombre, aunque no era solo una mujer linda, pero no se imaginaba que alguien llevase por nombre "LINDA MUJER SEXY, AÚN CUANDO LLORA", pudo comprender por qué un abogado con tanto prestigio y buen nombre se atrevió a apostarlo todo por ella, aquella mujer atravesaba quizás la época más difícil de su vida, era evidente que adoraba a su sobrino y estaba muy afectada por su pérdida, quizás, nada podría jamás reponerle la terrible perdida que sufría.
Sin siquiera pensarlo Linda Castillo abrió los ojos y le miró confundida.
-No se asuste, anoche estuvo usted muy alterada, tuve que quedarme para que pudiera descansar.
-Tenía esperanzas de que fuese un mal sueño, le agradezco mucho que se quedara detective, lamento causar tantos problemas. – la miró directamente a los ojos.
-No son problemas lo que me ocasiona – dijo sin pensarlo hechizado por el
Caminó hasta llegar a casa del detective, observó que había un coche estacionado, era el auto de Saúl. Entró a la vivienda, al ingresar a la sala se consiguió con que el colgaba su móvil, al mirarla dejó escapas un suspiro de alivio.-¡Señorita Castillo!-Detective.-¿Dónde ha estado?, tengo a toda la división de homicidio buscándola.-Lo siento, necesitaba salir.-¿Necesitaba salir?, ¿Acaso no entendió cuando dije que está en peligro de muerte y que no debía salir de la casa?-Si lo entendí pero necesitaba salir.-¡Maldición! – gimió de frustración tomó su móvil y marcó un numero luego esperó- Rubén llama a todas las patrullas, la señorita Castillo apareció, gracias.- se giró nuevamente hacia ella- ¿Dónde estaba?-Qué le importa, ¿quién se cree? – gritó.-Me creo el responsable de su vida, sólo eso – respondió en voz autoritaria y ella comenzó a llorar.-Lo siento. . . fui a ver a Marcus.-¿Cómo? ¿Por qué hizo eso, n
-Estás segura que quieres hacer esto?.-Segura, quiero escuchar mientras lo interrogas.-No puedes estar presente.-Por favor, Saúl- lo miró a los ojos fijamente, él supo que no podría negarle lo que le pedía-Te pondré en una habitación paralela con una cámara y un micrófono, podrás ver lo que sucede.-Gracias – Ya en aquel cuartico Saúl la presentó con una oficial que allí se encontraba.-Buenas tardes, detective Morgan.-Buenas tardes Suarez, la señorita se quedará aquí y observará el interrogatorio.-Sí señor. – Saúl se giró hacia ella.-Por favor no salgas, yo estaré en la habitación del lado.-Gracias.-Siéntese aquí, señorita - el oficial le indicó una silla cuando Saúl se fue.-Muchas gracias.A través de un televisor observó que Saúl entraba a la habitación en
Unos minutos después Saúl entraba en la habitación y la miraba fijamente.-Suarez, déjanos solos un momento.-Sí señor. – y sin más se marchó, él se acercó a ella y le tomó una mano, pudo sentir que estaba helada.-¿Has escuchado todo?-Sí, ¿tú qué opinas de ellos Saúl?-Que ambos tienen una actitud muy extraña, si de algo estoy seguro es de que están ocultando algo.-¿Crees que uno de ellos lo mató?-Es lo más probable - silenciosas lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Linda, él la observó y sintió tanta pena que quiso abrasarla y brindarle el apoyo necesario, no tuvo voluntad de reprimirse así que la tomó de los hombros y tiró hacia él, su cuerpo la recibió, contento de poder brindarle algo de calor en medio de aquella oscuridad tan fría.-Gracias por todo lo que haces por mi Saúl.-Ahora vayamos a ver a tu familia.
Linda detuvo el auto frente a la casa de Saúl, sin decir nada bajaron en silencio, Linda desconecto el sistema de seguridad y entraron a la casa. Ya en la sala y se sentaron todos cómodos Linda preguntó.-¿Quieren algo de beber?-No- respondieron al unísono-Queremos saber ¿qué ocurre Linda? ¿Por qué estás aquí y no en tu departamento?-Porque. . . – miró fijamente a Linda y con ojos cargados de lágrimas dijo- porque fue allí donde asesinaron a Fede.-Seguimos sin entender por qué te has venido a la casa de un policía.-Estoy bajo un programa de protección, quien asesinó a Fede me dejó una nota de advertencia explicando que no querían asesinarlo, él solo pagó las consecuencias de que yo no estuviera en casa, la nota decía que yo sería la siguiente.-¡Santo Dios!- gimió su madre- debes venir con nosotros a España.-No madre, la policía me protege,
Saúl llegó a casa, le extrañó conseguir todo a oscuras, ¿Dónde estaba Linda? ¿Había salido nuevamente sin él? Rogó porque no fuese eso, rogó porque ella se hubiese quedado en casa. Nada más cruzar el umbral de la puerta principal escuchó un extraño sonido que lo puso en estado de alerta, sin esperar ni un minuto más se llevó ambas manos a la cintura y desenfundó su armamento, dirigiéndose al sitio de dónde provenía el sonido.No abrió la boca para no alertar al intruso que emitía aquellos sonidos, se extrañó al sentir que una gota de sudor resbalaba de su frente y supo que no era miedo por él, hacía muchos años que dejó de temerle a la muerte y a lo que pudiera sucederle, su miedo provenía de sentir que Linda estuviera en peligro y no pudiera ayudarla. Cruzo a la derecha apuntando con su arma en medio de la oscuridad, entonces fue cuando se dio cuenta de que aquellos extraños sonidos eran gemidos, su corazón se detuvo ante la escena que encontró.
Los días que transcurrían, rápidamente se convirtieron en semanas y luego en meses. . . ¡Dos meses habían transcurrido desde que perdiera a Fede!. Ella no había vuelto a su apartamento, Saúl había ido por ella, y había traídos varias maletas que contenían sus cosas.Marcus no paraba de buscarla, y eso la desesperaba, no quería verlo, no quería oírlo, solo quería que el desapareciera de su vida, poder reponerse a esos ocho años en los que vivió a la sombra de otra mujer, le pidió de muchas maneras que no se acercara a ella, pero él hacía caso omiso a sus peticiones.Se sentía desfallecer con cada día que pasaba sin que tuviera una respuesta, perder un familiar en circunstancias normales ya era bastante malo, pero que te lo arrebataran mediante la violencia era plenamente desgarrador, el vacío no lo llena nada, las lágrimas nunca son suficientes, las noches son eternas y muestra de ello era que continuamente sus noches eran interrumpi
Saúl llegó a la casa y todo estaba en extremo silencio, pero un rico olor inundaba todo su hogar, señal indudable de que Linda estaba en la cocina. Dejó el bolso que traía en las manos sobre el sofá y caminó sigiloso hacia el lugar de donde provenía aquel majestuoso olor, sin duda aquel podría ser el manjar de los dioses. Y después de pasar todo el día en la oficina, y sin probar almuerzo, sosteniéndose solo por la cafeína lo que más deseaba era llegar a casa disfrutar de la ricas cenas que ella le preparaba y poder contar con su compañía y quizás, si aquella noche era atormentada por alguna pesadilla, se metería bajo las sabanas con ella y la estrecharía contra su pecho mientras la observaba dormir.La consiguió concentrada en la preparación de la comida, ella estaba de puntillas intentando alcanzar una vajilla que estaba muy por encima de su estatura, sin pensarlo se acercó a ella y estiró la mano alcanzando el objetivo. La sintió sobresaltarse y le susur
Gracias a Dios Linda pudo rescatar la cena a tiempo, antes de que todo se convirtiera en un completo desastre, se ruborizó al pensar en cómo había estado minutos antes con Saúl, él le atraía muchísimo, y ¿para qué negarlo? Despertaba sentimientos dentro de ella. . . sentimientos que la asustaban. Él se ofreció a poner la mesa y ella se lo agradeció, antes de salir de la cocina, la abrazó, se inclinó un poco y depositó un beso en su cabeza.Después de cenar se fueron a la sala, cada uno con una copa de vino, tomaron asiento en el sofá uno junto al otro. Cuando acabaron sus copas Saúl subió los pies al mueble y tomó a Linda, la puso de espalas a él y la recostó sobre su pecho, ella se dejó hacer, y sonrió cuando sus brazos le rodearon la cintura.Quizás él fuese más de lo que ella merecía, pero ¡¿cómo negarse ante su cariño?!,con él se sentía realmente bien, querida y protegida. Él la besó en la cabeza y susurró.-Te quiero Linda.-Saúl. . .-No me