Terminé de correrme, después de tocarme durante unos minutos, pensando en ese tipo que hacía mis piernas temblar, tras un pulso entre mi cuerpo en llamas y mi mente, que se negaba a pensar en ese idiota después de lo que había sucedido.
Saqué la mano de mis bragas y me tumbé sobre el lado izquierdo de mi cuerpo, pensando en la última vez que dejé que él tocase mi cuerpo de esa forma. Apreté los ojos, horrorizada, en cuanto volví a ver a esa pelirroja en mi mente.
A él le gustaban las mujeres pelirrojas. Su ex novia tenía ese tono de cabello, y Macarena también. Entonces… ¿qué demonios vio en mí?
No vio nada, Luisa, él sólo quería acostarse contigo. Y lo consiguió, fuiste tan idiota que confiaste en él.
Me levanté de la cama, antes de que aquello hubiese podido conmigo,
Narrado por Miguel.¡Joder! ¡Joder! ¡Joder!Lo había vuelto a estropear todo con ella, por no poder mantener la polla dentro de los pantalones, por querer olvidarme de mis putos problemas por una noche. Lo supe en cuanto ella pronunció esas palabras, que no podía aferrarme a lo que sentía, no sin hacerle daño. Así que renunciaría a nuestra amistad, a nuestra cercanía, sin con ello podía protegerla de mí mismo.Tío – me detuvo el brazo fuerte de David, antes de que hubiese abandonado la feria - ¿dónde coño vas? Acabo de llegar y … - la mirada que le eché le indicó que no estaba siendo un buen día - ¿qué coño ha pasado? – negué con la cabeza, en señal de que no quería hablar de ello - ¿ha sido por Catalina? – no
La vuelta de Juanjo me sorprendió bastante, pero no me tragué en lo absoluto sus falsas disculpas, porque sabía perfectamente cómo era él. Dejé que me invitase a un baile, y le partí la cara cuando intentó sobarme, marchándome después a llevar a mamá a casa, que había cogido una borrachera importante.Le di una ducha refrescante y la recosté en la cama, y justo cuando caminaba con sigilo por el pasillo hacia mi habitación, buscando no despertarla, escuché la puerta, incluso le hice una señal a mi hermano para que bajase el volumen, sonrió y me acompañó a mi habitación.¿Te has creído al fantasma del Juanjo? – su pregunta me sorprendió bastante, sobre todo porque él no solía meterse en mis mierdas.¿Me has visto cara de idiota? &nda
Narrado por Miguel.Volví a hacer llorar a esa chica, con mis putas exigencias. ¿Por qué no podía haberme quedado callado? ¿Por qué no pude conformarme con las palabras de David cuando me contó que ella no iba a caer en los juegos de Juanjo? ¿Por qué necesitaba descubrir por mí mismo sus sentimientos hacia él?Joder.Ella tenía razón en cada puta palabra. Yo no era nada para ella. Entonces … ¿por qué cojones me comportaba como si lo fuese?Giró sobre sus talones, marchándose del local, mientras yo me quedaba allí, como un maldito subnormal.Era la primera vez en toda mi puta vida que quería retirarme antes de empezar, que me aterraba dañar a la persona que… Ni siquiera podía decirlo en voz alta, no podía reconocérmelo a mí mismo, que sin d
Una oportunidad laboral no es algo que se dé todos los días, más después de haberlo pasado tan mal en la vida, de no haber podido trabajar de lo que había estudiado durante mucho tiempo, al fin parecía que tendría oportunidad de mostrar mi valía.Habían pasado seis meses, duros y difíciles. Lo cierto es que… cuando él se fue… mi vida se convirtió en un infierno. Me evadía en ocupar mi mente de miles de quehaceres, para evitar pensar, y terminaba bebiendo en cualquier bar, junto a Macarena.Después de mucho tiempo buscando una oportunidad laboral como aquella… allí estaba, frente a aquel instituto de pago, en la localidad de Badalona.Para el puesto vacante no se necesitaba saber catalán, sólo inglés, dado que daría toda la clase en este idioma, como si fuese nativa, y era genial. Siempre ador&eacu
Narrado por Miguel.Me quedé estático sin poder reaccionar durante un par de minutos, cuando lo hice, ya era tarde, ella ya se había marchado, ni siquiera me sirvió salir fuera a buscarla.¡Joder!¿Cuántas más oportunidades iba a desaprovechar?Saqué el teléfono y busqué su teléfono. Lo había borrado, joder. Lo hice hace unos meses después de volverme loco, cuando me emborraché como una cuba, y estuve a punto de llamarla.¿Qué haces ahí parado como un pasmarote? – preguntó mi hermana, mirando alrededor, esperando encontrar algo que estuviese mirando allí afuera - ¿quién era la chica de hace un momento?Ahora no – contesté, molesto, pagando mi malestar con ella – no soy una buena compañía esta noche, as&i
Me senté de nuevo en mi sitio, después de haber ido al baño de mujeres, intentando volver a la normalidad, mirando hacia Macarena, que devoraba su platillo.Tenía pensado borrar esa porquería de aplicación, no esperaba encontrar el amor en ninguna aplicación, ni en ninguna parte. De momento… estaba bien cómo estaba.Encontrarme de nuevo con Miguel no era algo bueno para mí, pero estaba dispuesta a fingir que nada me afectaba, si con eso podía conseguir un poco de paz.Retomando la conversación del otro día… - escuché que decía mi amiga - ¿a qué no sabes quién es mi jefe? – me encogí de hombros, mirándola con atención, picando unas patatas de mi hamburguesa de buey - ¡Miguel! – me atraganté, y comencé a toser, sofocada – Si incluso nos besamos en su despa
Narrado por Miguel.Ni siquiera quería despertar de aquel perfecto sueño, de la forma en la que nuestros labios encajaban, de cómo me sentía con sus besos, de la sensación que me embriagaba cada vez que entraba en su interior, de cómo su cuerpo se erizaba con mi toque, del hermoso sonido que hacían sus cuerdas vocales cuando la poseía de esa forma, del calor que rodeaba la escena, el sudor, el silencio de la noche, el temblor de la cama debajo de ella.Sin tan siquiera haber pronunciado palabra entré en su casa, ignoré sus suplicas y advertencias, y terminé convirtiéndome de nuevo en dueño y señor de su cuerpo, de ese que había añorado cada día, desde hacía meses. Ni siquiera quería pensar en qué sucedería después, cuando todo terminase entre nosotros.Su cuerpo estall&oa
Aún no podía creerme que me hubiesen cogido para el puesto, no cabía en mi de alegría, y por eso no quería pensar en lo que sucedió anoche entre Miguel y yo. En esa maldita enajenación mental, en … cómo pude permitirle que volviese a usarme. ¿Qué demonios pasó por mi mente para dejarle entrar de nuevo?No podía permitirme a mí misma volver a ilusionarme por un hombre, ya lo pasé demasiado mal con Juanjo, luego con Agustín, y más tarde con Miguel. Necesitaba poner distancias entre los dos.Anduve por aquel largo pasillo, hasta entrar en mi clase, saludando a mis alumnos en inglés, con una gran sonrisa. Me presenté como su nueva profesora, y entonces empecé la clase. Era agradable, el trabajo, hablar inglés por horas, volver a sentir esa adrenalina cada vez que enseñaba y ayudaba a los demás, era al