Narrado por Miguel.
Me vestía, frente al espejo, ante una divertida Catalina, después de haberme beneficiado de esa forma tan ruin a la que una vez estuvo a punto de ser mi esposa.
Me coloqué la chaqueta, agarré la cartera, el móvil y las llaves del coche, pero me detuve antes de haber abandonado la habitación de aquel hotel.
Narrado por Miguel.Reconozco que mis días en la ciudad, sin ella, fueron aburridos. Me la pelaba a diario, pensando en ella, y terminaba frustrado, bebiendo cerveza en la soledad de mi habitación, o en la barra de algún bar, añorándola.¿En qué momento esa mujer se me había metido tan hondo, que ni siquiera me había dado cuenta?El lunes me despedí de mi familia, en el aeropuerto, incluso de Cata que vino a despedirme, a hacerme promesas vacías y a darme explicaciones que no necesitaba. Esas explicaciones llegaban tarde, ya no necesitaba nada de lo que ella pudiese ofrecerme. En lo único que podía pensar era en mi regreso, en volver a ver su bonito rostro, en las cosas que iba a decirle para que ella me perdonase, para volver a recuperarla, porque la necesitaba, ya fuese como amiga o cómo cualquier otra cosa.El trasbo
Narrado por Miguel.Fue un día productivo, ayudé a montar una feria de la nada, y aunque aún no estaba terminada, me sentía realizado después de ayudar a otros. Fue raro, yo de normal no solía hacer ese tipo de cosas. Tuve la suerte de nacer en una familia adinerada, nunca me faltó nada, y ese tipo de cosas, las solían hacer otros, por mí.Metí las manos en mis bolsillos, y me prepararé para seguir a Mario hacia su coche, cuando me fijé en dos chicas que discutían junto a los aparcamientos…Te dije que me gustaba, que era mío, joder, Luisa – espetaba Macarena – ¿y no se te ocurrió una idea mejor de ayudarle a conseguirlo que acostarte con él?Yo no… - Macarena le cruzó la cara antes de que su amiga hubiese dicho nada más.
Terminé de correrme, después de tocarme durante unos minutos, pensando en ese tipo que hacía mis piernas temblar, tras un pulso entre mi cuerpo en llamas y mi mente, que se negaba a pensar en ese idiota después de lo que había sucedido.Saqué la mano de mis bragas y me tumbé sobre el lado izquierdo de mi cuerpo, pensando en la última vez que dejé que él tocase mi cuerpo de esa forma. Apreté los ojos, horrorizada, en cuanto volví a ver a esa pelirroja en mi mente.A él le gustaban las mujeres pelirrojas. Su ex novia tenía ese tono de cabello, y Macarena también. Entonces… ¿qué demonios vio en mí?No vio nada, Luisa, él sólo quería acostarse contigo. Y lo consiguió, fuiste tan idiota que confiaste en él.Me levanté de la cama, antes de que aquello hubiese podido conmigo,
Narrado por Miguel.¡Joder! ¡Joder! ¡Joder!Lo había vuelto a estropear todo con ella, por no poder mantener la polla dentro de los pantalones, por querer olvidarme de mis putos problemas por una noche. Lo supe en cuanto ella pronunció esas palabras, que no podía aferrarme a lo que sentía, no sin hacerle daño. Así que renunciaría a nuestra amistad, a nuestra cercanía, sin con ello podía protegerla de mí mismo.Tío – me detuvo el brazo fuerte de David, antes de que hubiese abandonado la feria - ¿dónde coño vas? Acabo de llegar y … - la mirada que le eché le indicó que no estaba siendo un buen día - ¿qué coño ha pasado? – negué con la cabeza, en señal de que no quería hablar de ello - ¿ha sido por Catalina? – no
La vuelta de Juanjo me sorprendió bastante, pero no me tragué en lo absoluto sus falsas disculpas, porque sabía perfectamente cómo era él. Dejé que me invitase a un baile, y le partí la cara cuando intentó sobarme, marchándome después a llevar a mamá a casa, que había cogido una borrachera importante.Le di una ducha refrescante y la recosté en la cama, y justo cuando caminaba con sigilo por el pasillo hacia mi habitación, buscando no despertarla, escuché la puerta, incluso le hice una señal a mi hermano para que bajase el volumen, sonrió y me acompañó a mi habitación.¿Te has creído al fantasma del Juanjo? – su pregunta me sorprendió bastante, sobre todo porque él no solía meterse en mis mierdas.¿Me has visto cara de idiota? &nda
Narrado por Miguel.Volví a hacer llorar a esa chica, con mis putas exigencias. ¿Por qué no podía haberme quedado callado? ¿Por qué no pude conformarme con las palabras de David cuando me contó que ella no iba a caer en los juegos de Juanjo? ¿Por qué necesitaba descubrir por mí mismo sus sentimientos hacia él?Joder.Ella tenía razón en cada puta palabra. Yo no era nada para ella. Entonces … ¿por qué cojones me comportaba como si lo fuese?Giró sobre sus talones, marchándose del local, mientras yo me quedaba allí, como un maldito subnormal.Era la primera vez en toda mi puta vida que quería retirarme antes de empezar, que me aterraba dañar a la persona que… Ni siquiera podía decirlo en voz alta, no podía reconocérmelo a mí mismo, que sin d
Una oportunidad laboral no es algo que se dé todos los días, más después de haberlo pasado tan mal en la vida, de no haber podido trabajar de lo que había estudiado durante mucho tiempo, al fin parecía que tendría oportunidad de mostrar mi valía.Habían pasado seis meses, duros y difíciles. Lo cierto es que… cuando él se fue… mi vida se convirtió en un infierno. Me evadía en ocupar mi mente de miles de quehaceres, para evitar pensar, y terminaba bebiendo en cualquier bar, junto a Macarena.Después de mucho tiempo buscando una oportunidad laboral como aquella… allí estaba, frente a aquel instituto de pago, en la localidad de Badalona.Para el puesto vacante no se necesitaba saber catalán, sólo inglés, dado que daría toda la clase en este idioma, como si fuese nativa, y era genial. Siempre ador&eacu
Narrado por Miguel.Me quedé estático sin poder reaccionar durante un par de minutos, cuando lo hice, ya era tarde, ella ya se había marchado, ni siquiera me sirvió salir fuera a buscarla.¡Joder!¿Cuántas más oportunidades iba a desaprovechar?Saqué el teléfono y busqué su teléfono. Lo había borrado, joder. Lo hice hace unos meses después de volverme loco, cuando me emborraché como una cuba, y estuve a punto de llamarla.¿Qué haces ahí parado como un pasmarote? – preguntó mi hermana, mirando alrededor, esperando encontrar algo que estuviese mirando allí afuera - ¿quién era la chica de hace un momento?Ahora no – contesté, molesto, pagando mi malestar con ella – no soy una buena compañía esta noche, as&i