Los ojos verdes de la rubia, estaba completamente abiertos, al ver justamente a aquella azabache frente a ella, con esas sonrisa tan suya, en lo que dio varios pasos hacia atrás con algo de temor, pero aun demostrando que ella no le temía, no del todo
--vate... que bueno que estés despierta, ya era hora que llegaras a ayudar a tu reina... tu verdadera reina...--vate dio una sonrisa de burla hacia aquella, mientras que alzó un ceja con diversión, en lo que el Jinsen quien aún se encontraba algo aturdido aprovechó para acercarse a Lois quien aún seguía dormida
--no te molestes en despertarla un descendiente del viento... ella se encuentra despidiendo a su amado... estará un poco más allí...--las palabras de vate habían sorprendido a todos menos a Yoora, quien había notado que Lois se encontraba en el mundo de los místicos y por esa razón el había enviado
Verdes, sus ojos eran verdes, aquello Lois no lograba comprenderlo, no entendía por qué Yoora quien estaba aquella oscura mirada, ahora era de un hermoso verde tan apreciada a la de ahnaria, algo que Yoora logro comprender de inmediato, pues al parecer ya no era el rey de los Oscur, ahora lo era su hermana, por lo que ahora era como lo fue hace tanto tiempo--mi madre era una descendiente de la tierra, y mi padre el rey de los Oscur, cuando tomas el reino, tus ojos muestran tu verdadera energía oscura, según tus ojos, son tu poder... ya no soy el rey de los oscurianos, solo soy un brujo más de la oscuridad...--aquella explicación había sido bastante sorpresiva para Lois, quien observó a una hermosa mujer de cabello rubio y ojos completamente negros, luchado con todas sus fuerzas contra Alara, en lo que recordó que era aquella y aunque solo la había visto una vez despierta y luego postrada en una cama record
--los reinos de los lobos descendientes de los elementos damos el voto de aceptación...--los descendientes de la tierra damos el voto de aceptación--las brujas y hechiceros damos el voto de aceptación--los elfos damos el voto de aceptación--las hadas damos el voto de aceptación--los orcos damos el voto de aceptación--los vampiros damos nuestro voto de aceptación--las criaturas místicas dan su voto de aceptaciónUn gran rugido se escuchó en el lugar, en el que cada uno de ellos hacían el hincapié de las palabras dichas por ahnaria eran ciertas... algo que hizo que Vate, observara a la pelirroja allí presente, en aquel enorme trono de diamantes, quien se encontraba con un vestido que la hacía verse maravillosa, mientras una capa de color roja la cubría por los hombros, mientras que esperaba que aquella corona que el or&
en aquellos tétricos bosques, una pequeña lloraba por su madre, lloraba a gritos, pidiendo ayuda, pues su auto había sido atacado y sus protectores se habían quedado a luchar mientras ella lograba escapar, pero con lo que aquella niña de solo seis años no contaba es que se perdería, pero solo era un pequeña, una niña, que a pesar de su inmenso poder, no negaba que solo era un ser que no había vivido lo suficiente, sus mejillas estaban rojos y sus lágrimas no dejaban de salir, de sus bellos ojos azules, en el que sus sollozos eran los más lastimeros que nunca nadie jamás había escuchado, ella no imaginaba, que después de ir a visitar a su padre de crianza, los atacarían y que tendría que salir huyendo, pero en cuanto vio a esos horribles hombres de ojos color rojo, que los ataban a ella y a sus protectores, hizo lo que su madre siempre le decía. Y aquello era
-- ¡Qué esperas soo...! ¡Eres muy lenta… una de las gemelas Luzor, te pateara el trasero...! – el maestro de gimnasia miraba indignado aquella escena, mientras la azabache luchaba, con todas sus fuerzas contra aquella gemela malvada, que siempre le hacia la vida cuadritos, ella no se dejaría vencer tan fácilmente o al menos era lo que pensaba, pero aquella nefasta rubia no se dejaba vencer tan fácilmente, cada vez era más fuerte y llena de malicia, pero claro, era lo menos que podían hacer las gemelas si su meta final era ganarle a una de las espectadoras, que observaba la lucha entre las gradas realmente preocupada, por la azabache-- ¡Vamos soo tu puedes...! ¡Soo... Soo...! qué esperas… nana, grita conmigo… —la ninfa no podía creer lo que Lois le pedía, pues ella no gritaría como loca por Soo Jung, aquella chica de ojos pequeños se lo hab&iac
En la academia Vesperum, el gran líder de los alfas, futuro rey de los lobos de fuego, el monumental y perfecto Julen Fire, se encontraba arrinconado en uno de los pasillos del majestosos lugar, teniendo una muy buena conversación con una bella omega de cabellos negros, quien se restregar contra él, para poder obtener lo que tanto deseaba y aquello era tener aquella marca que demostrara que a pesar de que el hermoso y bien dotado príncipe del fuego se revolcara con todas aquellas omegas del lugar, ella estaba por encima de todas, ella sería la omega del líder y futuro rey del fuego, que nadie podría contra ella, aunque claro estaba que para el joven lobo, sus pensamientos no eran los mismos y es que no negaba que ella era hermosa, además de que era increíble en la cama y por no decir, como le ayudaba en los celos, pero el buscaba algo más, el buscaba con desespero a su
--¡mira nana... todo esta tan colorido...! y tiene un bello cartel que nos da la bienvenida... oh... que lindos, creo que estoy enamorada...--ahnaria, la observaba de manera neutra, mientras que Soo, se encontraba igual de emocionada que la pelirroja; y es que aquellas jóvenes brujas, deseaban aquello con sus vidas, pero la ninfa no las juzgaba, aunque para los ojos de todos ahnaria era una joven bruja más, la verdad era muy distinta, porque debido a su naturaleza dudaba que ella tendría aquel vinculo astral de que hablaban,. Ya que estaba vinculada a su reina desde el día que esta la despertó, y según ella sabía no era un vínculo como el que era creado por las brujas, ella sabía que su vida había quedado al servicio de su reina desde el principio, por lo cual ella solo estaba allí, para protegerla, como lo había hecho desde que ella tenía seis años.Aquello fue una noticia
Durante el camino Julen, no dejaba de llegarles miles de pensamientos en segundos, la verdad él se encontraba tan ansioso, nervioso y lleno de curiosidad, que los sentimientos lo abrumaban, de hecho hacia un gran esfuerzo porque su lobo no saliera a la luz, ya que aquello arruinaría todo y era lo último que deseaba, pero es que todo iba a ser nuevo desde ahora, no sabía que le depararía el futuro y no quería ser una decepción para su padre, el deseaba el trono del fuego, al igual que lo obtendrían sus amigos, incluyendo a su amigo Thae, que a pesar de que su hermano mayor se graduó hace algunos años anteriores, este decidió que quería ser el capitán del ejército y no deseaba el trono, dejándolo en manos de su hermano menor, la verdad era que Noam Vand hubiese sido un gran alfa rey, pero aquel decía que no era lo suyo, además de que enseñaba en la misma academ
Allí estaba ellos, ninguno decía una sola palabra nadie de hecho, aquel salón que hace unos minutos, estaba plagado de personas hablando, riendo y susurrando, ahora estaba en completo silencio, nadie sabía que decir, nadie sabía de qué podía hablar con aquellos nuevos amigos, que ahora pertenecían en alma, ahora ellos no sabían cómo hacer para romper el hielo y sacar una sola palabra, pero entonces se escucharon uno que otro hablando, presentándose, conociéndose los uno a los otros, mientras que Lois, no sabía que decir, ¿qué diría? ¿Un hola?, ¿y aquel si aquel chico vestido de negro, con chamarra de cuero, no era muy charlador? aquello la atemorizaba, no quería llevarse una mala impresión de su vinculado, mientras que Julen tampoco sabía qué hacer, no quería asustarla, ¿sería mala idea decirle que ademá