En la academia Vesperum, el gran líder de los alfas, futuro rey de los lobos de fuego, el monumental y perfecto Julen Fire, se encontraba arrinconado en uno de los pasillos del majestosos lugar, teniendo una muy buena conversación con una bella omega de cabellos negros, quien se restregar contra él, para poder obtener lo que tanto deseaba y aquello era tener aquella marca que demostrara que a pesar de que el hermoso y bien dotado príncipe del fuego se revolcara con todas aquellas omegas del lugar, ella estaba por encima de todas, ella sería la omega del líder y futuro rey del fuego, que nadie podría contra ella, aunque claro estaba que para el joven lobo, sus pensamientos no eran los mismos y es que no negaba que ella era hermosa, además de que era increíble en la cama y por
no decir, como le ayudaba en los celos, pero el buscaba algo más, el buscaba con desespero a su mate, su lobo se lo decía y él lo sabía, sabía que no podía hacer mucho cuando su lobo no estaba de acuerdo con algo, ya que ellos dos eran uno solo y por ende no podía hacer nada en su contra--Vamos Jul... vamos a mi habitación y divirtámonos...--aquella chica dijo aquellas palabras, de manera melosa y llena de sensualidad, algo realmente exquisito para sus oídos, sin mencionar su olor que aunque era un poco dulzón a él le gustaba, esa mescla de flores era agradable para su olfato, pero él quería algo más, el deseaba que algún olor lo volviera loco, como veía a muchos de sus amigos con solo sentir cerca de su mate, era algo envidiable a ciencia cierta, era una entera lástima que no tuviera la oportunidad de sentir aquello que tanto deseaba, que tendría que conformarse con simples olores agradables, y folladas sin sentidos, con omegas melosas que solo buscaban una marca con la única intención de ser llamadas reinas del fuego, pero él no le daría aquel vanaglorioso nombre a cualquiera, la única mujer, sea loba, vampira, bruja o incluso humana, a la que el permitiría que su pueblo llamara reina seria su pareja de vida, ella seria quien reinaría con él, sería su única compañía en aquel trono, ella sería la única que llevaría su marca y su olor impregnado, sin contar que le daría el futuro heredero del fuego, así que las intenciones de la chica se quedarían allí, solo en un sueño sin cumplir, como el de muchas otras
--Ya te dije que no... estoy esperando a los chicos, nos iremos a la Academia Mística y no puedo llegar tarde a la presentación, de aquello depende mi futuro, tengo que alinearme con un mago poderoso... y quiero estar temprano para la presentación, no quiero llegar tarde y ser el último vinculado y que tener al alguien débil a mi lado, por culpa de una follada--decir que no estaba nervioso, era poco, él sabía muy bien que no era de su decisión quien seria su compañero de vida, pero tenía fe que lo lograría, tenía fe en que los destinos le darían a alguien admirable, fuerte e invencible.
Su padre se había alineado, con uno de los mejores magos que él jamás llego a conocer. su nombre era Blair Blanqueur, mano derecha de la reina, quien nunca se ha llegado a dar a conocer, pero entre el brujo y compañero de su padre y la vinculada del padre de uno de sus mejores amigos, eran los brujos más poderosos en batalla, nunca había dudad de ello, al lograr estar de primera mano en una de sus batallas, algo que lo dejo fascinado, él deseaba aquello, él deseaba que su vínculo fuese como alguno de los brujos del aire o del fuego, obtener poder mágico ilimitado y gran fuerza, pero para aquello, tenía que hacer las cosas bien, debido a que sí deseaba reinar, tenía que hacer las cosas de la manera indicada, aquellas siempre eran las palabras de su padre
--Hey... te estábamos buscando, los chicos ya están el auto, ¿qué esperas...?--Harold, llego con una gran sonrisa que fue rápidamente cambiada, por un rostro lleno de asco, al notar el empalagoso olor de omega en celo, algo que deseo que no impregnara en su ropa, porque de ser así, su omega se enojaría mucho al sentir el olor de otra omega en celo sobre él—que asco ve a el ala de las omegas, o toma supresores, Jul… ¿qué esperas?, y antes de subir a nuestro auto te cambiaras—este dio medio vuelta para dirigirse a su auto, mientras que la omega hacia un rostro de fastidio hacia el castaño. Y principie de los lobos de la tierra, quien siempre demostraba su renuncia hacia ella y aquello la frustraba enormemente, debido a que estaba segura, que era gracias a los amigos de Julen que no obtenía lo que deseaba
--Lo siento bombón… hablaremos luego...—el alfa de fuego dijo aquello, dándole un casto beso a la chica, quien lo observaba sin podérselo creer lo que acaba de ocurrir, pues luego de ir aquella academia los de último año, estos no volverían más a su academia natal, debido a que la Academia Mística, era para que los estudiantes encontraran su vínculo astral y de allí, saldrían directamente a sus vidas, luego de ser entrenados como uno en la batalla, ella no tendría más oportunidades con el alfa Fire, aquello la enojaba demasiado, tanto que juraba que podía hacer una pataleta como una pequeña niña, pero solo se quedó allí, mientras observaba la enorme espalda del alfa desparecer en cada zancada hacia el aparcamiento
Julen llego al auto luego de cambiarse y se adentró al auto, en lo que noto como cuatro rostros con gestos variados entre fastidios y diversión lo observaban, Harold Terra, príncipe de los lobos de la tierra, Luft Jisen príncipe de los lobos del aire, Thae Vand
segundo príncipe de los lobos del agua, los cuales no podían negar una sola cosa y aquello era que el azabache no tenía remedio, algo que pudieron asegurar al notar aquella sonrisa divertida que este les había regalado, al notar sus expresiones. En ello se fue su viaje. En bromas sobre cualquier tema, principal mente en la extenuante vida del alfa de fuego, quienes su amigos de infancia alegaban que era prácticamente imposible, conocer toda la vida y una mujer en la misma oración de parte del hermoso azabache de ojos azules, no había duda en aquel instante que esa era una amistad de muchos años, aquellos amigos eran unidos gracias a sus padre y los padres por sus padres, era una alianza de siglos que había llegado a traspasar con la antigüedad, volviéndolos así inseparables y aunque los brujos se ingresaban a las familias, aquellos no separaban el lazo de hermandad, que creían era algo irrompibleAl llegar a la nombrada academia, quedaron más que impresionados era hermosa, Academia Mística, era creada, por brujos, vampiros sangre pura, y lobos, aquellos venían a su ultimo años y convivían juntos, todo con el fin de que los brujos estuvieran junto a su vinculado desde el principio, conocieran a la otra parte del mundo y pudieran hacer lo mejor por su vinculado, también en parte era para limar asperezas entre ellos y quitar aquel contesto que los tenían los humanos, que las razas no podían convivir juntas, algo que era una vil mentira, porque si había una guerra de millones de años, pero esa lucha no eran por
los que estudiaban allí, la lucha era con los demonios, los demonios, que se habían aliados con los Vasquer y Leoubus, quienes eran seres impuros y malignos, que deseaban como a nada ver el fin de los de sus especies y como se dice, el enemigo de mi enemigo es mi amigo, pues aquellos dejaron de lado sus luchas entre sí, formando asi la gran alianza de los destinos, un gran grupo en el que luchan y mueren juntos, desde hace muchos siglos, luego de que los seres místicos fueran dormidos, al haber llegado la muerte de la gran reina de todos, quedando solo ellos despiertos, sin saber la verdadera razónAl bajarse del auto había un enorme cartel que indicaba una bienvenida, aquel grupo de lobos se observaron entre sí, dándose una gran sonrisa de felicidad, al saber que al fin lo habían conseguido, en lo que notaban como muchos otros estudiantes se dirigían a la entrada, muchos ansiosos, otros realmente contestos, pero en total, todos eran nuevos en aquel lugar, la academia, era enorme y es que albergar a todas las razas de último año, era algo realmente sorprendente, ese sería su último año, tras nueve años que le toman a los lobos de entrenamiento era un verdadero logro de celebras, debido a que estos eran muy distintos a los estudios de los brujos, que solo consta de ocho años, y de los vampiros que consta de veinte años, al ser seres inmortales o algo parecido, aquello no era de importancia en aquel momento, de los que estaban completamente convencidos y ansiosos seria aquel año que tendría mucha emociones y que al terminar las cosas nunca volverían a ser iguales, y de aquello Julen estaba más que seguro, emocionado y ansioso, por fin seria el líder de su manada, por fin obtendría su vínculo astral y solo rogaba que aquel brujo con el que se vincularía ese día, no fuese alguien imprudente y poco serio, ya que para el aquello era la perdición, él lo deseaba todo y deseaba que todo saliera como él lo quería, no deseaba sorpresas, ya que en realidad odiaba las sorpresas, solo se guiaba de algo y aquello era lo que el ya conocía
--¡mira nana... todo esta tan colorido...! y tiene un bello cartel que nos da la bienvenida... oh... que lindos, creo que estoy enamorada...--ahnaria, la observaba de manera neutra, mientras que Soo, se encontraba igual de emocionada que la pelirroja; y es que aquellas jóvenes brujas, deseaban aquello con sus vidas, pero la ninfa no las juzgaba, aunque para los ojos de todos ahnaria era una joven bruja más, la verdad era muy distinta, porque debido a su naturaleza dudaba que ella tendría aquel vinculo astral de que hablaban,. Ya que estaba vinculada a su reina desde el día que esta la despertó, y según ella sabía no era un vínculo como el que era creado por las brujas, ella sabía que su vida había quedado al servicio de su reina desde el principio, por lo cual ella solo estaba allí, para protegerla, como lo había hecho desde que ella tenía seis años.Aquello fue una noticia
Durante el camino Julen, no dejaba de llegarles miles de pensamientos en segundos, la verdad él se encontraba tan ansioso, nervioso y lleno de curiosidad, que los sentimientos lo abrumaban, de hecho hacia un gran esfuerzo porque su lobo no saliera a la luz, ya que aquello arruinaría todo y era lo último que deseaba, pero es que todo iba a ser nuevo desde ahora, no sabía que le depararía el futuro y no quería ser una decepción para su padre, el deseaba el trono del fuego, al igual que lo obtendrían sus amigos, incluyendo a su amigo Thae, que a pesar de que su hermano mayor se graduó hace algunos años anteriores, este decidió que quería ser el capitán del ejército y no deseaba el trono, dejándolo en manos de su hermano menor, la verdad era que Noam Vand hubiese sido un gran alfa rey, pero aquel decía que no era lo suyo, además de que enseñaba en la misma academ
Allí estaba ellos, ninguno decía una sola palabra nadie de hecho, aquel salón que hace unos minutos, estaba plagado de personas hablando, riendo y susurrando, ahora estaba en completo silencio, nadie sabía que decir, nadie sabía de qué podía hablar con aquellos nuevos amigos, que ahora pertenecían en alma, ahora ellos no sabían cómo hacer para romper el hielo y sacar una sola palabra, pero entonces se escucharon uno que otro hablando, presentándose, conociéndose los uno a los otros, mientras que Lois, no sabía que decir, ¿qué diría? ¿Un hola?, ¿y aquel si aquel chico vestido de negro, con chamarra de cuero, no era muy charlador? aquello la atemorizaba, no quería llevarse una mala impresión de su vinculado, mientras que Julen tampoco sabía qué hacer, no quería asustarla, ¿sería mala idea decirle que ademá
Había llegado la hora de la cena, y mientras todos estaban sentados en el gran comedor, donde se encontraron los chicos y Lois, logro ver como a ahnaria y soo Jung tomaban asiento en una mesa diferente a los chicos, por lo que no dudo en separase de Julen, y acercarse a su amiga y su nana, quien se veía muy seria, mientras que soo se veía muy sonriente, algo muy normal en su amiga, Julen, sintió un gran vacío al notar que su bella mate, se alejaba de él, para ir a la mesa de sus amigas, pero no quería presionarla, solo llevaban unas horas de haberla encontrado y no deseaba que se sintiera presionada, noto a los chicos quienes lo observaban perspicazmente, y como algunos se veían tensos, mientras otros están más que rejados, así que decidió tomar asiento a su lado y saber que tal les había ido con sus vínculos