Rexon. Lluvia duerme tranquilamente en mi pecho, paso mi mano acariciando su cabeza, mi atención total está en escuchar los latidos de su corazón y su suave respiración, la adoro, no dejo de pensar en lo que paso en el baño, cada vez que las imágenes de su rostro y bello cuerpo llegan a mi cabeza un escalofrío recorre mi cuerpo, quería más, deseaba más, pero después de haberla hecho correrse dos veces se miraba exhausta y no estaba equivocado, después de lavar nuestros cuerpos con rapidez y salir de la ducha, ella quedó totalmente dormida, estábamos desnudos sobre la cama, ella arropada con varias cobijas al rededor parece que mi calor corporal no es suficiente para tenerla cómoda. Alguien toca la puerta, un gruñido molesto se forma en mi interior y mi mal humor se intensifica cuando el aroma de Kurt llega a mi nariz, estaba a punto de gritarle que se largara, pero eso despertaría a mi ricitos así que me detuve, con cuidado comencé a salir de la cama, hice a un lado su brazo, estaba
Lluvia. Cuando me desperté Rexon no estaba conmigo en la cama, a pesar de que estaba envuelta en varias cobijas la falta de la calidez del cuerpo de Rexon fue eminente y bueno estaba desnuda, me levanté y fui a buscar ropa, me duele todo el cuerpo, pero es un dolor hasta cierto punto agradable, no me quejo. Con rapidez voy al armario y agarro unas licras térmicas y me pongo los jeans encima, dos camisas de manga larga, y un suéter esponjoso color durazno, me pongo tres pares de calcetines después mis pantuflas y salgo de la habitación, me voy directo a la cocina, después de tantas sopas en estos días mi estómago comienza a exigir algo pesado. Todo esta en silencio y no veo nadie en casa, después investigaría, primero mi estómago, para mi sorpresa y mala suerte la cocina había sido saqueada, siempre conté con que pasara algo así... por eso tenía reservas, me pare en la barra con cuidado, hasta la parte de atrás del refrigerador había dejado una bolsa de harina, la tome y casi grito d
Miro el pequeño rastro de sangre con la cara agachada no me atrevo a mirar a Rexon a los ojos, esto es algo vergonzoso, pero el tono de alarma en su voz me obliga a levantar la cabeza. — ¡Lluvia! ¡Lluvia! ¡Por todos los cielos! ¿Estás bien? Te dije que esto no era buena idea... ¿Dónde te lastimaste? Se acerca de una manera torpe a donde yo estoy, estirando sus brazos para mantener el equilibrio en lo que resbala sus pies para avanzar por el lago congelado, apoyo mis manos detrás de mí y siento mis manos hundirse en la suavidad de la nieve, me apoyo en ellas y me hago para atrás sentándome en ella y dejando de estar sobre la helada nieve. — Estoy bien.- le digo a Rexon, cuando esta cerca de mí, se resbala y cae de boca en la nieve al lado de mí, me pongo a reír, pero no sigue mi humor, esta aún con esa preocupación en su rostro que no le permite nada más.— Estoy bien lobito, es solo mi periodo. — ¿Periodo? ¿Qué es eso? Seguro una de tus mentiras para que no me preocupe... ven acá.-
Rexon. Después del incidente con las toallas femeninas y que Lluvia explicara que no se iban a ir volando los 3 lobos quedaron como tontos, de Said y Kurt no me sorprende, pero de Dan... creo que me hubiera cuestionado la idea de que algo dentro de ese paquete tuviera alas para salir volando, pero mi querido Beta era tan inteligente e imbécil al mismo tiempo y dependía mucho de con quien se juntaba. Lluvia estaba cansada, eché a todos de la habitación después de quitarles las toallas, esperé a que ella se quedara dormida para salir de la habitación y buscar a Colier, tenía una plática pendiente con él. La manada de apoyo se había marchado, todo parecía estar bajo control así que la habitación que antes era de Lluvia quedaba vacía de nuevo, Colier se instaló en la habitación que era de Ali. Fui a buscarlo ahí, la puerta estaba entreabierta, Colier estaba sentado en la cama mirando una fotografía de Ali con unos cuantos lobos más, después de su exilio nadie se tomó la molestia de tir
Lluvia. Las siguientes horas de la madrugada fueron muy largas, la pastilla ayudo a reducir los cólicos menstruales, pero tenía dolor en la parte baja de la espalda, era algo común cuando me llegaba mi periodo, pero esta vez, se tornaron casi insoportables, sentía como si no tuviera piel en esa parte y el aire glasear golpeara directamente sobre mis huesos, lloré, lloré de dolor, no podía tomar más dosis de las pastillas necesarias, al final de cuentas Rexon terminó llamando a su abuela en la madrugada para preguntar que podría hacer. La abuela de Rexon le dijo que a lo que se pudo dar cuenta en el tiempo que estuvo aquí fue que yo era bastante friolenta y los dolores se podrían deber al clima, recomendó ponerme algo tibio en la parte del dolor para ver si pasaba. Rexon puso su mano sobre mi espalda baja mientras me abrazaba con fuerza, la piel cálida de su mano se sintió como una braza ardiente sobre mi piel congelada, se la pasó toda la madrugada en vela, cuidando mantener su mano
Llegamos al aeropuerto, los chicos se miran algo inquietos y podría decir que incómodos, no están acostumbrados a estar en lugares con tanta gente; nuestro grupo llama mucho la atención, no tengo idea si es porque es un grupo de varios chicos altos y físicamente atractivos o porque están vestidos con camisas de manga larga delgadas, sin abrigo o suéter a pesar de estar nevando. Solo viajaríamos Dan, Kurt, él tal Colier, Rexon y yo, Said y los otros dos Omegas se quedarían a cuidar de la cabaña, cambio de planes de último momento supongo. Todos los demás excepto Colier y yo se notaban tensos, supongo que Colier tenía más interacción en el mundo de los humanos a comparación de mis lobos ermitaños, y yo bueno no es que viajara mucho antes, ya había subido a un avión antes, en unas vacaciones que también fueron en California, un bonito hotel que solo pude apreciar desde la ventana de la habitación. Cuando abordamos, Rexon se sentó a mi lado, el despegue no fue fácil para él, pero una ve
Rexon No lo voy a negar, el lugar es bonito y llamativo, pero eso no quita que me siento un poco incómodo y fuera de lugar, nunca había estado rodeado de tantos humanos, en un lugar muy trascurrido por ellos, tienen aromas muy variados y extraños que me revuelven el estómago, pero creo que solo será cuestión de acostumbrarme. Lo que me hace sentir bien y más tolerante ante todo lo que me desagrada es ver a mi ricitos tan emocionada, eso me hace cuestionarme si no será del todo feliz en la cabaña en medio del bosque... quizás ella quiere estar en un lugar más... ¿Civilizado? Quiero saber todo de ella, como se siente, si esta cómoda en la cabaña, yo imagino que si, ya que le pesó dejar atrás el bosque, pero no lo sé con exactitud, desde que su cosita deliciosa esta sangrando la noto algo extraña. Entramos a la habitación ricitos corre a la ventana y mira con fascinación el exterior, me gusta mucho verla feliz, su sonrisa me pone de buen humor, ella es todo un sol, me acerco a ella to
Lluvia A él no parece gustarle que me la pase mucho con Dan y Kurt, es un celoso, no tengo problema con ello, me encanta su posición, me encanta que quiera estar conmigo y bueno gracias a eso tengo un buen Az bajo la manga cuando sea necesario. Lo bueno de todo esto es que logre convencerlo, él acaba de bajarse completamente los pantalones, levanta las piernas para liberarse, me quedo embebecida al verlo, el bulto entre sus piernas es bastante notorio, esta listo para mí. Me levanto de la cama y camino al aparato de sonido que se encuentra bajo la televisión, le eché el ojo cuando llegamos y él va a ser el principal distractor para que los demás lobos no escuchen lo que pasa dentro de la habitación, no tenemos un aparato para conectar y poner música a sí que simplemente pongo la radio, no me interesa mucho que es lo que se ponga, solo que haya sonido, estoy segura de que después dejaremos de ser consientes de los sonidos que salen de este aparato. Para mi suerte la música que emite