Rexon En este momento, tenía más dudas que respuestas, mi cabeza solo daba vueltas en el intento de absorber, retener y procesar la información que me estaba llegando de golpe, era mucha y demasiado importante que mi cabeza palpitaba. A Lluvia y Kurt los atacó un grupo de colmilludos salvajes liderados por Ali, supongo que enviados por el hijo de puta del tal Julienth, quién resulta ser el ex de mi ricitos, un puto vampiro la marco, aunque no entiendo muy bien eso. — ¿Quién carajo es Julienth? ¿Y qué es eso de marcar?.- mi abuela me miró levantando ambos hombros, información desconocida para ella, pero justo cuando me resignaba a no tener respuesta a esas preguntas Dan fue el que habló. — Es una marca de propiedad, un vampiro la marcó proclamándola como su suya.- mi molestia se encendió al instante, dando por sentado que ese era el dichoso secreto que probablemente le guardaba a Lluvia. — ¿Tú lo sabías? Lo sabías y no me lo dijiste.- Lo miré molesto, mi mejor amigo no hizo más
Julienth El cuerpo ensangrentado de la loba Ali yace en el subterráneo de mi guarida, el charco cada vez se hace más y más grande, esta llega a mis zapatos de piel, mis súbditos me miran horrorizados, adoro la sangre, es el único alimento que nos da fortaleza, el que necesitamos para vivir, pero es bien conocido por todos que no tolero ni una sola mancha de esta sobre mí. — Señor ¿Le damos sepultura al cuerpo?.- la voz de uno de mis súbditos me obligó a apartar la mirada del agujero en la garganta de la loba, lo miré, al posar mis ojos sobre él este se puso rígido y firme. — ¿De verdad piensas que pedí recuperar el cadáver porque le tenía afecto a la perra y quería darle una sepultura digna?.- si bien no puedo negar que fue una experiencia sexual interesante, las vampiras son sumisas por naturaleza, esa loba era intensa, salvaje, en cierto punto me recordaba a mi preciada humana, siempre luchaba aunque no tenía oportunidad, someterla, escucharla suplicar era todo un deleite para mi
Kurt. Alfa Rex no come, Alfa no duerme, Alfa no deja de Llorar... se la pasa tirado en la puerta de la habitación en donde esta Lluvia, ya pasaron dos días y ella no despierta. Llegó otra manada a apoyar, estamos haciendo rondines más seguido, los vampiros parecieron darse cuenta del incremento de lobos en la zona, ellos se marcharon, pero aun así todos estábamos nerviosos, estaba a nada de cumplirse el tercer día en el que Ali dijo que ellos vendrían si ella no llevaba a Lluvia, y bueno, no estamos del todo listos para una batalla, pero lucharemos sin dudarlo, por nuestro Alfa Rex y para defender a Lluvia, nuestra Luna. — Te miras nervioso.- Dan apareció a mi lado, estaba parado frente a la puerta de cristal de la cocina, observando el camino entre la nieve y árboles en donde casi morimos Lluvia y yo hace días. — Lo estoy, Lluvia no despierta, Alfa esta muy mal y según lo que dijo Ali ellos vienen mañana para llevársela, tengo miedo de lo que pueda pasar... — Yo también estoy pre
Rexon. Ya habían pasado dos días y Lluvia no despertaba, mi abuela me prohibía tomarla para escapar con ella, en primera porque las heridas de mi ricitos necesitaban ser atendidas todavía y en segunda, ella me hizo ver que si huía dejando a mi manada atrás no garantizaba la seguridad de nadie, y que al estar solo con ella nos expondríamos aún más, los lobos nos caracterizábamos por estar en manadas, no éramos criaturas solitarias como los vampiros. Ya pensándolo mejor no podía hacer eso, huir con ella era tentador, pero solo era algo que nos traería más consecuencias después, mi manada no dijo nada cuando mencioné el escapar con ella, ignoraba en ese momento que si hacía eso los dejaba en peligro, los colmilludos vendrían aquí a buscarla y no se detendrían a recibir explicaciones de que ella ya no estaba aquí. Mientras estaba tirado en el suelo, detrás de la puerta en la que estaba Lluvia, el sonido de pasos acercándose a donde yo estaba me molestó, ya que mi atención total estaba
Arrugue la frente con el papel en mi mano, le di a penas un vistazo a lo demás, una fecha no muy lejana y un lugar que no me importaba, mis ojos se fueron de nuevo al nombre en el papel "Julienth". Mi abuela había comentado que el único vampiro del que pudo encontrar información con ese nombre era el rey de esos malditos, tenía que conseguir la verdad. — ¿Julienth?... es el nombre de su rey ¿no es así? ¿Cómo está eso de que se va a casar?.- el vampiro me miró entre cerrando los ojos, se dejó caer en el respaldo de la silla en la que estaba y me observo con desinterés. — No tiene caso decir mentiras... si bien dice en la invitación "Boda imperial" así que sin duda es mi rey y con respecto a tu otra pregunta... ¿Algún problema con que mi rey quiera casarse? No a todos les apetece quedarse solos. Lo miré mal, me parecía una trampa, desconfiaba de todo, pero sentía que tenía que ser claro con él para obtener respuestas precisas, tenía que comprobar si se trataba del mismo Julienth que
Lluvia. Después de aquella batalla, lo último que mis ojos presenciaron fue el rostro asustado de Kurt, en ese momento sentí un gran alivio, si iba a morir no me importaba, me sentía feliz de haber logrado salvarlo, mi debilidad me ganó y todo se puso oscuro, no sabía si había muerto o si estaba viva aún, sentía mi cuerpo, pero no podía moverlo, no podía escuchar nada más que susurros que estaban tan lejanos y fuera de mi entendimiento. Solo había alucinaciones, momentos con Rexon, momentos con Julienth he incluso hubo ocasiones en donde se intercambiaron los papeles, fue realmente incómodo ver a Julienth siendo cariñoso y atento, y una completa pesadilla ver a Rexon hiriéndome sin piedad, disfrutando de mi dolor. Pero ahora, después de un tiempo confuso he indefinido para mí. Logré reunir las fuerzas necesarias para levantar mis párpados, lo último que miré al cerrarlos fue el rostro asustado de Kurt, ahora él esta aquí de nuevo con una gran ilusión que le ilumina los ojos y perple
Avanza con pasos lentos a la cama, su abuela se levantó dejando el espacio a mi lado para que él se sentara y nos miramos frente a frente, los ojos grises de Rexon estaban ligeramente humedecidos, apreté los labios, en cuánto él se sentó comencé hablar, la culpa me carcomía, pensaba que todo esto se pudo haber evitado si hubiera abierto la boca antes. —Siento tanto que te enteraras de todo esto por otra boca y no la mía, te lo juro que te lo iba a decir aquella noche que me hablaste de tu pasado, pero luego.- él tomó mi mano, se la llevó a los labios y le dio un delicado y tierno beso, tal acción me hizo callar de inmediato, sus ojos se posaron en los míos, tenían una mirada que reconfortaba. — No tienes que disculparte de nada, nadie pudo predecir lo que paso, no te negaré que el principio me inquieto enterarme de todo esto, teníamos información regada entre varios, solo, necesito que me confirmes si el maldito que te marcó es él tal Julienth, rey de los vampiros. - asentí. — Sí..
Lluvia. 7 años atrás... Por fin había cumplido la mayoría de edad, legalmente era responsable de mi misma, era libre... no poseía mucho, de igual manera no podía cargar con más, solo unas cuantas prendas de ropa, zapatos y una bolsa rebosante de ahorros y sueños. No quería despedirme personalmente de mi tía y mi prima, ellas, bueno, no les importaría, si lo hacía se encargarían de desearme mala suerte, después de todo se quedarían sin sirvienta personal. Solo les dejé un sobre en la mesa, una carta en donde agradecía que me acogieran en casa y no dejarme a mi suerte en un orfanato, les dejé una buena cantidad de dinero como agradecimiento y nada más, no me entristecía marcharme de ahí, al contrario, estaba emocionada de iniciar mi aventura, mi objetivo, conocer la mayor parte del mundo posible.Después de ir a un banco a depositar mi dinero, lidiar con un interrogatorio de como había conseguido esa cantidad y me quitaran una parte que por impuestos o algo así, salgo del gran edifici