Rexon. Después de mandar a dormir a Lluvia me fui con los demás a la ciudad para hablar con mi padre, incluso en nuestra forma humana podíamos correr a una alta velocidad sin cansarnos, corrimos quizás dos horas antes de llegar a la ciudad, no podíamos convertirnos en lobos, la casa de mi padre a pesar de estar cerca del bosque era una zona residencial, lo recuerdo bien, algún humano nos podía ver, no podíamos arriesgarnos a eso, ni a perder nuestra ropa. Estábamos frente a la casa, justo en el lugar donde hace años mataron a mi madre y mi hermana pequeña, mi corazón me dolió, y me preocupe por mi ricitos de oro, esperaba que no pasara nada por allá, con Kurt y Said debía de estar a salvo. Toqué el timbre de la casa, una voz áspera salió del intercomunicador. — Diga... — Vengo a ver al señor Reymont, es importante. — Lo lamento, pero el senador no se encuentra disponible. - puse los ojos en blanco, al parecer mi padre seguía metido en la política humana. —¿El rey Ray no tiene t
Dan Desde el momento que llegamos al viejo establo y escuché decir algo a aquellos Elites sobre que el color de ojos no era el mismo tono de azul y no tenía la marca supe que estaban hablando de Lluvia, la estaban buscando, tal y como ella me dijo con terror aquella noche, le prometí que la defenderíamos, pero carajo, nunca me planteé la idea de que tipo de vampiro fue el que la marcó como pareja. Me imaginé a un colmilludo cualquiera en el momento, pero ahora me parecía estúpido, los colmilludos salvajes eran como animales en todo sentido, solo querían matar y alimentarse, esas cosas no se podían permitir crear un lazo con un humano que fuera más allá de su futura cena, esos élites la estaban buscando, ella podría ser la ex pareja de cualquiera de ellos o incluso alguien de mayor rango que los mandó a buscarla, y los malditos se estaban acercando. Al regresar a casa esa noche quería convencer a Lluvia de que le hablara sobre su marca a Rex de una vez, me sentía con la soga en el c
Rexon No sé dé que manera controlarme, estoy perdiendo el control, ya me sentía un tanto inquieto, estoy a nada de perder el uso de razón, no estoy alucinando, esto no se trata de un jodido sueño, Kurt sale del bosque, acercándose a la cabaña, con el cuerpo de Lluvia inerte sobre sus brazos dejando un rastro de rojo sobre la nieve. — ¡No tenemos tiempo! ¡Necesitamos un médico ahora! El grito de Kurt me obligó a salir del trance en el que me sumergí, él iba al interior de la casa con Lluvia en brazos, mire a Dan, estaba con la mirada perdida en la sangre de la nieve, como por obra de un corto circuito me puse en alerta, tomé a Dan de los hombros para sacudirlo y ordenarle que fuera por mi abuela lo más rápido posible. Me metí a la cabaña, los demás Omegas estaban pasmados haciéndose a un lado, sabían que si no podían ayudar en alguna situación lo mejor era no estorbar, llegué a Kurt quién pretendía dejar a Lluvia en el sillón. — ¡No! ¡Llévala a mi cuarto! Kurt dio un tras pie y s
Dan Fue un completo milagro encontrar a los abuelos de Rex mucho antes de llegar a su casa, ellos iban en su auto, solté un aullido que no fue desapercibido para ellos, tomaron un desvío al bosque en dónde se estacionaron, tomé mi forma humana para explicarles que necesitábamos ayuda. En el auto traté de explicarles la situación mientras el abuelo de Rex pisaba el acelerador a fondo, en cuánto llegamos a la cabaña la abuela de él fue la primera en bajar de un brinco y correr al interior. Cuando llegamos a la habitación, Rexon estaba fuera de sí, observando el cuerpo de Lluvia herido sobre su cama, el problema es que ella estaba perdiendo bastante sangre. — Cariño necesitamos con urgencia sangre AB+, además de equipo médico para trasfusión de sangre, uno que vaya con el rey para pedir el traslado y apoyo de la manada más cercana que se encuentre, Dan... ayúdame, cierra la puerta, Rex no esta bien en este momento para pedirle ayuda. Hice lo que me pidió para después correr a su lado
Rexon En este momento, tenía más dudas que respuestas, mi cabeza solo daba vueltas en el intento de absorber, retener y procesar la información que me estaba llegando de golpe, era mucha y demasiado importante que mi cabeza palpitaba. A Lluvia y Kurt los atacó un grupo de colmilludos salvajes liderados por Ali, supongo que enviados por el hijo de puta del tal Julienth, quién resulta ser el ex de mi ricitos, un puto vampiro la marco, aunque no entiendo muy bien eso. — ¿Quién carajo es Julienth? ¿Y qué es eso de marcar?.- mi abuela me miró levantando ambos hombros, información desconocida para ella, pero justo cuando me resignaba a no tener respuesta a esas preguntas Dan fue el que habló. — Es una marca de propiedad, un vampiro la marcó proclamándola como su suya.- mi molestia se encendió al instante, dando por sentado que ese era el dichoso secreto que probablemente le guardaba a Lluvia. — ¿Tú lo sabías? Lo sabías y no me lo dijiste.- Lo miré molesto, mi mejor amigo no hizo más
Julienth El cuerpo ensangrentado de la loba Ali yace en el subterráneo de mi guarida, el charco cada vez se hace más y más grande, esta llega a mis zapatos de piel, mis súbditos me miran horrorizados, adoro la sangre, es el único alimento que nos da fortaleza, el que necesitamos para vivir, pero es bien conocido por todos que no tolero ni una sola mancha de esta sobre mí. — Señor ¿Le damos sepultura al cuerpo?.- la voz de uno de mis súbditos me obligó a apartar la mirada del agujero en la garganta de la loba, lo miré, al posar mis ojos sobre él este se puso rígido y firme. — ¿De verdad piensas que pedí recuperar el cadáver porque le tenía afecto a la perra y quería darle una sepultura digna?.- si bien no puedo negar que fue una experiencia sexual interesante, las vampiras son sumisas por naturaleza, esa loba era intensa, salvaje, en cierto punto me recordaba a mi preciada humana, siempre luchaba aunque no tenía oportunidad, someterla, escucharla suplicar era todo un deleite para mi
Kurt. Alfa Rex no come, Alfa no duerme, Alfa no deja de Llorar... se la pasa tirado en la puerta de la habitación en donde esta Lluvia, ya pasaron dos días y ella no despierta. Llegó otra manada a apoyar, estamos haciendo rondines más seguido, los vampiros parecieron darse cuenta del incremento de lobos en la zona, ellos se marcharon, pero aun así todos estábamos nerviosos, estaba a nada de cumplirse el tercer día en el que Ali dijo que ellos vendrían si ella no llevaba a Lluvia, y bueno, no estamos del todo listos para una batalla, pero lucharemos sin dudarlo, por nuestro Alfa Rex y para defender a Lluvia, nuestra Luna. — Te miras nervioso.- Dan apareció a mi lado, estaba parado frente a la puerta de cristal de la cocina, observando el camino entre la nieve y árboles en donde casi morimos Lluvia y yo hace días. — Lo estoy, Lluvia no despierta, Alfa esta muy mal y según lo que dijo Ali ellos vienen mañana para llevársela, tengo miedo de lo que pueda pasar... — Yo también estoy pre
Rexon. Ya habían pasado dos días y Lluvia no despertaba, mi abuela me prohibía tomarla para escapar con ella, en primera porque las heridas de mi ricitos necesitaban ser atendidas todavía y en segunda, ella me hizo ver que si huía dejando a mi manada atrás no garantizaba la seguridad de nadie, y que al estar solo con ella nos expondríamos aún más, los lobos nos caracterizábamos por estar en manadas, no éramos criaturas solitarias como los vampiros. Ya pensándolo mejor no podía hacer eso, huir con ella era tentador, pero solo era algo que nos traería más consecuencias después, mi manada no dijo nada cuando mencioné el escapar con ella, ignoraba en ese momento que si hacía eso los dejaba en peligro, los colmilludos vendrían aquí a buscarla y no se detendrían a recibir explicaciones de que ella ya no estaba aquí. Mientras estaba tirado en el suelo, detrás de la puerta en la que estaba Lluvia, el sonido de pasos acercándose a donde yo estaba me molestó, ya que mi atención total estaba