Rexon. La empleada dijo que había mirado a Lluvia por una de las ventanas de los jardines, que estaba tosiendo y agarrando su garganta, la desesperación estaba plasmada en su rostro y que Devora tiraba de ella, alejándola de la habitación; estoy tratando de mantener el control, pero lo que más quiero es arrancarle la garganta a Devora; por una de las ventanas miro al exterior y la escena que me describió la empleada aparece ante mis ojos, brinco por la ventana abierta y me acerco a ellas corriendo. — ¡Lluvia!.- grito y sus ojos desesperados viajan en mi dirección, Devora abre muchos los ojos, pero en este momento ella no es prioridad, la empujo para que se aleje de Lluvia y me acerco a mi mujer— Tormenta ¿Qué paso? No deja de estornudar, se agarra la garganta como si no pudiera tomar aire, como si no pudiera respirar, estoy aterrado, no entiendo que pasa... ella señala al suelo tras de ella, a lo lejos logro identificar un ramo de flores en el suelo y en ese momento logro entender
Lluvia. — Tienes que tomar estas pastillas en la noche, son naturales así que no causan adicción, te ayudaran a dormir. - tomo el frasco de pastillas que me tiende el doctor e inspecciono el pequeño frasco, una más a mi colección de pastillas diarias que tengo que tomar. — Gracias doctor.- le digo sin mucho entusiasmo en mi voz. En esta ocasión Rexon no vino conmigo, es la primera consulta en la que no está a mi lado, de igual manera fue lo de siempre, se tuvo que ir porque había renegados por los alrededores, se fue con toda la intención de encontrarse alguno y poder dialogar con él, para cumplir con lo que le exige el consejo Alfa. Espero que tenga suerte, y no lo digo por mí, el título de reina me viene valiendo un pepino, pero claro que no quisiera que su familia pierda el linaje real por mí, dice que no le importa, pero siento que en el fondo no es así. Me paro en una de las grandes ventanas y miro al exterior, los lobos regresan de su búsqueda de renegados, supongo que no le
Kurt y yo recorremos pasillos de la gran casa en los que no había estado antes, este lugar es todo un laberinto para mí, las mismas paredes, pasillos amplios con varias puertas, no tengo idea de como Kurt no se pierde; estamos cerca de la zona en donde se esperan las demás manadas que fueron atacadas por los renegados, las probabilidades de toparnos con Devora son altísimas, pero confió en que no tengamos tan mala suerte, tenemos que ir por aquí para lograr llegar al otro extremo de la casa que es donde se encuentra la entrada a las mazmorras, podíamos irnos por los jardines, pero seriamos vistos con mayor facilidad, siempre hay mucha más gente allá fuera que adentro. — Mira nada más a quién tenemos por estos lados...- cierro los ojos con fuerza ante la voz que aparece a nuestras espaldas, Kurt que esta a mi lado pone los ojos en blanco, esperaba que tuviéramos buena suerte, no fue así.Nos damos la vuelta y nos topamos con Devora, tiene una risa maliciosa dibujada en el rostro, me o
Miro sorprendida a Colier, perdida en el asombro de enterarme de tremenda noticia, digo... si son parecidos, sus cabellos rubios y ojos azules, pero yo los tengo igual y no compartimos parentesco, esto es como recibir un balde de agua fría en la cara, un puñetazo en las costillas... es que... no puedo creerlo, son tan distintos. — ¿De verdad..? Devora es tu hermana?- le pregunto esperando a que me responda que es una mala broma de Kurt, pero no lo hace, solo agacha la cabeza y arruga un poco su frente. — Por desgracia si es verdad... compartimos sangre, pero es mi media hermana, no tenemos una relación muy estrecha que digamos, y desde que me enteré de que está aquí he evitado toparme con ella en todo momento, es desesperante lidiar con ella. — Supongo que eso responde a mi pregunta ¿no? Tu hermana no esta lista ni sería digna de ser reina.- Kurt se dirige a Colier, quién solo le lanza una mirada molesta. — Esa mujer ni siquiera puede llevar el control de su vida, menos dirigir un
Kurt. Colier y yo estamos en silencio esperando por Lluvia, en alerta por si llega a gritar, no es un silencio incómodo, cada uno esta centrado en los pensamientos de nuestra cabeza, hago una mueca al recordar aquellos ojos color miel y volteo a ver a Colier. — Oye... la chica que siempre está con tu hermana, la callada que parece tener miedo de su sombra, ¿Sabes como se llama?.- él voltea a verme con la frente arrugada. — ¿Nala? Yo que tú ni me hago ideas con ella, no se le despega a Devora y la obedece en todo, si Devora le dice que se aleje de ti a pesar de que ella siquiera hablar contigo le va a hacer caso a ella, Nala no tiene criterio propio. — ¿Qué?.- pregunto confundido, pensé que la chica solo era tímida, no que fuera una especie de esclava que solo obedece aquella loca. — Mira, Devora le salvo la vida cuando solo era una cachorra abandonada en el bosque, así que Nala se siente en deuda con ella y Devora como toda aprovechada le recuerda eso cada vez que puede para que
Lluvia. Taxón me mira con la mirada perdida, se levanta de la cama y con sus ojos fijos en los míos llenos de confusión y emociones indescifrables se acerca a mí poco a poco, no retrocedo, me quedo en mi lugar aunque una parte de mí me pide a gritos apartarme de su alcance, lo único que nos separa son los barrotes metálicos, que él solo con estirar su brazo fuera podría atrapar mi cuello y acabar conmigo sin problema, pero a pesar del torbellino de emociones que cruza por sus ojos, la hostilidad y odio no están ahí. Cuando llega junto mi me observa de pies a cabeza, de pronto él abre mucho los ojos y se lleva las manos a su cabeza, mete sus dedos entre los mechones largos de su cabello y cierra los puños. — Mierda... dime que no estabas cuando yo te... - asiento con la cabeza antes de que termine de hablar. — Si, no lo sabía, Julienth se dio cuenta y me lo dijo. Él quería acabar con ellos, después cambió de opinión y dijo que los usaría para experimentación. - la culpa golpea el p
Kurt. No tengo idea de como lo hizo, pero lo logro, Lluvia convenció a Taxon de ayudar a Rexon en la búsqueda de los renegados, algo que me pareció extraño es que me quedé en la espera de que Rexon me colgara por llevar a Lluvia a las mazmorras, y que correría a Colier de la casa real por ayudarla a entrar, pero nada de eso pasó, al parecer solo es un secreto que nosotros 4 sabemos. Pero bueno, Lluvia el día de hoy decidió quedarse en cama, Dan está muy ocupado últimamente, al parecer el general, Beta del rey Raymond padre de Rex también planea darse un respiro y pidió su jubilación, el puesto se le ofreció a Dan al ser el Beta del futuro rey, así que esta hasta el cuello de deberes como Rex. Por mi parte lo único de lo que me tengo que preocupar es en ser buena niñera, pero ya me prepararé para eso después, aún faltan muchos meses. Me detengo en medio del pasillo pensativo, haciendo cálculos mentales... a Lluvia le faltan a lo mucho dos meses para dar a luz... abro mucho los ojos,
Devora. Cepillo mi cabello lentamente mientras permanezco con la mirada fija en el espejo del tocador mirando el reflejo de Nala tras de mí, ella está enfrascada leyendo los libros que le pedí investigar, aún no puedo creer que fallé en matar a la Luna de Rexon con esas flores, desde hace tiempo cambié sus pastillas para la alergia por unas pastillas que ni siquiera eran para eso, dejándola expuesta ante su alergia, para mi mala suerte Rexon estaba preparado con aquella inyección. Las embarazadas son frágiles, solo necesito saber cuáles son sus puntos más débiles, por eso Nala se está encargándose de investigar, no tengo tiempo para perder con libros. Todo sería más fácil si supiera específicamente los puntos débiles de ella, no de las embarazadas en general, ya que toca intentar con cada método.Nos iremos dentro de 2 días, y no logré absolutamente nada en contra de ella, más que parte del consejo Alfa se oponga a que tome la posición de reina al lado de Rexon, la petición de contro