Me he puesto el vestido que Luisa me compró, me he echado perfume de vainilla, me pongo sandalias negras y un sobretodo de mangas largas de color negro para cubrirme un poco del frío. Andrés me ha invitado al techo, no era lo que esperaba, pensé que íbamos a un restaurante o a las orillas de la playa, algo emocionante, ¿A dónde llevaría a un chico que me gusta? Hasta al acuario con el fin de verle sonreír como niño y que se sienta vivo y feliz conmigo a su lado. Pero no soy Andrés, no sé qué hay en su mente, así que respiro profundo y me miro al espejo, me he arreglado bastante para una salida al techo o azotea de mi casa, al final he decidido enfocarme en dejar una buena impresión sin importar que pase esta noche. Me siento un poco cansada luego de haber mordido mis uñas por no poder encontrar un trabajo rápido y mi mente se siente agotada de pensar en todo lo que puede pasar si me quedo sin dinero, entre en crisis varias veces, pero al mirar el mensaje de Andrés me he enfocado en
Han pasado ya dos días de haber estado con Andrés. Al finalizar la comida solo me ha traído a casa, le he invitado a pasar pero se ha negado, me ha sido sincero diciendo que ha estado muy cansado y que debía dormir temprano porque al día siguiente debe de madrugar para trabajar.Antes de ayer, me sentía en el aire, contenta, me sonrojaba de solo imaginar su sonrisa, su mirada con ese brillo en sus ojos, me miraba tan atento a cada palabra que salía de mi boca, a cada movimiento o gesto que yo hacía.Fantasee todo el día que los días después de ese día empezaron a pasar bastante rápido hasta que empecé a notar el poco interés que tiene de hablar conmigo por texto, la poca iniciativa de vivir arriba de mi techo y no venir ni siquiera a decir buenos días.Hoy he cogido ese cosquilleo ingenuo del estómago y lo he obligado a estabilizarse, a no ser tan iluso. O más bien me he obligado a mí a ser más ruda. No porque me mire de una manera muy linda debo de sonreír como una tonta enamorada, no
Hoy me siento nerviosa, moviendo mi pie derecho de un lado para otro a ratos cuando nadie me ve muerdo los bordes de mis uñas, he bebido tanta agua que siento que no quepo en esta silla que se hace diminuta a cada segundo que me dejan sola en esta oficina. Me encuentro en una entrevista de trabajo, Martha me ha contactado diciendo que sabía de un lugar de contratación inmediata por lo que he preparado mi currículo y lo he enviado por correo. a las 2 horas ya me habían citado y aquí estoy... con unos tacos de punta fina un pantalón de tela y una blusa blanca de tela muy fina. Me doy cuenta a mi alrededor que he venido demasiado arreglada para este lugar. Todos van vestidos con un suéter de la compañía y unos pantalones bastantes variados. Nadie parece realmente preocuparse por su apariencia. Martha me había comentado que el lugar en sí es solo para hacer ventas, estoy tan nerviosa que siento que en cualquier momento se me van a volver agua las manos y los pies y el motivo de ello
De pronto he parado de utilizar el celular, alcé la cabeza y lo único que pude escuchar fueron personas enviado largos audios de voz, videos altos en alguna red social, todos estamos pegados a la pantalla mientras esperamos que la fila se reduzca para comprar el boleto de la película. A mi lado está Andrés, espera de manera tranquila, con las manos escondidas en los bolsillos de enfrente de sus pantalones jeans, está perfectamente peinado hacia atrás y nuevamente lleva un suéter de mangas largas tejido y hoy los acompañan unos tenis de color negro, me he sonrojado y he guardado el celular en mi bolso. He querido agarrarlo de las manos pero solo he desviado la mirada mientras esperamos. Este lugar está adornado de muchas carteleras, hemos decidido ver Sherk, la primera, la he visto y le he dicho de broma para verla y él me ha respondido: ¿Por qué no? y honestamente me gusta mucho la película. Me he puesto un moms jeans, un suéter pegado y unas sandalias de color rosa claro, me h
Hoy me he preparado un café bien cargado de azúcar, me ha quedado muy oscuro pero bueno. Me siento tranquila, mi mente se siente descansada y mi cuerpo está sereno. Mi cena con Andrés fue de mucha charla, justo lo que quería. tuve la oportunidad de seguir conociéndolo. Andrés es muy analítico y organizado, le gusta tener las cosas pendientes, tanto que si es posible las anota o hace un recordatorio en su teléfono. Me gusta aunque soy todo lo contrario a eso. Agradecí que respetó mi decisión de no volver a hablar del trabajo y que al terminar de cenar no hizo nada apresurado, aunque me moría de ganas por besarlo. Pedimos un taxi, y nos despedimos en el ascensor cuando llegó mi turno de quedarme en el piso donde vivo. Me dijo: espero verte pronto otra vez. Sus palabras aún están frescas en mi memoria, su voz tan clara y gruesa resuena en mi cabeza, me he emocionado tanto, hoy me he despertado con un "buenos días ", quizás por eso se me ha ocurrido poner música tranquila y empezar
Hoy he soñado que me quedaba dormida en el escritorio de mi antiguo puesto de trabajo. Pienso en lo raro que es mientras me cepillo los dientes. Escucho mi celular vibrar. Llamada entrante de Luisa. He recordado que le he escrito anoche un párrafo enorme de lo tonta que soy al haber pasado una crisis e ir a la casa de Andrés como si fuéramos amigos de toda la vida y encima ir con semejante atuendo. Me llevo una mano a la cara en señal de frustración, me vuelvo a sentir fatal. Ayer luego de haber comido he venido con Andrés a casa, me he visto al espejo en medias, con una bata de baño ¿a quién se le ocurre? Termino de lavarme los dientes para coger la llamada. —Buen día Luisa —digo sin ánimos y con miedo de lo que puede decirme. —Buen día Rebe, ¿cómo te sientes? —Me siento horrible —digo para irme a acostar mientras la escucho. —Tranquila, nadie va a juzgarte. Aunque Andrés no sepa que sucede no creo que eso afecte en algo, además ustedes se están conociendo, acaba
Luego de haber vuelto a casa me siento triste, al menos las rosas rojas y rosadas me hacen compañía, brillando desde la meseta de la cocina. Me hizo muy feliz salir con Andrés pero hoy me vuelvo a sentir triste, desesperada en impaciente por no saber que pasará en el mañana. Me encantaría tener a Andrés a mi lado en este momento, ojalá me abrazara o simplemente permanezca a mi lado. Todo lo que escucho en este momento es las recomendaciones de n*****x mientras pasan de manera aleatoria en la televisión. Mi vista está perdida en el esmalte blanco de los dedos de mis pies y mi cabeza no piensa en nada y todo de mi se refugia en el sentir. He dormido toda la mañana y solo me he parado de la cama a comer, volver a la cama, cansarme de dormir y sentarme en el mueble. Me siento tan cansada que volver a dormir en este momento me desagrada. Por alguna razón he pensado en Andrés, al momento de cambiarse el suéter estuve presente. La marca de sus pecho, sus brazos bien fornidos, su abdomen.
He preparado jugo de naranja a mano y aprovecho de darle un sorbo para probar si esta bien de azúcar. Luego me he servido un vaso con mucho hielo para combatir el calor y he vertido el jugo en el. Me voy al mueble, celebrando que he empezado el día más temprano de lo normal y hoy tengo como propósito no pensar en lo que me desespera, más bien pensar en cosas que me den fortaleza. Recuerdo que los primeros años sufrí mucho viviendo sola, no sabía bien como manejarme con el dinero y nunca me alcanzaba para comprar las cosas que quería, solo me alcanzaba para lo que necesitaba. Estuve condenada a pagar una renta horriblemente cara por mucho tiempo, de hecho en la actualidad no es como que la que pago es muy barata pero sí más asequible. Me dormía llorando en las noches, para luego pararme de la cama y hacerme la fuerte empezando el día y dando mi mejor rendimiento a una empresa que lo que me pagaba no me era suficiente. Pero aguanté porque es lo mejor que había y sigue habien