Claus miró a Estrella, quien estaba a su lado.

—Eres una buena actriz —la halagó.

—Lo normal —respondió Estrella humildemente.

Esta vez, Estrella comprendió por fin a qué grado llegaba la lucha interna de la familia Burgos. ¡Que agotadora era la vida de Claus! Había estado peleando con su propia familia todo el tiempo, debió haber gastado mucha energía.

—Aprovecha este tiempo para recuperar tus heridas —continuó Estrella tras una pausa—. No te preocupes por nada más y no te apresures en continuar con tus asuntos oficiales.

Esta lesión dejó a Claus en un estado aún peor. Su cuerpo ya estaba muy débil, sumado a la pérdida de sangre, y la poca energía que ya había recuperado volvió a perderse.

El médico había explicado que Claus no debía comer cosas al azar, pero Estrella seguía pensando en prepararle algo a Claus para nutrir su cuerpo. El viejo refrán dice que somos lo que comemos. Claus se lesionó el brazo, y era una lesión que se consideraba grave, entonces nunca debía faltar sopa de