Hacía tiempo que Claus había enviado a alguien a vigilar todos los movimientos de Jonathan, y este hombre vestido de negro era un guardia secreto que respondía a sus órdenes. Tenía una capacidad excepcional para ocultarse en la multitud, por lo que había seguido a Jonathan durante mucho tiempo sin ser detectado.

Esa noche, Jonathan apareció en un hotel. Al principio, pensó que iba a pasar una buena noche entonces, pero cuando exploró el lugar se dio cuenta que también era una especie de fortaleza guarnecida.

Jonathan se sentó en un sofá del palco para reunirse con el responsable, quien era el administrador del hotel.

—Adelante, dime exactamente cuánto esta vez ha perdido la organización—a Jonathan se le hundió la cara, su aspecto imponente.

—Esta vez hemos perdido tres lugares y un centenar de nuestros hombres —el responsable respondió—. Algunos de ellos se suicidaron, mientras que otros fueron capturados.

El entrenamiento en las organizaciones era el mismo. Cuando estaban en una mi