Jonathan no pudo resolver el problema de manera rápida y satisfactoria, en cambio, termino empeorando la situación. Por lo tanto, se sentía muy frustrado, y su estado de ánimo anterior de querer divertirse había desaparecido por completo.

Jonathan deseaba ardientemente descubrir rápidamente al cerebro detrás de todo, pero hasta ahora no había obtenido ninguna pista. En ese momento, estaba regañando a sus subordinados cuando su teléfono sonó repentinamente.

Al principio, se sintió molesto, pero cuando vio que era una llamada de su segundo tío abuelo, Jonathan se puso nervioso de inmediato.

Con temor, contestó el teléfono y saludó con voz baja a su segundo tío abuelo: —Abuelo.

Quien estaba al otro lado de la línea no se anduvo con rodeos y comenzó a reprenderlo directamente: —Pensé que resolverías todos los asuntos después de irte al extranjero, ¡pero que decepción tan grande! ¿Dime cómo estás manejando las cosas? Te advertí que tuvieras cuidado, ¿acaso ignoraste mis palabras por comple