Javier entendió de inmediato, asintió para mostrar que comprendía y se puso manos a la obra.

Jonathan y su gente no tendrían escapatoria si esta vez se atrevían a venir.

Ese mismo día.

Una bodega de vinos.

Ubicada en las afueras de la ciudad, parecía ser una bodega común y corriente, pero en realidad era un pequeño punto de operaciones de la Comisión Dorada.

En ese momento, la gente iba y venía dentro de la bodega, transportando cosas, y cada persona trabajaba de manera ordenada.

Aunque había mucha gente, no había ningún caos.

Había un jefe dirigiendo la operación.

—Tengan cuidado, este lote es lo que el señor necesita, no se permite ningún error en esto—dijo el jefe quien emanaba de si una fuerte presencia.

Aunque esta bodega se presentaba como una fábrica de vinos, en realidad era un depósito de mercancías de contrabando.

Sin embargo, este lugar ya había sido descubierto, por lo que ahora tenían que trasladar toda la mercancía.

Aunque el grupo que descubrió este lugar no eran oponent