Jonathan tenía la cara azul de la ira, pero no encontraba argumentos para debatir con Estrella y, al final, no pudo decir ni una sola palabra, así que solo pudo marcharse enfadado.

A lo mejor, solamente era Estrella quien podía hacer que Jonathan se viera obligado a admitir hasta tal punto su derrota. Cuando no pudo ver la espalda de Jonathan, Javier dejó escapar una carcajada. Entonces le dio cumplidos a Estrella.

—Jovencita, usted tiene una técnica muy buena para discutir.

Al ver la mirada de Jonathan, que estaba enfadado, pero no se atrevía a hablar, el corazón de Javier sintió mucha satisfacción al encontrarlo de esa manera. Tenía que contenerse, ocultar sus talentos y no dejarles ver sus capacidades, además, él era demasiado perezoso para discutir con otros.

Cada vez que lo veía insultar a Claus, Javier se enfadaba mucho, pero no podía decir nada. Estrella en su lugar, no tenía tantos escrúpulos, directamente encaró a Jonathan de muy mala manera, lo cual era suficiente para apa