En la noche, Estrella acababa de regresar de su paseo cuando vio a Fermín en la puerta.

Estrella lo vio y retrocedió instintivamente.

Fermín la vio y le dijo con una leve sonrisa: —Estrella, ¿puedo molestarte un momento? Vamos a hablar.

Estrella frunció el ceño y no dijo nada en absoluto. Fermín señaló una cafetería cercana—¿Podemos hablar allí?

Echó un leve vistazo a la cafetería, llena de gente y muy cerca de la mansión. Calculó que Fermín no se atrevería a hacer nada en público.

Así que Estrella aceptó—Está bien.

Ambos se sentaron en un rincón de la cafetería.

Fermín observó la ropa de Estrella, que no era de ninguna marca muy reconocida. Además, había oído que Estrella venía del campo, por lo que pensó que las cosas de lujo debían ser muy irresistibles para ella.

—Estrella, ¿no es difícil vivir en la familia Burgos? Claus, siendo tan desconfiado, debe estar vigilándote en todo momento. No te considera parte de la familia, ¿verdad? Debe ser bastante difícil para ti—Fermín in