“UNA MAÑANA FELIZ DE UN MES CUALQUIERA”A Nick le costó conciliar el sueño, y como no. Estaba absolutamente ¡¡¡EU- FÓ- RI- CO!!!Nunca creyó que llegaría a besar a Mila Papadakis, y ahora que lo había hecho no creía que pudiera pasarse una semana completa sin besarla otra vez.Se había acostado cerca de las siete de la mañana, y eran a penas las nueve y treinta cuando bajo a desayunar, feliz como una lombriz.Vincent, su amigo, estaba tranquilamente sentado en frente a Ulises, y hablaban sobre temas de aeronáutica civil. Su abuelo era un erudito en navieras, pero de aeronáutica no tenía idea que supiera algo. Mas eso no era lo importante…A Nick en ese momento le importaba un carajo el tema de los aviones, la aviación o cualquier otro aparato volador. Él había tocado el cielo con las manos al amanecer, sin necesidad de haberse subido a ningún artefacto volador.No podía comer, aunque se lo propusiera… estaba tan feliz, tan concentrado en los recuerdos frescos que tenía en su memoria
UNA INSANA MUESTRA DE AMORMila tenía un horroroso dolor de cabeza cuando se bajó de aquel avión comercial en el Aeropuerto Internacional Eleftherios Venizelos de la ciudad de Atenas, la resaca era tan fuerte que sentía que se le iba a partir la cabeza en cuatro partes.Pero a resaca no era nada comparada con la humillación que sentía por haber besado a Nickolau Kronos, en medio de aquella borrachera. Lo peor de sus borracheras era que no lograba ser amnésica… ¡Se acordaba de todo! De cada respiración… de cada aliento… de cada latido… de cada escalofrió que ese hombre le hizo sentir.Se había ido al aeropuerto de Mykonos sin tener a penas un vuelo reservado, solo sabía que tenía que huir de allí, así que se despidió de su padre con decisión de escapar de la isla tan pronto que cualquier compañía aérea se lo permitiera.Ella se iba a casar y había cometido la insensatez de besar a otro hombre estando comprometida con Héctor. Una insensatez que le había movido el piso y la había hecho d
“UN PRÍNCIPE EN AVIÓN ¿Y EL CABALLO?” Mila tomó un taxi de regreso al aeropuerto internacional de Atenas nuevamente. Tenía la mente embotada, por los sucesos de las últimas horas. Todo espero excepto encontrar a su prometido en la cama con otra. Las lágrimas se negaban en salir, y ella sencillamente estaba en shock.Lo más prudente ahora mismo le parecía irse a refugiar a Mykonos, no quería ver a Héctor ni en pintura, y solo yéndose lejos lo podría evitar.Si regresaba al hospital tendría que verlo, y no había modo que se quedara a llorar en aquel departamento que solo recordaba la imagen de aquella mujer desnuda dando lo mejor de sí, para complacer a su ex prometido. «Y sí que daba lo mejor de sí»Cancelar aquella boda le costaría demasiado dinero, pero mucho peor era casarse con aquel estúpido infiel que solo se le había ocurrido darle como excusa que no la esperaba esa mañana. Entre tantas mentiras que pueden usar los hombres, y que tienen al alcance de la mano… él escogió ser est
“ UN PASEO DE REGRESO"Por supuesto aquella era la primera vez que la señorita Mila abordaba un jet privado y se acercó mirando aquel moderno pájaro de metal con la boca literalmente abierta. Aquel tipo de aeronave exclusiva solo lo había visto en las noticias de algún mandatario, presidente de un país, o en alguna película romántica en la que un magnate encuentra a una chica desposeída y se la lleva a recorrer el Mundo. « Nick podría ser un magnate… pero ella obviamente no era la chica desposeída». Ese papel no le quedaría con su personalidad… ni con su cuerpo.Ella era una cornuda, estúpida que solo se ve si dejado engañar por Héctor sin que sospechara e más mínimo indicio, pensó con amargura.Mila caminó por la pista junto a Neck en silencio hasta que ambos llegaron a la escalerilla del avión.Él la miró de pies a cabezas, y pensó que ella le quedaba perfecta a su estilo de vida. Con aquella mujer a su lado, podría comerse al mundo entero. Mila era toda sofisticación, y además
"NO ME ACOSTARE CONTIGO"Nick entró a casa de su abuelo feliz como una lombriz, se sentía pleno al enterarse que aquel compromiso que le impedía acercarse a Mila se había derrumbado sin siquiera mover un solo dedo para que así fuera.Era una verdadera lástima que los sentimientos de Mila estuviesen involucrados, y que su infelicidad lo hiciera a él realmente feliz.Pero si algo había aprendido durante su vida como empresario era que nunca se podía dejar pasar una oportunidad, así que, de seguro esa noche avanzaría algo en el empeño de obtener la mano de Mila… o su corazón. Todo dependía de cómo se dieran los acontecimientos esa noche.Neck entró a la Villa y Fue en busca de su abuelo, y lo encontró muy tranquilo leyendo la prensa, apaciblemente acomodado en un sofá de mimbre en la terraza. Sus pies descansaban en una mesa baja, y era la clara imagen de la relajación, el ocio, y el sosiego.—¡Vaya! ¿¡Ya de regreso!? —observó Ulises levantando los ojos del periódico y sacándose los le
“EVITANDO UN ESCÁNDALO”Se fueron de aquella base de la colina que daba a la lujosa Villa de los Kronos, Neck pusó el auto en movimiento y se alejaron en busca de un bar un poco más alejado de todo lo que conocían.Su abuelo le había advertido que no quería verlo en la portada de alguna revista de chismes, y tampoco quería que la prensa la primera vez que lo relacionara con Mila Papadakis fuera en una borrachera.Ella sería su esposa, y la quería inmaculada a los ojos del mundo… Así como la veía él. Como su propia diosa prohibida e inalcanzable. Neck podía ser un total patán, pero jamás haría algo contra Mila. ¡Nunca Jamás!Así que alejarse del centro de la ciudadela de Hora, sería lo más inteligente, ya había tenido suerte que no lo encontraran los paparazis con ella la madrugada anterior en que la beso como un loco enamorado en medio de aquel bar, en que por casualidad se la había topado.El joven condujo por aquellas calles atestada de turistas de todas las nacionalidades a esa ho
"MAÑANA SI"Nickolau finalmente encendió el motor de aquel yate, y se comenzaron a alejar lentamente del muelle de la marina. Mila miraba las luces de la ciudad extasiada.No se sentía para nada feliz, pero al menos lograba anestesiar su mente, para pensar en algo más agradable que su propio despecho, algo como la belleza de aquella isla paradisiaca, hermosa como una perla en el medio de las islas Cicladas.Neck se acercó por su espalda después de marcar un curso fijo en el timón del “Belle France”, que les permitiera alejarse lentamente de tierra firme y poder disfrutar de la compañía de la mujer más importante en su vida. En sus manos traía dos vasos de whiskey de malta de veinticinco años, ya sabía que a Mila no le gustaba irse por las ramas y beber tragos suaves, sino que prefería ir directamente por algo que le nublara los sentidos rápidamente y prácticamente la dejara fuera de circulación.Obviamente necesitaría más alcohol que la madrugada anterior, pues descubrir que el hombre
“¡PROPUESTA INDECENTE!”Mila no entendía como aquel hombre, tan dulce, que en ocasiones le recordaba el muchacho tímido que había sido Nick, y en ocasiones le parecía que era la rencarnación del mismísimo príncipe azul; podía ser también el egocéntrico y engreido millonario perseguido por los medios, y considerado el soltero más esquivo y más codiciado de toda Europa.Estuvieron toda la noche allí, y cuando iban por la segunda botella de whiskey, ella vio como Nickolau la miraba disimuladamente, pero aun así no podía ocultar la clara atracción que brillaba en sus ojos mostrando un claro atisbo de lo que sentía por ella.Le dio otro sorbo a su bebida, y la verdad es que ella también se sentía atraída por aquel hombre que había redescubierto aquella noche en aquel bar.Totalmente sobria le faltaba el valor admitir que Nick le había sacudido el mundo, solo con el primer beso que le dio… los otros fueron sencillamente para demostrarle que las sacudidas eran reales.¡Pero ebria!... todo s