"MAÑANA SI"Nickolau finalmente encendió el motor de aquel yate, y se comenzaron a alejar lentamente del muelle de la marina. Mila miraba las luces de la ciudad extasiada.No se sentía para nada feliz, pero al menos lograba anestesiar su mente, para pensar en algo más agradable que su propio despecho, algo como la belleza de aquella isla paradisiaca, hermosa como una perla en el medio de las islas Cicladas.Neck se acercó por su espalda después de marcar un curso fijo en el timón del “Belle France”, que les permitiera alejarse lentamente de tierra firme y poder disfrutar de la compañía de la mujer más importante en su vida. En sus manos traía dos vasos de whiskey de malta de veinticinco años, ya sabía que a Mila no le gustaba irse por las ramas y beber tragos suaves, sino que prefería ir directamente por algo que le nublara los sentidos rápidamente y prácticamente la dejara fuera de circulación.Obviamente necesitaría más alcohol que la madrugada anterior, pues descubrir que el hombre
“¡PROPUESTA INDECENTE!”Mila no entendía como aquel hombre, tan dulce, que en ocasiones le recordaba el muchacho tímido que había sido Nick, y en ocasiones le parecía que era la rencarnación del mismísimo príncipe azul; podía ser también el egocéntrico y engreido millonario perseguido por los medios, y considerado el soltero más esquivo y más codiciado de toda Europa.Estuvieron toda la noche allí, y cuando iban por la segunda botella de whiskey, ella vio como Nickolau la miraba disimuladamente, pero aun así no podía ocultar la clara atracción que brillaba en sus ojos mostrando un claro atisbo de lo que sentía por ella.Le dio otro sorbo a su bebida, y la verdad es que ella también se sentía atraída por aquel hombre que había redescubierto aquella noche en aquel bar.Totalmente sobria le faltaba el valor admitir que Nick le había sacudido el mundo, solo con el primer beso que le dio… los otros fueron sencillamente para demostrarle que las sacudidas eran reales.¡Pero ebria!... todo s
"NOCHE DE AMOR EN EL MAR"Nickolau no se podía creer que aquel pecho femenino que tenía en frente desnudo, totalmente exquisito era el de Mila Papadakis, pero si… era ella. Podía agradecerle a la luna, a los dioses, al destino, o quizás al karma aquel golpe de suerte que la vida le estaba brindando.La vida... y sospechaba que su abuelo Ulises Kronos por haberlo hecho llamar en un momento tan oportuno de la vida de ambos.Sin darle tiempo a respirar apenas continuaba besándola, marcando su piel como suya.Era tan deliciosa, arrebatadora, ¡suya!Por primera vez en la vida Mila Papadakis le pertenecía, tan suya como no había sentido a ninguna mujer jamás. Quizás por las profundas ganas de poseerla que había tenido desde el inicio de su vida adulta.Ella clavaba las uñas en la espalda de Nick y lo hacía retorcerse de placer, mientras que gemía aquel lenguaje delicioso del amor.Neck apretó las nalgas de la muchacha, y sus besos fueron descendiendo por el cuello rumbo a la clavícula, has
"AMANECER FELIZ"Mila quedó rendida después de la forma tan pasional que Nickolau Kronos le había hecho el amor. Él la contemplo dormir fuera te gran parte de la madrugada y le aparto del rostro los mechones de pelo que la brisa del mar le desorganizaba.Aquella noche bajo las Estrellas, Neck entendió que uno de sus más grandes sueños se habían hecho realidad.No la dejaría escapar, haría lo que tuviera que hacer por no perder a Mila. El matrimonio por contrato no era la forma más brillante del mundo para comenzar un enlace de ese tipo, pero él tendría que hacerlo fundacional a cómo diera lugar.No se imaginaba en brazos de otra mujer… ya no se imaginaba que Mila no estuviera con él. No por gusto dicen que a lo bueno uno se acostumbra demasiado rápido a lo bueno.Pensó en su abuelo, y en sus pautas. Ahora el viejo Ulises no le parecía ni tan decrépito ni tan descabellado.Cerca de la madrugada Neck cayó rendido, junto al cuerpo de Mila. Estaban aún dentro de la bahía de la isla, y él
"LO PEOR QUE PUDIERA PASAR"Bajaron de aquel yate en la mañana con la timidez propia de no saber cómo rayos llamar a su relación.En muy poco tiempo habían pasado de ser nada a ser amigos con derechos, y eso tanto a Neck como a Mila le parecía demasiado extraño.Él sabía que tenía una larga lucha por delante, a diferencia de Mila que no tenía idea que le deparaba el futuro.Ella Había roto su compromiso, y de ninguna manera creía que Nickolau Kronos la tomara como algo serio… así que estaba en un dilema entre sus deseos y lo que era correcto hacer.Porque si, deseaba continuar acostándose con Neck; pero aquello iba contra todos sus principios.¿Que era lo peor que le podía pasar?: que se enamorara de Nickolau Kronos, y que un buen día él tomara a su abuelo y se marchara de Mykonos sin volver a mirar nunca atrás… ¡Si! Aquello era una posibilidad real.Bajo en silencio mientras que él la guiaba con la mano en su espalda baja. Neck tenía una media sonrisa en los labios que era encantad
“NECESITO UN ANILLO” Nickolau llegó a casa y tomó aquel folder donde se guardaban las condiciones en sus manos. Esos papeles que hacía unos pocos días le daban nauseas de solo verlos, al punto de sentir un verdadero repelus por su abuelo.Pero ahora todo había cambiado, todo era distinto. Él mismo se sentía distinto. Era como si haber besado a Mila era como una Catarsis en su vida.Pensó en los sucesos de la noche anterior y vibró de deseo de tener entre sus brazos otra vez a cierta rubia de ojos azules como el cielo de Mykonos.Definitivamente podía hablar de un antes y un después de acostarse con Mila Papadakis en su vida. Aquello había sido el mejor momento de su aburrida y extraña existencia y haría cualquier cosa por continuar metido entre esas piernas llenándola de humedad y de fluidos, y no de mentiras. Por eso era imperativo que hablara con ella y le hiciera aquella propuesta que aún tenía que formular en su cabeza.Ante de eso era imperativo que se concentrara en todos l
“SEGUNDO NECESITO UNA PROPUESTA”Nickolau recorrió medio Atenas, llevando tras él, a Vincent prácticamente arrastrado.—¡Decídete ya! —le exigió Vincent, que sudaba como un loco caminando por aquella atestada calle repleta de compradores. Las principales joyerías de la ciudad estaban en esas cuadras del Boulevard empedrado, así que era imposible transitar en coches. —¡Joder Neck!¡Es solo un anillo!—¡No es un anillo!¡Es el anillo!— espetó Nickolau con determinación.—Si sigues perdiendo el tiempo, ¡no esperes que estemos en Mykonos para las ocho de la noche!Ese último argumento convenció a Neck a meter prisas en el asunto. Al menos sabía que el dedo de Mila era proporcional a su dedo pequeño, así que sobre esa medida tenía que encontrar una joya que le hiciera justicia a la obsesión de su vida.Después de otros veinte minutos por fin encontró un anillo de diamantes, con engarce de oro blanco, y pequeños zafiros incrustados.Aquellas piedras, tanto el diamante como los zafiros le rec
UN PLAN INFALIBLE Mila miraba impactada el camino a una de las playas privadas de las islas. Pero esta de noche, así que no tenía la más mínima idea de hacia dónde se dirigían.Miraba todo el paisaje, para estar segura que no se equivocaba, a medida que el Aston Martín se acercaba a la orilla del océano.Neck tenía un rostro extrañamente enigmático, pero al fijarse en la comisura de sus labios, la muchacha notó que el Griego sonreía.Se acercaron aún más a la playa, hasta que el auto aparcó sobre la arena. Mila no entendía nada, supuestamente iban a ir a cenar, y a no ser que Neck pensara comérsela a ella… pues no había nada más a-llí…Mila miró sorprendida casi con estupefacción aquella palapa en la playa, encendida con la luz de varias antorchas que rodeaban todo aquel lugar, dando un ambiente totalmente romántico.Miró la cara de Neck, que la repasaba viendo si la sorpresa le había gustado, y si…Mila estaba gratamente sorprendida, pero el muchacho captó el momento exacto en que el