—¿ESTÁS BIEN, NENA? —ese desgraciado me las va a pagar como le haya hecho algo.
Ella me mira a los ojos y asiente, entonces respiro tranquilo, no me puedo creer que se haya atrevido a venir hasta mi casa, nuestra casa. ¿Está buscando que lo mate?
—Abrázame, Josh.
Su suplica me conmueve. ¡Dios! Si le llega a pasar algo no sé qué habría sido de mí. Ella es todo mi universo, no podría vivir sin ella, o sin mi hijo, al que aún no conozco pero al que ya he aprendido a amar.
—Ya está mi amor, no dejaré que vuelva a acercarse a ti —le digo, y es una promesa.
Aunque tenga que matarlo con mis propias manos, pero no dejaré que ese malnacido vuelva a estar cerca de ella.
Después de mucho insistir, he conseguido que Meghan se vaya a la cama, en su estado un sobresalto como ese no debe de ser bueno.
Necesito pensar, tengo que hacer algo para que el cabrón de Freddy desaparezca d
—ME ALEGRO DE QUE ESTES aquí —le digo a Lola en cuanto Josh se va.Ella me mira y sonríe, luego me acaricia la tripa, y le habla al bebé.—No dejaré que nadie os haga daño, pequeño. Ni a ti ni a mamá.Sé que lo dice más para mí que para Jarod, que tampoco es que vaya a enterarse, o eso pensaba, porque nada más decir esas palabras, mi muñequito nos da una patada, a mi barriga y a la mano de su tía.Las dos nos miramos y sonreímos.Josh llega un par de horas después de irse, me sorprende verlo en casa tan pronto porque se supone que hoy le tocaba turno en el club, pero no, él está aquí en casa con nosotros.Lola y yo le miramos sorprendidas, y él nos regala una sonrisa.—¿Que queréis? —nos pregunta encogiéndose de hombros—. No puedo vivir sin vosotras.—Pero yo pensaba que...—Lo he dejado —me interrumpe.—¿El qué? —p
HACER EL AMOR CON MEGHAN es como correr una maratón, acabas sacando la lengua e intentando coger aire.Y no es una queja, no, disfruto de mi mujer con mucho gusto, pero hasta un hombre sediento de sexo como yo, a veces necesita un respiro.—Vuelve a la cama, Josh —me pide desde el sofá de nuestro apartamento.Sí, ya puedo decir que es nuestro apartamento, desde hace veinticuatro horas, ella y yo somos los propietarios del piso. Se lo compré al propietario por su valor de mercado, el tipo tiene varias propiedades y no dudó en quitárselo de encima, y además a un buen precio.En las escrituras ya constan nuestros nombres juntos.Ya solo falta que en otro papel diga señor y señora Bennett, aún no sé si querrá ponerse mi apellido, aún no lo hemos hablado, pero tampoco me preocupa, la verdad.—Voy a beber un vaso de agua, me has dejado seco —le contesto al ver cómo alarga el brazo para qu
DECIR QUE TENGO MIEDO es quedarse corta. No me había dado cuenta del terror que siento a no estar a la altura, como ahora.Me he preparado para este momento, y estaba segura de que lo tenía todo controlado: las respiraciones, las contracciones, los pujos, pero ahora que estoy en la sala de partos, abierta de piernas, y con una de esas batas que no cubren apenas nada, mi miedo se ha extendido, y ahora estoy acojonada.—Estoy aquí, amor —me dice Josh y me da un beso en la frente.—Vamos a ser padres, Josh.—Lo sé, nena.—No sé cómo hacerlo. Creo que no estoy preparada, aún no —le digo, y me sonríe de esa manera que solo él sabe para hacerme sentir bien, en paz.—Lo haremos juntos. Te lo prometo.Y solo con esas palabras ya me siento con fuerzas de comerme el mundo.Me han puesto la epidural, siento las piernas entumecidas, como si tuviera mis extremid
Dos años antes...LA MIRO CONTONEARSE en la pista de baile, es hipnótico ver como se mueve y como baila, la única pega, que no es para mí, ni es conmigo con quien baila, sino con el perdedor de turno que ha conocido esta semana.Mi hermana Lola dice que pierdo el tiempo, y que no merece la pena seguir a su lado, pero yo creo que eso es mejor que no tenerla en mi vida, pero de hoy no pasa que me declare. Voy a confesarle lo que siento por ella y que sea lo que tenga que ser.—¿Has visto a esa rubia? —le pregunta un tío a otro.—Ya te digo, tiene un buen polvazo, a esa la encerraba yo en mi casa y me pasaba todo el día dándole.Se puede ser más gilipollas, aprieto los puños y me pongo de pie, pero entonces llega Patty y se pone delante de nosotros.—Joshi, ¿cuando vas a invitarme a una copa? —me dice inclinándose y apoyándose a la mesa—. Tú, y yo podríamos pasarlo muy bien si quisiera
Dos años atrás...¿QUE NARICES ESTOY HACIENDO?Josh es mi mejor amigo, y no puedo hacerle esto solo por que estoy despechada. Acabo de enterarme de que Freddy está casado, me ha estado engañando todo este tiempo, y yo he sido tan estúpida como para no verlo.Aunque eso ahora mismo no importa, lo que de verdad debería preocuparme, es que me siento jodidamente bien en los labios de Josh. Besa de maravilla, ¿por qué antes no lo había probado?Y no es que no me hubiera gustado, Dios sabe que Josh es un tipo guapo, está buenísimo, y además es un hombre excepcional, atento, cariñoso, bueno, es todo lo que una mujer quisiera tener en su vida, sobretodo una como yo, que siempre acabo con tíos como Freddy, que me usan y después me dejan tirada una vez que se cansan de mí, ¿tan mala soy que nadie quiere quedarse a mi lado? Yo creo que sí, por que sino iban a largarse.¿Que estaba diciendo? Ah, sí, Josh, él me
Actualidad...TENGO UN HIJO CON EL amor de mi vida, y pronto esta será mi mujer.Aunque aún hay veces en que creo que esto es un sueño del que voy a despertar, pero es oler a mi pequeño, y saber que es real. Los sueños no huelen, ¿verdad?—Josh, ¿puedes venir un momento?Han pasado cuatro meses desde que Jarod nació, y Megan ya se ha incorporado al trabajo. Yo por mi parte, conseguí un puesto en seguridad, ¿recordáis al tipo del gimnasio, el qué tenía un tatuaje de un halcón en la espalda? Pues bien, al final resultó que si le conocía, recordé que era un luchador profesional en cuanto me dijo su nombre.Este tiene una empresa de seguridad privada, y durante un altercado en un bar, el tipo me reconoció, me dijo que buscaba personal para una de sus empresas, y yo, aunque no necesito el trabajo, siempre es bueno estar ocupado, y hombre, el dinero cuando tienes una familia es necesario, porque ser strip
ME DESPIERTO Y MI CHICO ya se ha ido, me ha dejado completamente desecha, mi cuerpo ya no aguanta tanto meneo, y mucho menos de un tipo como Josh, él sí que sabe como satisfacer a una mujer.Oigo llorar a Jarod, el pequeño se ha despertado y quiere comer. Sí sigue así va a dejarme en los huesos, nunca he sido una mujer generosa de peso, aunque reconozco que con el embarazo me pasé comiendo un poquito, y gané algunos quilos de más, pero entre la lactancia, y la energía-lujuria de mi futuro esposo, estoy quedándome seca.Me levanto con dolor entre las piernas, mis muslos son de gelatina por la de músculos que tengo doloridos, pero mi hijo me reclama y tengo que coger fuerzas.Me pongo algo encima ya que estoy desnuda, es que cuando Josh se pone, me quita hasta el sueño.—Hola, mi amor —le doy un beso en la mejilla y le huelo el cuello.Pero no solo ese maravilloso olor a bebé inunda mis fosas nasales,
ME DUELE EL COSTADO, ha faltado muy poco para que me perforara un pulmón, pero por suerte he salido casi ileso de la pelea. El muy cabrón ha huido corriendo en cuanto Andrew ha salido al oír los gritos de ese energúmeno.De no ser por el jefe, tal vez ahora no estaría contando esto.Lo mejor de todo esto —si es que hay algo bueno en que te apuñalen—, es que no se ha llevado mi foto, Lola acaba de dármela después de echarme una buena bronca por ser tan estúpido de enfrentarme a mi asaltante por una foto que tengo guardada en el móvil, pero ni loco iba a permitir que un colgado como ese tuviera la imagen de mi mujer, ha saber que podría haber hecho con ella.—¿A quien se le ocurre? Tienes familia, idiota —me grita mi hermana con los brazos en jarras.—Estoy bien, nena.—Estás bien —repite con la boca pequeña—. ¡Hay que joderse! Tu eres tonto.—Estoy malito, esa no es manera de hablarl