Por la mañana en el departamento… Constanza despertó miró alrededor y recordó la noche anterior, ella suspiró amargamente, se levantó buscando su ropa mientras miraba al hombre en la cama durmiendo boca abajo. Ella salió de la habitación y busco su bolso, sacó su teléfono tenía un montón de llamadas de su hermana. “Hola”. La chica angustiada le dijo. “¿Dónde has estado? Te he llamado toda la noche”. Constanza abrió la puerta del departamento. “Lo siento voy para el hospital”. Ella cerró dejando todo en silencio. Más tarde Gabriel despertó con una fuerte resaca, se cubrió de la luz de la ventana que llegaba hasta las sábanas, notó que estaba desnudo y vio que algo reflejaba la luz en la cama, lo recogió y noto el dije con la cadena. El empezó a recordar la noche anterior. “¡Maldición!”. Fue un completo estúpido, se provechó de la chica sin control. Se levantó tirando las sábanas, buscaba su ropa, fue cuando notó la mancha en la cama… Constanza era virgen. En el hospital… Consta
Edgar le lanzó una mirada a Ray, el chico entendió al instante. “Mama Delia… ¿Podrías llevarme a la escuela? El auto de Papá no funciona”. Delia los observó con los ojos entrecerrados, ya estaban planeando algo tan temprano. Ray siguió… “Somos vecinos, te hicimos el favor de traer tu maleta…” Al ver la linda mirada de Ray no pudo negarse. “Ok”. Ray tomó su mochila y salió feliz de convencerla, Delia se quedó un momento para enfrentar a Edgar. “Deberías de dejar de usar a Ray en tus trucos, es solo un niño”. Edgar se acercó a ella y le robó un pequeño beso rápido, regalándole una sonrisa pícara después. “Pero funcionan ¿O no?”. El camino hacia la puerta arrebatándole la pañalera de la bebe, Delia solo se quedó mirándolo. Este hombre era un cínico sin vergüenza. Subieron al auto, Delia condujo hasta la escuela, Delia observaba a los chicos en el asiento trasero y a Edgar que observaba por la ventana y la miraba con una gran sonrisa, él llevaba lentes oscuros, se veía extremadamente
Luis observó a Constanza al escuchar a la mujer mayor, ella se giró para no verlo con mucha vergüenza de las mentiras que tuvo que decirle a su madre para que no supiera que terminaron hace mucho. Él sonrió a la mujer. “He estado algo ocupado…” Converso con el hasta que la enfermera llego. “Señora es hora de sus medicamentos. Constanza se levantó. “Te llevare mama”. La mujer se negó. “No. La enfermera me ayudara”. Palmeo la mano de ambos y sonrió. “Ustedes hablen un rato”. Cuando se fue Constanza miro al chico. “Gracias por lo de hace un rato, te pagare las flores”. El negó. “Un año Constanza”. Ella que buscaba billetes en su bolso levantó la vista mirándolo. El siguió. “A pasado un año que no nos vemos”. El respiro profundo. “¿Cómo has estado?”. Constanza apenada le confeso. “Bien… hay días buenos y malos, pero mama está saliendo adelante”. Luis le confesó. “Lo siento”. Ella no entendía a que se refería. El siguió. “Ahora que mi abuela está aquí enferma me he dado cuenta de
Samara entró rápidamente y le pidió a uno de sus compañeros un platillo, Ben la observó en silencio y cuando ella nerviosa salió él la siguió, miró como Samara se encontraba con otra mujer afuera del restaurante. Samara entregó el platillo mirando para todos lados, no quería que la vieran con Paula. “Toma, por favor vete, llegaré por la noche a la casa”. Paula se burló. “¿No quieres que te vean conmigo hermanita? ¿Qué pensará tu jefa de que eres mi hermana?”. Samara se quedó en silencio mirándola. Paula tomó la comida y se giró sin darle siquiera las gracias. Samara al verla alejarse suspiró tranquilizando sus nervios, se giró y camino encontrándose con Ben en la puerta de la cocina. Ella abrió mucho los ojos pensando ¿Vio a Paula? No, no puede ser… Ben preguntó. “¿Ella quién es?”. Samara le dijo rápidamente. “Es, es... una conocida, solo estaba de pasada”. Samara entró rápidamente a la cocina para que Ben no le preguntara más, Ben miró por donde se fue la mujer y frunció el ceñ
Edgar está recibiendo la comida mientras Ray ayudaba con algunos recipientes cuando el teléfono sonó, Edgar dejo las cosas en el asiento trasero para sacar el teléfono y al verlo solo leyó el nombre de Delia, frunció el ceño y trató de contestar la llamada, pero ya habían cortado, regreso la llamada al momento siguiente, pero lo mandaba a buzón. Ray le preguntó. “¿Qué pasa?”. Edgar despeinó su cabello. “Es tu mamá, pero ella no contesta”. Ray le dijo. “A lo mejor se le acabó la pila”. Edgar asintió y subieron al auto, Edgar llegó a su casa y se asomó a la casa vecina, pero todo estaba en silencio, Delia todavía no llegaba. Le dijo a Ray. “Ve a darte un baño mientras tu mama llega y después iremos a su casa”. Ray afirmó y entró corriendo a la casa, Edgar se quedó mirando la casa por un momento y luego entró con las cosas, tenía también que darse un baño antes de visitar a Delia. Gabriel estaba terminando unos pendientes, su secretaria entró presentando al visitante. “jefe, el seño
Pensó en aquella noche que estuvieron juntos, se paró y caminó por la sala mientras Ben despedía a los policías.Al regresar a la sala, Edgar lo enfrentó. “¿Tu lo sabías? Qué Delia está embarazada”.Ben afirmó. “Si”.Edgar miró a Gabriel que estaba sentado en el sillón cabizbajo y luego volvió la mirada a Ben. “¿Ustedes lo sabían?”.Ben confirmó explicándole. “Ella me pidió que no dijera nada, aquel día que Gabriel te golpeó fue porque Delia se lo dijo”.Edgar estaba indignado. “¿Por qué no me lo dijo a mí? Soy el padre”.Gabriel se burló levantándose. “Yo soy el padre”.Ambos se enfrentaron mirándose, Ben estaba nervioso no quería verlo de nuevo pelear. “Se calman, ahora lo más importante es encontrarla”. Los alejo uno del otro.Edgar los miro a ambos y salió de la casa, estaba molesto.………………………Samara llegó a su casa buscando a su hermana, ella no estaba por ningún lado y todo el dinero que ella había escondido no estaba. Samara se puso nerviosa, Ben les había estado preguntando po
Ben hizo su boca una línea, la chica sabía algo.La ayudó a sentarse en el sillón, Gabriel y Edgar estaban desesperados, Samara lloraba mientras les explicaba. “Ella es mi hermana, me dijo muchas mentiras…” Levantó la vista. “Creo que ella sabe dónde está la señorita Mari”.La policía empezó a tomar notas. Samara describió todo lo que pasó en el departamento y con su hermana a lo largo de estos meses, Edgar caminaba por la habitación y Gabriel miraba a la chica con enojo.Al terminar los policías hablaron con Gabriel y Edgar, Ben se quedó cerca de Samara, la policía se acercó “No debe salir de la ciudad, usted está bajo investigación”. Samara asintió con miedo.Los policías se retiraron quedando solo los cuatro en la habitación, Gabriel caminaba de un lado a otro mientras Edgar hablaba con Ramon.Ben le preguntó a Samara. “Alguna idea de dónde la tiene”.Samara lo pensó por unos momentos. “No. Pero ella ha gastado todo mi dinero y el de mi tarjeta de crédito”.Ben entendió, miro a Edg
Paula hizo una mueca. “Siempre pensando en ella…”. Ella se sentó en la silla frente a Delia quien la miraba. Paula siguió. Siempre Delia, Delia, Delia. ¿Qué hay de mí? ¿Alguna vez viste por mí? Te amaba Edgar, estaba enamorada y ¿Qué hiciste? Solo me diste migajas”.Edgar se calmó tenía miedo de que la mujer intentara algo con Delia.Paula se burló golpeando los pies de Delia. “Siempre ella…” Volvió a golpear sus pies y dijo. “Siempre tú Delia”.Delia abrió mucho los ojos. La forma en que la miraba era aterradora. “Edgar intentó persuadir. “Paula, hablemos, estoy aquí para escucharte”.Paula le dijo. “Es muy tarde”. Y colgó el teléfono y lo tiró lejos, se levantó y Delia se quedó quieta mirándola.Paula la levantó y la abofeteó. “Todo es por tu culpa. Yo debía estar en tu lugar, yo debí estar con mi padre y debí casarme con Edgar, era mi vida”.Delia se cubrió como pudo la mejilla, corría sangre por su boca. Paula la tiró al piso y siguió reclamando. “Edgar nunca me tomó en cuenta, yo