Capítulo 3

Alexandra 

4 años atrás.

Ya en mi departamento estoy en mi balcón con un vaso de tequila. Estoy de pie mirando la ciudad que corre sin importarle nada, menos un corazón roto.

No me podía explicar aún como un hombre que dice amarme con toda su alma y con quien compartí 8 años de mi vida, te traicioné y no es él, ¿por qué? Si no, él, ¿con quién?

Estoy tan metida en mis pensamientos que no me doy cuenta cuando tengo un pañuelo enfrente mío, giro a ambos lados y me encuentro con mis hermanos y mi hermana del alma.

Alejandro me informa que Mateo viene en camino, antes de que lo cuestione, me cuenta que él llamó cuando se filtraron los videos. Y que lo tendremos en unas horas por acá.

Solo asiento ya no quiero hablar de eso, - solamente quiero hacer que se revuelquen en el suelo. Que cada una de mis lágrimas la paguen. — les cuento mis planes y Alejandro toma mis manos, con ese gesto sé que ellos estarán conmigo en todo.

Con esto me doy cuenta de que tengo a mi familia a mi lado y que ellos darían su vida por mí y yo por ellos.

¿Qué tienes en mente? —pregunta Gus. Lo miro y le informo que una vez este nuestro primo con nosotros lo sabrán

Desde siempre ella fue mala conmigo, siempre se burló de mi condición, las veces que fue buena solo era para quedar bien, jamás fue sincera y hoy lo demostró cuando no tuvo escrúpulo en meterse a la cama de mi prometido, quien es nada más y nada menos que su ex cuñado.

Pero de mi cuenta cabe que jamás salgan en la m****a que los prepararé y que entre ambos se saquen los ojos, ha ambos los mueve el dinero y desde ese lado moveré los hilos para que ambos queden en la calle.

Miro la hora en mi reloj, lo acaricio porque es un regalo de mi amada madre.

Con eso me derrumbo en los brazos de mis hermanos, ambos guardan silencio, saben que no hay palabras de consuelo cuando pierdes a alguien, solo en un abrazo real y cálido.

M.— mi niña, tú solo dime, los hago desaparecer y ni su recuerdo quedará. — todos miramos sorprendidos

Yo solo río porque es tan dramático, tierno solo con nosotras sus niñas como nos dice, yo solo corro a su lado y él me abraza.

A.— cuando vea a esa zorra le cambiaré el color de ojos dé Celestes a morados. Suelto una carcajada por las ocurrencias de Ann, pasa un tiempo y nos sentamos en el suelo conversando y comiendo sushi.

Nos fundimos en un abrazo los cinco y me doy cuenta de que es de madrugada, miro a Mateo y le pregunto por el personal de seguridad.

Sabiendo que tengo el apoyo y respaldo de mis hermanos, empiezo a trazar un plan, el cual a ellos los llevara a un acantilado y veremos quién salva a quién.

Actualidad.

Hoy es mi cumpleaños número 25 y mi padre debe de estar por aterrizar en el aeropuerto de nueva York, cuando llego al sector privado del aeropuerto y veo el jet de mi padre, corro a sus brazos, él me toma y da vueltas me abraza, amo demasiado a mi padre.

Es un hombre bueno, inteligente y muy justo con las personas, su sencillez nos ha hecho más humanos a pesar de ser privilegiados en el tema de dineros y lujos.

Mi hermano y yo hemos trabajado mucho en la empresa familiar, yo empecé como recepcionista, fui escalando al igual que mi hermano. Cuando paso lo de Romina, la familia se rompió.

Mi padre pidió terapias y mi madre no acepto, luego de eso una serie de sucesos pasaron mi padre descubrió que Romina le era infiel hace años. Se divorció y le quito todo lo que podría corresponderle por derecho, pero en el estado donde vivimos ella fue la que engaño y mi papá rompió toda relación con Romina porque ella es producto de una infidelidad y también la que la encubría.

Si bien la familia materna siempre ha tenido buena situación económica, no se comparaba con la familia de mi padre y ahora han hecho crecer la empresa por las nubes. Y desde muy jóvenes nuestros abuelos nos instruyeron para que nosotros fuéramos la cuarta generación para hacer crecer la fortuna y el nombre.

A Romina, Mi madre. Sus padres no le heredaron nada, solo a mí y mis hermanos. Creo que ellos supieron lo que paso porque a Romina tampoco le dejaron nada.

Salgo de mis pensamientos. Cuando mis dos hijos llegan al lado de su abuelo gritando y corriendo a su alrededor.

Nikola y Simón, cuidado que su abuelito es viejito, por favor. — rio por mis dichos.

. — ya te voy a hacer princesa. Se acerca y nos fundimos en un abrazo.

. — cómo está el papá más bello del mundo. Bien hija esperando a tu madrastra que salga de la cocina del jet.

Niños vayan a buscar a su abuelita. Ellos corren y suben gritando.

Sabes que se enojara, Anastasia. — yo solo encojo mis hombros, ella es mi mamá.

En ese momento baja con los pequeños y veo que su vientre está más abultado, miro a mi padre y él corre a ayudarla, mi quijada cae porque no me habían dicho nada. No te molestes, ella aún está sensible por lo nuestro y más ahora con el bebé. Dice antes de ir con ella.

Mis ojos la miran y cuando ella corresponde mi mirada yo corro y la abrazo, y la felicito porque mi madre me hará hermana mayor, ella solo me golpea el hombro y me dice como madre lo puedo hacer y Ambas reímos.

Vamos a casa en donde vivo con mis hijos.

Mi hermano Alejandro es quien decidió encargarse de los negocios en el extranjero porque según él no quería echar raíces y el muy hijo de su chingada se enamoró de una mexicana y él se quedó.

Cuando él se fue a la sucursal en México quedo prendado de la recepcionista, quien lo mando por un tubo cada que tuvo oportunidad, hasta que por cansancio consiguió una cita después de casi 6 meses, desde ese día fueron amigos hasta que él no pudo más y le confesó su amor por ella desde casi que la conoció, al año se casaron y es una amiga más para mí.

Gustavo, él sigue soltero, vive conmigo de hecho, no siempre, pero desde hace unas semanas no viene a casa y creo que tiene a alguien.

Cuando llegamos a la villa en donde vivo, un contingente de seguridad está en mi césped y una camioneta blindada está en mi entrada. Bajo y junto conmigo lo hacen mis pequeños diablillos. Me acerco y cuando veo a uno de los guardias le digo que están obstaculizando mi entrada. Voy a nuevamente decirles que se vayan de mi espacio, mis bebés están a mi lado. — par de celosos pienso.

Hasta que un hombre llega y me explica que están haciendo la mudanza y que lo lamentan. Pero desde la puerta veo a un hombre a quien reconozco muy bien, camina y está a unos metros y cuando nos vemos y reconocemos.

. — TÚ. — dice mirándome como si fuese un fantasma, a lo que yo respondo. — TÚ.

Continuará…

 

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