Marcelle
Despierto con el cuerpo bien cansado, los ojos aún me pesan, me estiro y abro mis ojos de golpe cuando un olor masculino invade mis fosas nasales. Miro a mi lado y veo un Hugo totalmente desnudo acostado boca abajo. Recuerdo todo y saco mis pies de la cama. Estoy igual de desnuda, mi pelo es un desastre total. Tomo mi ropa y me la coloco rápido y huyo a mi habitación.
¿Qué carajos hice?
¿Me arrepiento? No
No es que haya buscado eso, pero tampoco veo muy bonito el haber follado con él imbécil que me trata como trapo de cocina viejo. Aunque, mientras lo hacíamos me trató bastante bien. No sé ya ni como sentirme. Lavo mis dientes, cepillo mi cabello y bajo a la cocina para prepararme algo de desayunar ya que el servicio está libre.
Preparo unos hotcakes, zumo de limón, leche caliente, croissant de jamón y queso y unas frutas picadas. Las coloco en la mesa y
MarcelleCatalina intervino pidiendo bocadillos para todos. Anastasia tenía pinta de no parar y yo no me le quedaría callada. Por suerte, Hugo nunca me hizo quedar en ridículo y continuó como si en realidad tuviéramos una relación.Aún estamos aquí en el hermoso y acogedor restaurante. Lo desagradable del lugar es Anastasia.Hugo hace unos segundos se fue al baño y los presentes en la mesa, hablamos de todo un poco. El chico trae el bocadillo y empezamos a comer mientras hablamos de lo primero que surja en el momento.Por lo que he notado, al parecer la Anastasia no le cae a los chicos, ya que ninguno le ha sacado tema de conversación y ella solo mira su celular y se saca fotos.—Te invito a mi casa —dice Catalina limpiando sus labios con la servilleta.—¿Cuando? —pregunto tomando de mi copa de vino.—Mañana domingo, en la tarde, no estaría mal —dice encogiéndose de hombros.—Le diré a Hugo que me lleve, entonce
HugoMe despierto por la molesta luz del sol que da en mi cara y en mi pecho. Anoche olvidé correr las cortinas.Salgo de mi habitación solo con el boxer que marca mi mañanera erección y voy hasta la cocina para buscar algo de comer. Me detengo en la sala del comer al ver un desayuno servido. Me siento y empiezo a deborarlo. De seguro la tonta preparó esto para hacer las pases conmigo. Me dispongo a comer cuando por el rabillo del ojo diviso movimientos en el área de la piscina. Es Marcelle, está en la tumbona aplicándose protector solar, está de espalda a mi. Acaricia sus piernas y luego sus brazos, su abdomen y pecho, se coloca unas gafas de sol y se recuesta. Continúo comiendo mientras la observo. Minutos después, se levanta, dándome una vista excelente de su trasero en ese diminuto bikini. Camina despacio hasta la piscina y se lanza. Toco mi dolorosa erección y tomo los platos para llevarlos a la cocina. N
HugoMe despierto por la molesta luz del sol que da en mi cara y en mi pecho. Anoche olvidé correr las cortinas.Salgo de mi habitación solo con el boxer que marca mi mañanera erección y voy hasta la cocina para buscar algo de comer. Me detengo en la sala del comer al ver un desayuno servido. Me siento y empiezo a deborarlo. De seguro la tonta preparó esto para hacer las pases conmigo. Me dispongo a comer cuando por el rabillo del ojo diviso movimientos en el área de la piscina. Es Marcelle, está en la tumbona aplicándose protector solar, está de espalda a mi. Acaricia sus piernas y luego sus brazos, su abdomen y pecho, se coloca unas gafas de sol y se recuesta. Continúo comiendo mientras la observo. Minutos después, se levanta, dándome una vista excelente de su trasero en ese diminuto bikini. Camina despacio hasta la piscina y se lanza. Toco mi dolorosa erección y tomo los platos para llevarlos a la cocina. N
Narrador Omnisciente —¿Perdón, Jugar yo? No creo que esté jugando a algo —dice Marcelle restándole importancia.—No te haga la lista conmigo.—No me hago —da un paso para estar más cerca de él —lo soy.—Estás provocado que te arrastre, te lleve a mi maldita habitación y te folle allí hasta más no poder —dice a pocos centímetros de su boca.—A ver, ¿y qué te lo impide? — susurro Marcelle muy cerca de su oído.Hugo la levanta con toda sus fuerzas, se la coloca en el hombro y se la lleva como tal saco de papas. Marcelle se resiste pero Hugo no tiene intención de bajarla. Se detiene en la puerta de su habitación, la abre y entra. La deja en el piso y ataca su boca con desespero. Marcelle no se resiste más y hace lo mismo, acariciando su ancha y bronceada espalda. Hugo desata el bikini de dos piezas dejándola expuesta ante sus ojos
HugoLlevo tres días encerrado en mi oficina, voy a casa a medianoche duermo y vuelvo a la oficina, no he comido bien, no he hecho ejercicios, apenas me he bañado. Estoy muy estresado con la inauguración del centro comercial. Quiero que la inauguración sea algo sencillo pero que llame la atención y de mucho de qué hablar, no quiero muchas personas sólo las necesarias. El centro comercial es mío Pero algunas tiendas son ajenas y de seguro que esas persona tiene ya todo listo. Es increíble cómo puede vender y alquilar todos los locales es menos de tres meses.Creo que debería Llamar a Anastasia para que me ayude con este estrés Y quizás me surgen algunas ideas luego de derramar todo mi esperma en ella.Tomo mi celular y justo se abre la puerta dejando ver a la persona que llevo 3 días sin ver; Marcelle.—¿Puedo pasar? —pregunta mirando todo a mi alrededor.— Claro —e
HannaEspero a que Fabian entre a escondidas. Mis padres estan encerrados en el despacho y mi hermano no se encuentra. A Fabian lo conocí hace un mes en una fiesta clandestina y luego lo volví a ver en unas carreras a las afuera de la ciudad. De inmediato me cayó rebien.Me gusta su forma de ser,su sonrisa y lo divertido que puede llegar a ser. Se acerca a mi corriendo y me abraza. Lo guio con cuidado por el jardín trasero en donde las cámaras no enfocan del todo. Entramos en silencio por la puerta trasera del área de mantenimiento. Él mira toda la casa y me sigue en silencio. Después de maniobrar para que no nos vean,entramos a mi habitación y ambos suspiramos. Me abalanzo sobre él y nos besamos con desespero,me encanta el grosor de sus labios, lo ágil fe su boca y como sus manos acarician todo mi cuerpo.—¿En serio quieres darme tu virginidad? —susurra en mi odio mientras acaricia mi espalda.—Si,si quiero —digo volviendo atacar su b
MarcelleMe miro por última vez en el espejo y realmente estoy bellísima. El vestido parece que me lo hicieron encima me queda espectacular como resalta mis curvas, mi busto y todo de mí.Salgo ya lista y me encuentro a Hanna en el pasillo.—A tí te quería ver —dice mirándome de pies a cabeza —Wow,estás de infarto.—Tu igual —digo mirando su hermosa figura —¿Para que soy buena —pregunto recordando que ella quería verme.— Es que sospecho que tramas algo. Es que eso de que andes muy de la mano con mi hermano que te estés tan agusta aquí me sorprende — dice acusándome con la mirada.—¿Quizás me esté enamorando de él? realmente no sé — digo retandole importancia.— Puede ser que sí o puede ser que no, pero tramas algo — dice señalando me con su dedo acusador.Río y la tomo del codo para bajar hasta donde están
HannaLlegué a la inauguración y la cara de mis padres es un total poema. Tienen cara de querer asesinarme. Pero me da igual.—¿Qué carajos haces aquí? —pregunta Marcelle cuando llegamos cerca de ellos.—¿De dónde se conocen? —pregunto mirándolos a los dos. Ambos se miran con desafío y rabia.—Hanna, explícame que haces con este tipo —dice mi madre entredientes.—Es mi novio mamá —digo acercándolo a mi. Fabian les da una sonrisa.—¿Te estás volviendo loca? —pregunta alterada.—Carmen, luego lo hablamos,no queremos arruinar la inauguración, además por más que te alteres Hanna no lo va a sacar de aquí —dice mi papá señalando las sillas vacías para que nos sentemos.—Tu siempre de apoyador —reprocha mi madre enojada.—¿De donde se conocen ustedes dos? —pregunto a Marcelle y ella abre la boca y luego caya.