Perdón por el olvido, aquí les subiré varios capítulos. Disfruten
Lily Llegó el día y estoy jodidamente nerviosa, ¿Por qué? Porque el tonto de mi hermano no se ha aparecido, no he sabido nada de el y no se que carajos piensa o que plan tiene. Ayer fue un día de locos porque estaban decorando la iglesia y me tocó ir a ver si habia quedado como me gustaba. Estoy que grito y echo a correr. Micah se quedó en la habitación de al lado y quiso ver una película hasta tarde, aunque fue lo que menos hizo, solo hablaba de lo feliz que estaba porque desde mañana yo seria la señora Harris. Por favor, si solo tengo 18 años, ni siquiera mi cumpleaños celebré, solo se hizo una cena por no dejarlo pasar. Doy la vuelta en mi vestido que apenas me deja ver el suelo, es demasiado exagerado, si parece de verdad el de una princesa. Se ajusta a mi cuerpo, y hace que mis pechos sobresalgan. El velo que tiene mi cabello que está recogido en un solo moño alto con algunas hebras suelta, hace que no se me vea ni un poco el rostro, y eso es bueno, no quiero que vean mi cara de
Lily 3 años después… —Liliana, necesito estos documentos a mas tardar para mañana, los accionistas nuevos son un dolor en el trasero y no los quiero jodiendo— mi jefe me da algunas hojas y yo comienzo a hojearlas viendo que todo está en orden. —Esta bien, ya los fotocopio y coloco en sus respectivas carpetas, mañana a primera hora los tendrá en la sala de reuniones— tomo lo que resta y cuando estoy por irme, me toma de la mano para que no lo haga —¿Cuando aceptarás mi invitación a salir?— pregunta con esa mirada intensa que tiene. Le he dicho que no quiero relaciones por ahora, la excusa es la misma que le doy a todos, que alguien me rompió el corazón y no creo en el amor. La verdad es que no puedo dejar que nadie descubra quién soy en realidad. Tengo tres años escondida, con una identidad falsa que consiguió Louis para mi, no he sabido nada de mi familia, solo lo que se habla en redes sociales, pero ni siquiera con mi hermano he tenido contacto. No puedo arriesgarme a que Interce
Lily Me sobresalto de mi delicioso sueño cuando un trueno resuena en toda la habitación, joder, que susto. Llevo la mano a mi pecho y trato de relajar mi cuerpo y de calmar mi respiración. Miro la hora en mi reloj de la mesa de noche y me levanto como resorte ¡Mierda! Voy tarde, Steve me matará. Corro a ducharme rápido y me pongo un vestido negro por los tobillos con mangas largas que me queda bastante ancho. Recojo la peluca de mi cajón de noche y mis gafas para salir sin una gota de maquillaje. Cuando salgo a la calle, la piel se me eriza por el frío que hay, abro mi paraguas y estiro la mano para detener el taxi que se ve a lo lejos. El día está de un gris oscuro, ni siquiera un rayito de sol se ve, el taxi se detiene y me subo enseguida. Le doy la dirección y me acuesto en la ventanilla admirando las gotas de lluvia que tapan la ciudad, no sé como hace el chofer para mirar el camino, parece que estuviéramos debajo el agua. No tengo móvil para avisarle a mi jefe y ni siquiera me
Roshwell La arena entre mis pies se siente algo fría por el invierno, la brisa es fuerte, pero a mi pequeña parece no importarle. Corre hacia la orilla de la playa con una sonrisa enorme. Su larga cabellera rubia se balancea y sonrío al ver que si parece a Rapunzel. Aun le gusta que la llame princesa rapunzel, sigue teniendo la inocencia de cualquier pequeña, y me gusta ver todas las películas de las princesas de Disney con ella. —Papi, mira un cangrejo— señala al pequeño animal que camina a esconderse en la arena —Se parece al de Ariel— me tenso cuando se a que se refiere —La sirena que vi hace tiempo y ya no volví a ver. —Si, es bonito. ¿Nos vamos a comer?— pregunto para cambiar de tema. Siempre es lo mismo, desde aquella vez, Charlotte no ha olvidado a Lily. Siempre la nombra y pregunta cuando la volverá a ver. —Si papi. La tomo de la mano y nos vamos al auto, donde le coloco sus sandalias azules que combinan con su vestido playero. Una vez por semana venimos a este lugar, porq
Lily Los nervios pueden hacer que cometas burradas, quizás hasta que no piensas bien, por ejemplo como ahora que estoy debajo del escritorio de Steve mientras veo los pies de Brad que no ha parado de perseguirme, no quiero encontrarme con el a solas, me sigue afectando. Gateo cuando se que se fue, para salir del escritorio, pero la puerta se abre de golpe mostrando a un Brad con la sonrisa sarcástica de siempre. Se cruza de brazos y cierra la puerta dejándonos a solas —No soy estúpido ¿Sabes?— me levanto sacudiéndome la ropa y tragando grueso al verme atrapada —Sabia que estabas aquí, solo quería saber que tan valiente eras para darme la cara, pero veo que sigues siendo la misma cobarde de siempre —No sé de que hablas— camino hasta la puerta donde él está apoyado intentando huir —Estaba buscando un pendiente que se cayó— suelta una risa que nunca había escuchado de él y me escanea las orejas —No usas bomboncito— me estremezco cuando usa ese apodo que desde hace mucho no oía. Me ag
Lily El amanecer me agarra con resfriado. Parezco el reno de Santa, el de la nariz roja, carajos. Los estornudos son fuertes, estoy temblando por la fiebre y siento que mi cuerpo no puede ni levantarse. Le escribí hace cinco minutos a Steve para avisarle que no podría ir, el comprendió porque sabia que ayer me Mojé. Se escuchan las gotas de lluvia sonar, y solo quiero dormir. Cierro los ojos y no se cuanto tiempo pasa, pero la puerta de la pequeña habitación suena, intento con todas las fuerzas levantarme, y no me preocupo porque lleve mi bata de seda, no tengo ánimos ni de cambiarme, cuando paso por el frente del espejo me doy cuenta que no llevo peluca, así que me toca regresarme para buscarla, no puedo exponerme. Tocan de nuevo y cuando abro hay un chico con unas bolsas en las manos —Buenos días señorita— hace una mueca al verme —Esto lo mandó el señor Roberts— me la extiende y no dudo en tomarla, la abro y hay aspirinas, una tasa con sopa y medicamentos para la gripa. —Gracias
LilyEl olor a salsa Boloñesa llega hasta mi nariz y aspiro lo delicioso que se siente. El hombre que cocina para mi se ve también delicioso y provoca comerlo, pero no puedo volver a cometer los errores del pasado, no quiero volver a ser lastimada. Brad no ha cambiado, y no quiero que jueguen con mis sentimientos.—Listo— viene Brad con un plato humeante de pasta que sé, me comeré gustosa y otro para él, se sienta frente a mi en la cama y me extiende el mio —No tenias frutas, sino lo hubiera acompañado de jugo.—No he podido ir al súper, así que…—Esta bien, cuéntame.Ni siquiera sé por que tiene tantas ganas de saber, se supone que yo ni siquiera le importaba, antes de desaparecer de todos, el se dedicó a buscar otras mujeres, me las restregó en el rostro, y siempre me recordaba que no tenia compromisos con nadie.—Todo lo de la boda fue idea de mi padre, y aunque yo no quería, el me decía que de alguna manera, me obligaría, mi hermano descubrió unos días antes de la boda, que mi pad
LilyPaso a mi oficina y la puerta es tocada, estoy muy segura de que es Steve, no abro porque se que no es algo laboral, se que esto me puede traer consecuencias. Y una de ellas es ser echada de la empresa.Me siento en mi silla y masajeo mi cabeza para aliviarla del dolor que tengo por la congestión. Tomo la agenda de hoy y anoto lo pendiente para mañana y la tarde de hoy y así hacérselo saber a mi jefe, que desde ahora lo mantendré lejos de forma personal, si se sigue portando como un cavernícola.Al pasar una hora y que nadie me ha venido a molestar, abro y me dirijo a la oficina de Steve, que lo veo con el ceño fruncido revisando unos papeles. Toco la puerta que está abierta y al levantar la vista, relaja su expresión—Pasa, preciosa— hago lo que dice y me siento frente a él—Para hoy tiene una reunión con los árabes y mañana un almuerzo para finiquitar lo que falta…— veo que levanta la mano para que no siga y cuando me detengo, se levanta y viene hacia mi, se arrodilla entre mis