Todos los capítulos de Ni lágrimas al ayer, ni regreso al querer: Capítulo 1 - Capítulo 9
9 chapters
Capítulo 1
Me desplacé del Norte por León. Mi padre, el Alfa Rey, siempre pensó que él no era lo suficientemente bueno para mí, su hija, la futura heredera. Pero yo, por amor, dejé todo atrás: renuncié a mi herencia, escondí mi identidad y me fui con él, a escondidas.Nunca imaginé que nuestra relación no duraría ni cinco años… y mucho menos que pronto tendría que alejarme de su lado. Pero regresar al Norte... eso no iba a ser nada fácil.Recuerdo a mi padre, desesperado, suplicándome que no lo hiciera. Su mirada dividida entre la preocupación y el enojo... Y un retorcijón en el estómago me hizo cerrar los ojos, sintiendo un miedo extraño que no podía quitarme. Trataba de reconectar con la loba que llevaba dentro, con mi familia, con todo lo que dejé atrás.Fue entonces cuando lo sentí: el aroma a rosas, tan fuerte que me hizo estremecer. León, de regreso, me abrazó por la espalda, apretándome con fuerza. —¿Te desperté? —me preguntó en un susurro, junto a mi oído—. Aún es temprano, ¿no quier
Leer más
Capítulo 2
Fue fácil ponerme en contacto con mi familia. Estaban tan felices, sobre todo mi padre. Cuando supo que ya era abuelo, casi se puso a llorar de la emoción y me pidió que regresara de inmediato con su nieto.Sin embargo, en ese momento, mi hijo, que aún dormía, murmuró suavemente:—Papi, tú me lo prometiste...Faltaban solo dos días para su cumpleaños número cinco. Mi hijo, incluso en sueños, seguía creyendo que su padre cumpliría la promesa de estar con él en su día especial.Mientras acariciaba su carita dormida, no pude evitar que mis ojos se llenaran de lágrimas. Debía soportar dos días, solo dos días más. Quería que mi hijo no se fuera sintiendo que le faltaba algo, quería que tuviera todo lo que merecía.Pero, antes de que amaneciera, un golpeteo urgente en la puerta lo despertó de su bonito sueño. Era la madre de León, llamando y pidiéndome que llevase a mi hijo de vuelta a la manada.Me sentí molesta, perturbada. La madre de León siempre nos había menospreciado a mi hijo y
Leer más
Capítulo 3
Mi hijo no podía entender lo que había pasado ese día. Solo se quedó en mis brazos, llorando en silencio, y preguntándome si su papá ya no lo quería, si a partir de ahora solo yo lo iba a querer en este mundo.Lo abracé con intensidad, tratando de ser fuerte por él, mientras le aseguraba:—No, mi pequeño héroe, mucha gente te quiere. Tus abuelos te extrañan mucho y quieren verte. ¿Te gustaría ir conmigo a buscarlos?Mi hijo dudó por un momento, apretando el autito de juguete que León le había regalado el año anterior por su cumpleaños.—Pero... no quiero dejar a papá...—Tu papá y la abuela no quieren que nos quedemos aquí —le dije, con voz suave, intentando contener las lágrimas—. ¿De verdad crees que es justo tener que llamarlo tío toda la vida?Mi hijo se quedó en silencio, mirando el juguete que aún apretaba en sus manos, y, con lágrimas en los ojos, me miró y me pidió en un susurro:—¿Puedo quedarme con papá hasta después de mi cumpleaños? Quiero tener un último recuerdo co
Leer más
Capítulo 4
Antes de irme, le envié mi último mensaje: «Alfa León, mi hijo y yo nos hemos ido. Te deseo mucha felicidad en tu nueva vida. Que nunca más nos volvamos a ver.»Después de enviarlo, cerré mi cuenta y, con la mano temblorosa, hundí el celular en el lago.Mientras tanto, León seguía en medio de la ceremonia. De repente, un dolor punzante atravesó su pecho. Rápidamente, miró el mensaje en su celular, y un terror helado lo invadió por completo. Su mente se nubló con un mal presagio, por lo que, sin perder tiempo, marcó mi número una y otra vez. Sin embargo, solo recibió como respuesta el tono de ocupado.—¿Qué pasa, León? ¡Los invitados están mirando! Jazmín, al ver su reacción, se dio cuenta de que algo no estaba bien y lo instó a terminar la ceremonia.Pero él, frenético, tiró al suelo el anillo familiar, y, dejando a Jazmín atrás, salió corriendo hacia la puerta de la villa, en donde un par de guardias lo detuvieron.—¡Déjenme pasar! ¡Soy el Alfa León! ¡Tengo que regresar a cas
Leer más
Capítulo 5
Cuando León despertó, ya era tarde; el sol comenzaba a esconderse tras el horizonte. La luz era suave y tenue, y al abrir los ojos, se dio cuenta de que lo habían colocado en la que antaño era nuestra habitación. La manta que lo cubría aún llevaba el aroma a vainilla, ese que yo tanto solía usar. El perfil de la persona a su lado, con el cabello largo y suelto, le resultaba familiar.—María... —sintió un fuerte latido en el pecho y sin pensarlo, la atrajo hacia él, abrazándola.—¡Volviste! —susurró, aliviado.Pero el fuerte aroma a rosas de la mujer en sus brazos lo hizo volver en sí de inmediato.—¡Oh, León! ¡Te juro que pensé que no querrías hacer el ritual conmigo y que me abandonarías! —Jazmín comenzó a sollozar en su pecho.León reaccionó al instante, dándose cuenta de que no era yo. La incomodidad lo invadió, y con un gesto de repulsión, empujó a Jazmín, apartándola de él.—¡Fuera! ¡No soporto ese olor! ¡No te acerques a mí! —gruñó, irritado. Se levantó torpemente de la cama y co
Leer más
Capítulo 6
León se encerró en nuestro dormitorio, pasando toda la noche mirando los mensajes que había enviado, pero que nunca recibirían respuesta alguna.—No puede ser. María va a volver... —murmuró, sin poder de apartar la vista de la pantalla.Desde el pasillo, escuchó unos pasos. Se levantó de inmediato, lleno de esperanza. A través de la puerta, ya podía percibir ese aroma a vainilla tan típico.¡María! —exclamó, entre sollozos, y al abrir la puerta, corrió hacia ella, abrazándola con fuerza como si fuera yo.—¡Sabía que no me dejarías! ¿Cómo ibas a alejarte de mí? —dijo, su voz cargada de emoción.—León... —susurró la mujer.Pero cuando vio que la persona en sus brazos no era yo, sino Jazmín, la expresión de su cara cambió instantáneamente. La ternura desapareció y fue reemplazada por una furia incontrolable.—¿Quién te dio permiso para ponerte la ropa de María? —preguntó, su voz temblando de rabia.¡Esa maldita estaba usando el camisón de María! ¡Por eso la confundió!Jazmín, nerviosa y c
Leer más
Capítulo 7
Cuando León decidió que nos encontraría a toda costa, ya estábamos lejos, rumbo al Norte, con mi hijo y mi familia.Mi padre, a quien no veía desde hacía años, no dijo ni una palabra de reproche al encontrarnos. Simplemente nos abrazó con fuerza, junto a mi madre, mientras las lágrimas caían de sus ojos. Repetía una y otra vez, como si no pudiera creerlo:—Qué bueno que volvieron, qué bueno que están por fin en casa...El gran y majestuoso Alfa Rey del Norte, en ese momento, no era más que un hombre envejecido, con las manos temblorosas y el corazón lleno de preocupación por el bienestar de sus hijos.Me sentí profundamente conmovida y, a la vez, culpable. Mi hijo, que al principio se mostraba tímido y algo distante por la nueva situación, empezó a sentirse cada vez más tranquilo y feliz al estar cerca de sus abuelos.Después de todo lo que había vivido en la Manada Flaroar, realmente había madurado. El primer día en el Norte, me miró con esa vocecita llena de determinación y me dijo:
Leer más
Capítulo 8
El próximo encuentro que tuve con León fue en la ceremonia donde anunciaron que mi hijo y yo éramos los herederos.Como Alfa de la Manada Flaroar, León tuvo que abandonar la búsqueda de mi hijo y de mí para asistir a ese evento tan importante en el Norte. Mientras el Norte se fortalecía día tras día, la Flaroar, debido a la inacción de su Alfa, León, comenzaba a perder terreno frente a las otras manadas.Cuando la madre de León y sus parientes se arrodillaron en la ceremonia para rendir homenaje, y al levantar la vista se dieron cuenta de que a quienes rendían culto eran mi hijo y yo, vestidos con elegancia, sus ojos se abrieron de par en par, incapaces de creer lo que estaban presenciando.León, por su parte, parecía atónito, como si todo fuera un sueño. Se quitó de un golpe la expresión de agotamiento que llevaba, tomó mi muñeca con fuerza y, sin preocuparse por el protocolo, gritó:—¡María! ¡Por fin te encontré! Sabes cuánto te he extrañado estos días…No terminó de hablar cuando lo
Leer más
Capítulo 9
Al escuchar la confesión de su hijo, León se reblandeció profundamente, sintiendo que su mundo se derrumbaba, y quiso abrazarlo.Sin embargo, su hijo le quitó la mano de encima de un golpe.— Pero nunca he extrañado a mi papá. Porque para mí él ya había muerto cuando me dio la espalda, cuando se quedó ahí, mirando sin hacer nada mientras le pegaban a mi mamá.—Alfa León, como heredero de la tercera generación del Norte, te lo digo por última vez: mi mamá es parte de la realeza del Norte, así que deja de insultarla. Lo mejor es que regreses con tu gente a tu clan, con Luna y el heredero, y vivas en paz con ellos, como tanto deseas.Luego, me agarró del brazo y se fue sin mirar atrás, sin importarle para nada a León, que seguía arrodillado en el suelo, destrozado de arrepentimiento.Él se cubrió la cara y lloró desconsolado, probablemente dándose cuenta de que ni yo ni mi hijo lo queríamos ya, que ya no existía cabida para él en nuestras vidas, que ni siquiera esperábamos su regreso.Ese
Leer más
Escanea el código para leer en la APP