Óliver frunció el ceño, no sabía cómo Laura podía hacer esa pregunta.De todos modos, era improbable que se quedara embarazada, así que simplemente no iba a mentirle.—En realidad solo quiero que lo tenga Nadia, y si las dos se quedan embarazadas a la vez, estoy seguro de que favoreceré a su bebé.Laura palideció más.Bajó la mirada y se tocó la tripa, la culpa que sentía desapareció del todo.—Por cierto, dentro de dos días cumplo años y voy a pedirles a mis amigos que lo celebren conmigo antes de irme del país, y de paso les informaré del embarazo de Nadia, tú también vendrás.Óliver se apoyó en la puerta y miró débilmente a Laura.Laura esperaba que hiciera esto, pero cuando realmente le oyó decir eso, su corazón aún se apretó y le dolió:—En ese caso, ¿para qué voy?Óliver frunció el ceño:—Si no vas, pensarán que Nadia una chica maquinadora, y no quiero que la malinterpreten.En el rostro de Laura afloró una mezcla de emociones: desprecio de sí misma, pena, decepción y angustia.—
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