La señora dudó - Bien - Bajó la mano - entonces, ten una buena noche. -hasta mañana, madre - se despidió. No cerró la puerta hasta que estuvo seguro que ya se había ido. La figura del fondo se despegó del librero cuando el sonido desapareció. Pasando de un bulto sin forma, a obtener brazos y piernas. Mientras se encontraban de nuevo en la mesa, Ethan se sentó exhalando - la puerta es muy insegura. Cualquiera puede simplemente entrar. Teo se aclaró la garganta - se supone que nadie más, a parte de mis padres, pueden venir aquí, pero últimamente he tenido muchas visitas. Además… - Agregó - ustedes son los únicos que saben que no tiene cerrojo. De pronto, Ethan subió la mano. Por instinto, Teo, quiso alejarse; pero cuando tocó sus cabellos se quedó quieto -¿no te preocupa que alguien con malas intenciones pueda entrar?. Pensó mientras los dedos le movían los mechones, produciéndole cosquillas. La única persona que llegó a su mente fue, “Javier”. Como una luz fugaz alumbrando su memor
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