Todos os capítulos do El destierro y juramento de la luna: Capítulo 51 - Capítulo 55
55 chapters
Capitulo 51, La sombra del eclipse
La partida se realizó con el primer rayo de sol. El campamento, aunque reducido, se movía con orden: los exploradores al frente, los niños y ancianos protegidos en el centro, los guerreros cerrando la marcha. El camino hacia el claro de los siete robles fue silencioso, tenso, vigilante, pero cuando llegaron, algo ocurrió.El cielo, despejado hasta ese momento, se cubrió de nubes plateadas. Un haz de luz lunar, imposible a esa hora, cayó justo sobre Ulva. Todos se detuvieron. Los más cercanos cayeron de rodillas. Los lobos aullaron sin razón aparente. Ulva cerró los ojos. La marca en su cuello ardía. La luna no estaba llamándola: la estaba convocando.—Es hora... —susurró. Kaelion la sostuvo por la cintura, con respeto y orgullo.—¿Lo sabes? —Ulva asintio un poco asustada por nosaber que esperar.—Lo siento, es hora de enfrentarla, de terminar esto. —Cael, quien había marchado en silencio desde el amanecer, se acercó. Tenía el rostro pálido, pero determinado.—Yo conozco el camino al C
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Capitulo 52, Hora de la guerra
La bruma se espesaba en los pasillos superiores del Castillo de Hojas. El eclipse artificial, convocado por Selene, giraba lentamente sobre la cúpula del salón central como un ojo celeste observándolo todo. Las raíces que colgaban del techo vibraban como cuerdas de un instrumento afinándose para la tragedia. En lo alto de la torre mayor, Selene caminaba en círculos. Su capa negra, tejida con hilos de sombra y plumas de cuervo, arrastraba un leve silbido cada vez que se movía. Estaba sola, pero no en silencio. Las voces antiguas la rodeaban. Espíritus de hechiceras caídas, de amantes vengativas, de madres sin hijas, todas susurrando al unísono:—¡Hoy se cumple tu deseo! ¡Hoy se rompe la luna!Selene cerró los ojos y alzó las manos. Frente a ella, un espejo de obsidiana mostraba el cuerpo inconsciente de Ulva, tendida en el suelo del laberinto. A su lado, Kaelion intentaba estabilizarla, ignorando que ya era demasiado tarde. La herida no era física. Era espiritual.—Se desmorona desde d
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Capitulo 53, Encuentro con la bestia
La sala del eclipse era inmensa. En el centro, Selene se alzaba como una diosa negra y a su lado, Fenrir. Vestido con una armadura de obsidiana, con la marca de Selene ardiendo en su pecho.Ulva lo miró. Por un segundo, el mundo entero se redujo a ese instante.—Fenrir… —Él no respondió. No frunció el ceño. No bajó la mirada, solo levantó la espada. Selene sonrió desde el trono.—Bienvenida a tu final, Ulva. ¡Ahora sabrás lo que es ser traicionada por lo que más amaste! —Kaelion rugió. La batalla final había comenzado.Ulva se quedó congelada. Cael siempre dijo la verdad, alli estaba Fenrir. El lobo al que había amado con una devoción feroz. Su primer amor real, su primer temblor de pasion. Su primer todo ahora convertido en algo que no reconocía. Su piel endurecida por la marca de Selene, su mirada sin alma, su espada alzada contra ella.—Fenrir… —Su voz era un susurro entre ruinas, pero él no parpadeó. Dio un paso al frente, el eco de su armadura resonando como un tambor de guerra.
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Capitulo 54, Regreso de Fenrir
Fuera del castillo, la manada la esperaba. Rydan y los demás observaban como la torre de hojas colapsaba, cayendo sobre sí misma como una flor muerta. Ulva cayó de rodillas al tocar el suelo. Respiraba, temblaba, pero estaba viva. Kaelion se arrodilló a su lado y la abrazó con fuerza. Todos se acercaron en silencio y cuando la luna real cruzó el cielo despejado, todos alzaron la vista. La noche se había partido en dos. La guerra había terminado, pero las cicatrices... apenas comenzaban a sanar.🌘🌗🌙La llegada al campamento fue como una escena arrancada de un viejo canto de victoria. Guerreros heridos alzaron los brazos, los jóvenes aullaron con fuerza, las ancianas lloraban de rodillas al ver a Ulva cruzar los linderos con la luna llena iluminando su espalda. Una ovación retumbó como un trueno contenido durante siglos. La manada la recibió como la heredera juramentada, como la hija de la luna que regresaba de la muerte con la marca del destino grabada en el alma, pero Ulva no levan
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Capitula 55: Luna contra sombra
Esa misma noche, antes de regresar a su lecho compartido con Kaelion, Ulva se detuvo frente a la tienda donde reposaba Fenrir. El viento soplaba suave, trayendo consigo el aroma de la tierra mojada y el incienso de los sanadores.Abrió el telón con suavidad. Fenrir estaba despierto. Sus ojos, ahora más claros, se encontraron con los de ella. No hubo palabras al principio. Solo miradas que cargaban todo lo que había quedado sin decir.Ulva se acercó y se sentó a su lado. Pasó los dedos por su cabello, por la cicatriz en su pecho.—Te ves mejor. —asegura acercándose a él para verlo mejor.—Cuando apareces, siempre mejora todo. ─Ella sonrió, triste. Se inclinó hacia él. El beso fue suave, apenas un roce. Pero luego vino otro. Y otro. Hasta que sus bocas se buscaron con urgencia contenida. Sus manos se encontraron a medio camino entre el deseo y la culpa.Fenrir la atrajo hacia él con debilidad, pero con intención. Ella se recostó a su lado, con la frente pegada a su pecho.—Aún siento tu
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