Nicola—No hables, —gruñí, mis labios bajando hacia su cuello.Su cuerpo temblaba bajo mis manos, su respiración se aceleraba, y eso solo me hacía desearla más.Mis labios se movían por su cuello, saboreando el calor de su piel, pero entonces algo me detuvo en seco.Un moretón oscuro, un visible contraste en la palidez de su piel, que se asomaba justo donde mis labios estaban a punto de besar. El rastro evidente de otra mano, de otros labios, de alguien que no era yo.—Por suerte para él, está muerto, —murmuré contra su piel.Valentina se estremeció en mis brazos, pero está vez no era por placer, y ese simple gesto me volvió loco. No por el poder que ejercía sobre ella, sino porque no quería que me temiera.—Yo hubiera disfrutado sacarle la piel mientras aún respiraba, —gruñí, las palabras saliendo con una brutalidad que no pude contener.Sabía que no debía decirlo, que no debía mostrarle ese lado de mí, pero no podía evitarlo. El simple hecho de que alguien la hubiera tocado de esa m
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