13. LA ESTRATEGIA DE FILIPO
Ambos se querían como a nada en el mundo. A pesar de haber sido separados de niños… o quizá por eso mismo, se amaban y confiaban ciegamente el uno en el otro. Cristal, finalmente, se detuvo y su hermano, con delicadeza, la bajó al suelo, observándola para asegurarse de que estaba bien. Ella también lo revisó con la mirada, notando cuánto había cambiado. Mi hermano es realmente apuesto... Hace un año que no lo veía en persona. Ahora, así de cerca, veo que ha crecido. Es todo un hombre… y muy bien parecido.—Estás linda, hermanita —le dijo con una amplia sonrisa, mientras la miraba con ternura. —¿Estás bien? —Sí, sí. No me pasó nada, gracias a Dios —respondió Cristal, mientras continuaba observándolo. — ¿Y tú? Has crecido mucho… Estás muy apuesto.
Leer más