Inicio / Romance / Él es mi perdición / Capítulo 41 - Capítulo 45
Todos los capítulos de Él es mi perdición: Capítulo 41 - Capítulo 45
45 chapters
Un beso en la oscuridad
Las puertas del ascensor se abren y el me acompaña a mi oficina, una vez adentro, cierro la puerta con llave porque quiero llorar, quiero dejar de sentir tanto por Jason, ahora sé porqué se fue, porqué se alejó de mí, ahora ya sé porqué decía que no podía quedarse. Es porque será papá.Apago mi luz y me recuesto en el sofá llorando, tomo mi almohada y grito apretándola contra mi cara, evitando que alguien sepa cómo me siento ahora. Soy un estropajo. Soy peor que eso.De pronto siento un ruido pero no le presto mayor atención, continúo llorando, necesito calmarme pero se abre la puerta que da a la oficina de al lado y siento como la cierra con llave. Puedo adivinar quién es pero no quiero levantar mi cabeza de la almohada y sigo llorando.El sólo toca mi cabello y lo acaricia, me deja seguir llorando hasta que me calmo completamente.Una vez que dejo de llorar y consigo levantar mi cabeza, noto su silueta a través del brillo que entra por la rendija de la puerta y la luz que emana des
Leer más
El comienzo de una venganza
Me separo y tomo mi bolso, camino rápido hasta la puerta para no arrepentirme y la abro para irme de aquí, pero alguien me detiene, ahí está ella, frente a mi, mirándome con odio, con rabia y mi maquillaje inexistente dice todo lo que de mi boca no saldrá. De pronto, siento un ruido fuerte y un dolor sordo en mi mejilla. - ¡Eres una maldita zorra! - Me grita después de abofetearme. No sé qué decir, y la verdad es que no sé siquiera si pueda justificar mi comportamiento. Ella es la novia de Jason, la madre de su bebé, la mujer con la que formará una familia y con quién va a casarse supongo, y yo sólo soy la amante, con la que se acuesta cuando tiene ganas. No soy más que una cualquiera. Dios, me convertí en alguien que odio. Tomo mi mejilla con mis mano tratando de aliviar el dolor, pero el dolor del alma no se me pasará. - ¡Jessica! - Jason le grita pero no es culpa de ella, probablemente yo haría lo mismo si viera a mi novio en una sala oscura con su secretaria, lo que me
Leer más
No puedo con eso
- Demasiada alegría, Ormeño.Sonrío solo por lo que aquellas palabras significan. Se muy bien a qué se refiere con eso. Me paro bruscamente y corro hasta sus brazos, no importa la reunión, no importa quienes están aquí, solo importa que aquel hombre está parado ahí.- Mi buen amigo.- Mi mejor amiga.Gustavo me abraza tal cual lo abrazo yo, es un abrazo apretado que demuestra cuánto lo extrañé, cuánto lo necesité este último tiempo. Demonios, si el no se hubiese ido yo jamás habría terminado acostándome con mi jefe, si, para qué negarlo, perdí el rumbo por un tiempo, pero con él aquí me siento segura.Gustavo es mi cable a tierra cuando todo se va al carajo, yo jamás podría poner mis ojos en él de esa forma, lo quiero demasiado pero es como un padre para mí. En cambio, el jefe anterior se metió bajo mi piel y no hay forma de sacarlo de ahí. Rayos, Cooper.Si, no me juzguen, me va a tomar un tiempo dejar de hablar de él, lo amo. Y lo extraño, y aquí abrazada a Gustavo siento una neces
Leer más
¿Que secretos guardas?
Miro a Ulrich y luego a Gustavo, algo me complica sobremanera con toda esta conversación. No me gusta esto.- Toda la razón, Jason no estaría nada contento viendo cómo su personal pierde el tiempo. Ulrick se acerca a mi escritorio y se sienta en mi silla, me mira y luego a Gustavo, levanta una ceja como queriendo decir ¿Qué haces aún aquí? Lo está echando con su mirada, no creí vivir para ver esto.- Si, entiendo, mi pequeña, te veré entonces en una próxima ocasión. – Se acerca y me da un beso en la frente. - Ulrick, te veo en la fiesta de la empresa. - Adiós, Gustavo. – Digo y muerdo mis labios, Ulrick sólo mueve su mano y vuelve su atención a mi laptop llamándome para que me acerque. - Nataly, ven por favor. – Me acerco a él sin siquiera pensarlo.Escucho detrás de mí cómo Gustavo cierra la puerta y yo me siento en la silla que está frente a mi escritorio, pues en mi silla está sentado él. Patudo. - Sólo voy a hacer esta pregunta una vez, no volveré a meterme pero ¿ Tienes algo
Leer más
Su madre
Me acerco para ver si llegó mi sushi y el guardia se acerca a mí. - Srta. Ormeño, esta señora la busca. - Haría la pregunta estúpida de... ¿A mí? Pero no quiero parecer una tonta delante de nadie, así que la omito y solo me remito a lo obvio. - Por supuesto. - El guardia me observa y mueve su cabeza en aprobación.Me alejo del mesón de recepción y me acerco al hall dónde están sentadas en los cómodos sillones blancos que se disponen cómo sala de espera, ahí también hay una mesa de café en color negro, y una alfombra en tonos oscuros, se ve todo tan bello, incluso la planta natural que adorna la mesa. Ese costado tiene vista hacia afuera, pues está rodeado de cristales que permiten ver la calle, pero no permite ver desde la calle.Una vez que llego a su lado, le hablo a ella, no me dirijo a Anya.- Buenas noches, soy Nataly Ormeño ¿En qué puedo ayudarle? – Me agacho para quedar a su altura y tomar su mano, así ella no tiene que levantarse. - Así que tú eres Nataly Ormeño. – La miro
Leer más
Escanea el código para leer en la APP