- Demasiada alegría, Ormeño.Sonrío solo por lo que aquellas palabras significan. Se muy bien a qué se refiere con eso. Me paro bruscamente y corro hasta sus brazos, no importa la reunión, no importa quienes están aquí, solo importa que aquel hombre está parado ahí.- Mi buen amigo.- Mi mejor amiga.Gustavo me abraza tal cual lo abrazo yo, es un abrazo apretado que demuestra cuánto lo extrañé, cuánto lo necesité este último tiempo. Demonios, si el no se hubiese ido yo jamás habría terminado acostándome con mi jefe, si, para qué negarlo, perdí el rumbo por un tiempo, pero con él aquí me siento segura.Gustavo es mi cable a tierra cuando todo se va al carajo, yo jamás podría poner mis ojos en él de esa forma, lo quiero demasiado pero es como un padre para mí. En cambio, el jefe anterior se metió bajo mi piel y no hay forma de sacarlo de ahí. Rayos, Cooper.Si, no me juzguen, me va a tomar un tiempo dejar de hablar de él, lo amo. Y lo extraño, y aquí abrazada a Gustavo siento una neces
Leer más