Todos os capítulos do La Sombra de la Inmortalidad.: Capítulo 21 - Capítulo 30
37 chapters
Parte XII.- Solo una vida.
El proceso para desprenderme de la armadura fue difícil y algo desagradable. El hecho de tener esa cosa ligada a mi alma me hacía sentir como si me estuviera quitando una parte importante de mi cuerpo… casi como arrancarme una mano.Metimos todo en un gran saco y nos dirigimos a la posada. Estaba casi anocheciendo, las calles ya no estaban tan abarrotadas y la mayoría de los puestos y locales estaban cerrados.Al llegar, Sora se abrió paso entre la multitud hasta llegar al bartender.—¡Oye! ¿Dónde está Mary?El bartender lo miró con desagrado.—¿Puedes dejarla tranquila? Ya te dijo que no quiere verte.Me senté al lado de Sora e intenté averiguar quién era Mary, dando un vistazo a los recuerdos de Aldric.Al parecer, Sora había tenido un romance con la hija del bartender, pero no terminó nada bien, esto, principalmente por su mala costumbre de engañar a las mujeres o al menos eso era lo que decían los rumores, ya que al
Ler mais
Parte XIII.- No puedo hacerlo.
Al despertar, Sora ya me esperaba fuera del bar, sentado en las escaleras de la entrada, a pie de calle. Aún era bastante temprano, y apenas había gente en los alrededores.Unos tenues rayos de sol se asomaban entre los edificios. Hacía algo de frío, pero, aun así, se sentía un ambiente bastante agradable.—Despertaste temprano —le dije sonriendo mientras pasaba a su lado, bajando de un salto las tres escaleras de la entrada.—¿Bromeas? Ni siquiera pude dormir, amigo. Los nervios me están matando —respondió mientras se levantaba y se echaba a la espalda el gran saco de equipo qué estaba en el suelo.Me estiré un poco mientras miraba a mi alrededor y exhalaba aire fresco.—Bueno... La verdad es raro verte nervioso por culpa de una chica —dije con algo de dificultad mientras terminaba de estirarme.—Cállate... Ni siquiera sé cómo reaccionará al verme. Seguro me odia —dijo preocupado, parándose a mi lado.—Le das muchas vue
Ler mais
Parte XIV.- No soy bueno para ti.
Sora me siguió, pero al estar ambos del otro lado el se quedó en el suelo, se veía muy asustado y no parecía que se levantaría pronto. Así que, para darle valor, salí primero de aquel jardín de malezas y me dirigí a la fuente, donde estaban todas las sacerdotisas, pensando que con esto lo obligaría a salir conmigo.Al verme, las chicas se sobresaltaron y escuché uno que otro grito ahogado. Rápidamente levanté las manos.—Tranquilas, señoritas. Solo estoy buscando a una amiga.Las chicas dieron un paso hacia atrás, asustadas, pero aparentemente no representé una amenaza para ellas, ya que me hicieron el gran favor de no gritar ni salir corriendo presas del miedo.Di un par de pasos al frente, hasta que una cara conocida se asomó entre el grupo.—¿Aldric? ¿Qué haces aquí?Era Marybeth. Sus hermosos ojos verdes me miraron fijamente y, de inmediato, dirigió su atención hacia mis espaldas.—¿Está todo bien?Era obvio
Ler mais
Parte XV.- Sonrisa.
Caminamos en silencio por las calles abarrotadas de gente hasta llegar al bar.El lugar estaba lleno, como de costumbre. Nos dirigimos a la parte trasera, donde habíamos tenido la reunión con los miembros del comité del torneo. El padre de Mary nos vio pasar desde detrás de la barra; supuse que entendió todo lo ocurrido esa mañana con solo mirar a Sora, pero no nos dijo nada.Sora se desplomó en una silla mientras yo cerraba la puerta.—Lo siento —dijo el chico, cabizbajo.—¿De qué hablas? —le pregunté extrañado mientras me sentaba en una silla al extremo de la sala.—Ella no nos ayudó con las bendiciones por mi culpa.—¿De verdad eso es lo que te preocupa?Sora se quedó en silencio un momento, probablemente reviviendo todo lo sucedido. Por su mirada, parecía estar culpándose por lo que había dicho.No sabía qué decirle; aún era complicado tratar con él. Sentía un aprecio enorme por aquel chico, pero sabía que s
Ler mais
Parte XVI.- No hagas una tontería.
La noche cayó sobre la Puerta oculta, sumiendo la ciudad en un manto de sombras y luces titilantes. El aire nocturno estaba impregnado del aroma a leña quemada y especias provenientes de los puestos que aún permanecían abiertos. Sentado junto a Sora, el viejo Cian y Gallen, repasábamos los últimos preparativos antes de partir hacia el gran coliseo. La tensión flotaba en el ambiente, pero también había un aire de expectativa.—No sabía que también tenías que entrar con nosotros al torneo —dije, dirigiéndome a Cian, el herrero, con curiosidad.El anciano levantó la mirada y esbozó una sonrisa.—Bueno, técnicamente no competiré como ustedes. Pero sí, mi deber será asistirlos durante su participación. No querrán poner sus vidas en manos de un desconocido, ¿o sí? —dijo, cruzándose de brazos con aire desafiante.—No me malinterpretes, me siento más tranquilo sabiendo que tú serás nuestro soporte. Pero… ¿no tienes problema con dejar tirado tu negocio hasta que termine el torneo? —le pregunté
Ler mais
Parte XVII.- Esta por comenzar.
El camino al coliseo fue un tanto ajetreado. La gente se amontonaba para intentar ver a los participantes, con la ilusión de obtener información privilegiada para las apuestas que se avecinaban. Pero, una vez dentro, todo fue más tranquilo. Ahora, sin embargo, podía sentir las miradas de todos los participantes sobre nosotros.El torneo no comenzaría sino hasta el día siguiente por la tarde, así que nos llevaron a una enorme sala donde podríamos dormir y preparar nuestro equipo hasta que subiéramos en la clasificación.—Una sala comunal, ¿eh? —dijo Sora, observando los alrededores con las manos en la nuca—. No es exactamente lo que tenía en mente.—El torneo está por comenzar... Es muy pronto para que puedas exigir lujos —le contesté, sonriendo ante su comentario—. Aún faltan unas 24 horas para que inicie, y veo más de 50 participantes... En promedio, cada año hay entre 100 y 200. Es ilógico pensar que a cada uno le tocará una habitación privada desde el inicio.—Claro... —dijo Sora,
Ler mais
Parte XVIII.- Haré una excepción.
La maqueta de luz se movió al centro de nuestra visión y se agrandó para que pudiéramos verla con más detalle, mientras la voz del enano continuaba explicando.—La prueba se llevará a cabo en una arena de combate de forma circular, pero, como pueden ver, esta representa un bioma que estará en constante cambio. Puede que de un momento a otro pase de unas pacíficas y despejadas colinas a un denso bosque lleno de vegetación. Estos cambios tampoco están limitados a biomas naturales. Lo único que no cambiará en ninguno de los biomas es la plataforma central, que siempre estará elevada varios metros sobre cualquier terreno, otorgando una clara ventaja estratégica.Mientras el enano hablaba, la maqueta mostraba los diferentes biomas que la arena podía adoptar. Como había mencionado, podían ser bosques, desiertos, océanos… incluso en algún momento apareció un entorno artificial muy parecido al interior de un castillo o a una especie de laberinto. En el centro siempre estaba la plataforma con
Ler mais
Parte XIX.- Un gran espectáculo.
La breve explicación de Sora fue suficiente para que entendiera la preocupación de todos en la sala. La competencia ya era peligrosa y difícil por sí sola, pero ahora se sumaba un nuevo factor: la intervención de la Orden. Lo que antes era un desafío mortal ahora parecía convertirse en un juego amañado, donde los participantes no solo lucharían por la victoria, sino también contra reglas injustas y manipulaciones externas.Respiré hondo y miré a Sora, que parecía estar procesando la situación con el ceño fruncido.—Entiendo... ¿Qué quieres hacer? —le pregunté, notando la inquietud reflejada en su rostro.Sora suspiró, desviando la mirada. Su expresión era la de alguien atrapado en un dilema sin solución sencilla.—No lo sé... De por sí, esto ya era peligroso... —murmuró, cruzándose de brazos—. Aunque sigo sintiendo que podemos hacerlo...—Decidas lo que decidas, estoy contigo —dije con firmeza, intentando animarlo.Sin embargo, en lugar de alivio, Sora me miró con incredulidad.—De ve
Ler mais
Parte XX.- La arena de los Caidos.
El ruido de los gritos era cada vez más ensordecedor conforme subíamos. La intensa luz del exterior me deslumbró debido a la penumbra del subterráneo. Cuando mis ojos por fin se acostumbraron, pude ver claramente lo que me rodeaba. Me di cuenta de que la sala en la que habíamos estado hace un momento era pequeña en comparación con el terreno que veía ahora. Era un bioma de pradera; las amplias y despejadas colinas se extendían a lo lejos hasta toparse con las enormes murallas, donde estaban las gradas del público. Era un pésimo lugar para comenzar, y al parecer, así estaba diseñado a propósito, ya que todos los participantes estábamos frente a frente, formando un círculo a una distancia no mayor de diez metros. Además, el paisaje que nos rodeaba prácticamente no ofrecía ninguna cobertura decente, solo algunos bloques de concreto repartidos en las orillas. El suelo apenas tenía el césped correspondiente al bioma que se veía en los alrededores. Volteé a mi alrededor, tratando de buscar
Ler mais
Parte XXI.- Gloria en la victoria...
El público seguía vitoreando al campeón de los paladines, así que el presentador tuvo que levantar la voz para continuar la presentación.—Dejamos lo mejor para el final, damas y caballeros—dijo aquella voz con un tono más misterioso para provocar lo que parecía una dramática presentación. La gente se quedó callada, esperando la revelación de aquella voz. —Los rumores eran ciertos. ¡Después de más de 300 años, tenemos entre nosotros al único mago ofensivo conocido después del legendario Eryndor El'vanar!—De repente, sentí un nudo en el estómago; sabía que se trataba de mí y no sabía qué debía hacer.Gallen y Cian siempre decían que era importante ganar el favor del público, y ahora que se darían ventajas en función de eso, era obvio que importaba mucho más en esta ocasión.—Desde el pequeño poblado de Ironhelm les presento, al hechicero elemental: ¡Aldric Hawke!—gritó aquel hombre, anunciándome.Solo pude dar un paso al frente y me quedé prácticamente congelado. La respuesta del públi
Ler mais
Digitalize o código para ler no App