CAPÍTULO 17. Sin amor, sin perros, sin hijos
CAPÍTULO 17. Sin amor, sin perros, sin hijosUn minuto después se habían quedado solos, y tanto el abuelo como Daniel tenían la decepción retratada en los rostros. Por alguna razón que Scott tampoco podía entender, para él también era un poco decepcionante, la diferencia era que él ya no podía darse el lujo de esperar ni un solo minuto más. Así que cuando ese día terminó, se subió a su Ferrari y se apareció en la puerta de la casa de Alexa.Pasó saliva cuando la muchacha le abrió, enfundada en un vestidito corto y vaporoso de andar por casa.—Ya te dije que no, Hamilton, deja de molestar —fue el recibimiento de Alexa, pero antes de que pudiera cerrarle la puerta en la cara, la mano de Scott Hamilton se cerró sobre su brazo y la detuvo.—¿Puedes dejarme pasar un momento? —pidió mientras la miraba a los ojos—. Esto es importante.Alexa pasó saliva, sabía que todo, absolutamente todo en el resto de su vida dependía de lo que lograra en aquel instante. Debía casarse con Scott Hamilton a c
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