Joseph Torres, el astuto dueño del geriátrico "Último Amanecer" y del "Laboratorio JT", manejaba su imperio con una mezcla de manipulación y amenazas. Mientras otros veían al laboratorio como una empresa en crisis, él lo consideraba una herramienta clave para mantener el control sobre los médicos y las decisiones médicas del geriátrico. Sin embargo, en su búsqueda de poder absoluto, Joseph también ejercía su control en su hogar, particularmente sobre su esposa Mari.Desde su lujoso despacho, Joseph analizaba los informes financieros con una satisfacción particular. Su mundo de mentiras parecía estar bajo control, pero algo en su instinto le decía que debía mantenerse alerta. Aurora Sáenz, una doctora comprometida, y Álvaro Méndez, un enfermero recién llegado, habían empezado a levantar sospechas sobre las inconsistencias en los resultados de los análisis del laboratorio.Aurora, siempre diligente, había sugerido cambiar de laboratorio tras la muerte de una paciente, Ana Sánchez. Pero
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