Las horas pasan y no me siento mejor, no sé si he creado una adaptación a la medicina o realmente ha dejado de funcionar, pero el malestar ha continuado y no sé qué hacer, porque ni siquiera tolero la comida.— Señora Barack, debe salir a comer, ha pasado todo el día en su habitación.— Estoy bien, solo quiero estar encerrada.— Axael, es tu casa, no necesitas ser prisionera de tu propia casa solo porque te dije que te fueras o murieras.— Señor Barack, lo mejor es que usted descanse, hemos hablado mucho y la verdad, no tengo energía para tolerar sus cambios abruptos de emociones.— Aunque te mostré un arma, no lo hice con enojo, si fuera así, te habría disparado y no lo hice porque me agradas.‘Este hombre no ayuda, yo me siento mal y él está empeorando todo con su insistencia para que salga.’ Me quejo mentalmente.
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