Por fortuna, el viaje ocurre tranquilamente respecto a la seguridad, pero, mi malestar se mantiene y ya ha empezado a preocuparme porque si sigo así, Maximiliano no permitirá que yo este de viaje cuando estoy tan mal.
— Axael, ¿Cómo te sientes ahora?— Ya va a llegar la hora para recibir la medicina, aceptaré la inyección para que su efecto se muestre más rápido.— Ojalá el mareo solo sea por la turbulencia del avión. — dice Maximiliano abriendo la puerta del auto.— No creo que sea eso, pero, ojalá me equivoque. — susurro mientras Maximiliano me ayuda a subir al auto porque no me atrevo a abrir los ojos durante mucho tiempo debido a ese brillo molesto.Maximiliano sube al auto después de ayudar a su padre a subir y por eso, solo somos los cuatro los que nos marchamos hasta la casa que está lejos de todo, incluso del bosque. Solo estMaximiliano está de acuerdo con su padre y por eso, caminamos hacia la habitación donde puedo ver la hermosa piscina gracias a la pared de cristal que hay con un acceso directo a esta.— Si no deseas ver la piscina, las cortinas puedes cerrar llamando a Alexa, ella te hará lo que desees. — dice Maximiliano y yo me aturdo al ver lo lujosa que es la habitación aunque la parte externa de la casa se veía del siglo pasado.— Es hermoso.— Fue adecuada a las necesidades tecnológicas de este siglo mezclado con el arte del año 1700 que fue el año en que esta casa fue construida. — explica Maximiliano.— Me gusta. — susurro.Ni siquiera vendiendo todos mis órganos podría ahorrar suficiente dinero para pagar una noche en un lugar tan majestuoso, así que, disfruto completamente mi tiempo aquí mientras entro al baño maravillándome p
Mis palabras tensionan el cuerpo de Maximiliano y por eso, me alejo un poco para correr lejos de él, porque realmente estoy muriendo de la vergüenza. Pero, sus brazos me abrazan con fuerza y yo siento como mi corazón se acelera y no precisamente por mi problema cardiaco.— Maximiliano…— ¿Qué acabas de decir?— Por favor, no me hagas repetirlo. No quiero aumentar mi vergüenza.— ¿Por qué te avergonzaría decirle a tu esposo que te estás enamorando de él?— Te lo dice una moribunda. — corrijo y eso hace que él me haga girar tan rápido que me mareo un poco.Sintiendo que el mundo se me puede oscurecer y no despertar por un tiempo, cierro los ojos deseando que mi cuerpo se adapte rápido a esto, porque quiero y necesito hablar con él sobre lo que siento.— Lo siento, se me olvidó por completo que es
Su beso es justamente la medicina que necesito, porque aunque mi corazón duele y mi cabeza sigue doliendo un poco, todo mareo, ganas de vomitar o malestar general desaparecen para abrirle el paso a todas las sensaciones que sus toques y besos me hace sentir.Maximiliano no piensa contenerse, lo sé porque la forma en que aprieta con fuerzas mis glúteos, pechos y piernas, me dicen que no hay manera de detenerse y yo no le pediré ello. Porque deseo satisfacerlo.— Me estás enloqueciendo, mujer. Estoy enloqueciendo. — dice él mientras me besa por todo mi cuerpo.— Sacia tu necesidad, por favor. Te lo pido. — digo sintiendo que es está la medicina que necesito para sentirme bien.Por eso, cuando me lleva a la cama y comienza a desvestirme, no siento miedo, si no placer, mientras imploro que no surja un nuevo síntoma que arruine las cosas. Pero, poco es el tiempo que duro en eso, porque sus
Despierto con el malestar apoderándose de mí, así que, salto de la cama corriendo hacia el baño donde libero incluso lo que no he comido. Al poco tiempo, unas manos recogen mi cabello mientras continúo vomitando, porque no puedo detenerme.— Tranquila, todo pasará. — dice Maximiliano acariciando mi espalda con delicadeza.— Vete, esto es asqueroso.— Cariño, has visto como caen a nuestro alrededor cuerpos sin vida y sigues aquí, vomitar, que es algo dentro de lo permitido en la vida, no es algo terrible y asqueroso como eso. — dice Maximiliano.— Creí sentirme mejor después de estar contigo sin sentir malestar, pero ha vuelto.— Dormiste mucho y no te quejaste mientras dormías, así que, seguramente has mejorado, solo que no con la rapidez que esperas. — dice Maximiliano.Él es quien presiona el botón para que
Esto es una completa locura, Maximiliano no conoce límites, la empleada doméstica quiere quitarme a mi esposo y mi suegro celebra cuando golpeo a su hijo, sin duda, somos una familia muy loca.— ¡Axael, golpeas duro! — grita Maximiliano acariciando su cabeza.— ¡Por supuesto que debo golpear duro, solo así vas a aprender la lección! — digo lista para golpearlo otra vez.— Lo siento mucho, ¿sí? Pero no me golpees, creo que me abrirás la cabeza si vuelves a pegarme. — dice Maximiliano quejándose.— Creo que sería buena idea ver tu cabeza abierta, para saber lo que tienes adentro y te impide actuar como corresponde.Los dos miramos mal a su padre y este parece inmune a las miradas asesinas porque se quita la camisa y entra a la piscina sin preocuparse por nosotros.— Padre, sin duda eres alguien sorprendente. — dice Maximiliano a
Ella me observa sorprendida e incluso, mira a su alrededor quizás esperando que alguien pueda ayudarla. Pero, aun estando hecha un desastre por enfermedades que pelean por quien me matara, me levanto y miro a la mujer que tiembla.— Señora…— ¿Por qué lo hiciste? Te estoy dando la oportunidad de ser sincera conmigo. — digo con frialdad.— Si soy sincera van a matarme.— Tal parece que es eso lo que quieres, porque yo también puedo dar esa orden.— No es justo. Usted es una mujer que está muriendo y tiene a un hombre adinerado, yo llevo años implorando por una oportunidad con él y usted la obtiene apenas aparece.>> Es un desperdicio para el señor Barack tener a una mujer que no va a vivir mucho tiempo, por eso, fingí ser buena con usted y seguirla en las locuras que se le ocurriera, para que quisiera tenerme a su lado, pero, lógi
Me despierto aturdida y muy desorientada, pero, unas manos conocidas se aferran a mis manos acompañándome incluso cuando no estoy consciente de lo que pasa. Mis ojos intentan adaptarse a la luz y yo siento que mi corazón cae a mis pies al ver que estoy en una habitación de hospital.— ¿Qué sucede, señor Barack? — pregunto confundida.— Oh, mi niña, finalmente has despertado. — dice el señor Barack.— Les dije que no quería ser internada, ¿acaso no comprenden que no quiero pasar mis últimos meses de vida en una habitación donde solo disminuyen levemente mi dolor pero no me curan? — pregunto con molestia.— Eso le dije a tu esposo, pero es terco. Además, nos asustamos porque te golpeaste la cabeza cuando caíste la primera vez y después de eso, el desmayo… no sabíamos cómo tolerarías la
Quiero decir muchas cosas, gritarle al ser encargado de proporcionar suerte a los humanos, porque sin duda, ninguno de los dos ha tenido alguna. Yo por enfermarme tan terriblemente y a él por encontrarse conmigo e interesarle.— Estaré bien, incluso aunque muera ahora todo estará bien, así que, no sufras innecesariamente, esposo.— ¿Cómo puedes decir algo así cuando todo se ha complicado?— Bueno, eso es algo que puede pasar, me lo advirtieron. — digo sonriente para que él intente tomar las cosas con calma.‘Lo hicieron, pero no creí que sería tan pronto, no es justo.’ Me digo mentalmente.— ¿Cuándo te dijeron eso? ¿Por qué fuiste al doctor y no me dijiste? — pregunta Maximiliano enojado.— Me lo dijeron el día que nos conocimos, Maxi. Ese día supe que el camino no sería sencillo y p