Daniela esperaba y esperaba en el lujoso automóvil, pero no recibió ninguna respuesta de Diego. Todos sus mensajes de WhatsApp habían caído en un pozo sin fondo.¿Por qué no respondía?Daniela se sentía un poco angustiada.Esteban la miró y sonrió: —¿Diego no te ha respondido los mensajes?Daniela resopló: —¡Papá, te estás burlando de mí!Y efectivamente, Esteban se estaba riendo de ella: —Lela, ya te lo dije, no puedes controlar a Diego. En cambio, con alguien como Mauro, si encuentras la clave para manejarlo, podrías controlarlo toda la vida.Esteban estaba hablando en términos filosóficos.Daniela respondió: —Papá, no me gusta Mauro, ¿para qué querría controlarlo? No me subestimes. Ya verás, definitivamente conquistaré a Diego.Esteban soltó una risita y no dijo nada más....Pronto llegó el día de la operación. La enfermedad cardíaca de Luciana había sido una preocupación constante para los Méndez, así que ese día toda la familia asistió.Marcela, Ángel, Catalina, Fabio, Renata e i
Ler mais