Capítulo 81: Felicidad.
Una semana después...El hospital se había convertido en la segunda casa de Enzo. Se negaba a irse, a pesar de que su familia insistía en que descansara. Brooke aún no despertaba, pero había mostrado pequeños signos de mejoría: un ligero movimiento en sus manos, una respiración más estable, un cambio en los monitores que indicaba que su cuerpo estaba luchando por regresar.Cada día, Enzo se sentaba junto a su cama, tomaba su mano y le hablaba. A veces le contaba recuerdos felices; otras, simplemente le susurraba cuánto la amaba y cuánto la necesitaba. En las noches, agotado, terminaba dormido con la cabeza apoyada en la cama, con los dedos entrelazados con los de ella.Robert, Malenie y Matthew entraron esa tarde para insistir, una vez más, en que descansara.—Esto no puede seguir así, Enzo —dijo Robert con un suspiro—. Necesitas ir a casa al menos unas horas.—Estoy bien —respondió él sin apartar la vista de Brooke.—Pareces un maldito zombi —añadió Matthew, cruzado de brazos—. Brook
Leer más