Camila:Ha pasado un mes desde la última vez que miré a Chase; desde que lo destruí, lo reducí a cenizas ante mí. Creo que tomé sus palabras demasiado en serio. Aunque él no lo dijera, sé que estaba sufriendo tanto como yo; lo podía ver en sus ojos, en las veces que me hacía la dormida y él estaba ahí, en las penumbras de la noche, cuidando de mí. Él lloraba y se lamentaba, eso me estaba matando, porque el simple hecho de tenerlo cerca me asfixiaba, suprimía todo el oxígeno de mi sistema, reemplazando todo lo que siento por él, en miedo.Aquel día en la azotea, ni siquiera pensé en lo que estaba haciendo, mi corazón se sentía tan roto, tan punzante, desgarrando cada parte de mi alma con sus afilados pedazos.Cuando llegamos al despacho de Mazón, simplemente entré a su oficina, lo saludé, charlamos un poco, después le dije lo mucho que lo amaba y que jamás olvidaría todo lo que hizo por mí, me retiré con la excusa de que iría al baño y terminé cediendo a mis pensamientos intrusivos.En
Leer más