—Nunca —aclaró él tan rápido como pudo—. Los lobos no nos casamos, o por lo menos no es común hacerlo, a algunas hembras si les gusta todo eso de la boda humana pero a las demás les da igual o no están lo suficientemente convencida de hacerlo —gruñó por lo bajo él—. Para nosotros basta… la marca —añadió mirando el mordisco que Acheron me había dado en el cuello y supe que se trataba de eso así que enrojecí sin remedio. —Y esta ‘’marca’’ ¿De qué va? —Normalmente los machos queremos mantener el control sobre las hembras, nuestra hembra, quiero decir, así que la única forma es marcarla. Cuando lo hacemos nuestro olor está en su cuerpo esto hace ver a los demás machos a quien pertenece esa hembra, cuando otro lobo percibe el aroma no puede acercarse, de no ser así presenta un desafío para el lobo que la marcó. El tema de la marca empezó a dar vueltas en mi cabeza, tanto que casi terminé mareada ¿Acheron quería alejarme del resto de hombres?¿Fue así como terminó peleando con Drey ese dí
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