—¿Espacio? ¿Qué quieres decir con eso? —Sus palabras se atoraron en la garganta.Dejó pasar un trago grueso de saliva, pues, sentía que su respiración estaba fallando. Las dudas invadían su mente, pues, claramente lo que hizo no tenía perdón, ¿cierto? Ella solo aceptó el trabajo, era eso, no significaba que llegara a sentir de nuevo algo por él.Astoria jugueteó con el borde de su copa, evitaba su mirada, sus ojos estaban fijos en algún punto de la mesa, intentaba poner todos sus pensamientos en orden, no sonar brusca, ni pusilánime.Tomó una decisión, esa que era la mejor para ella, para ambos. Se rehusaba a volver a atravesar lo mismo, sin velar por lo que de verdad quería, lo que necesitaba para poder estar en paz consigo misma.—No es que no quiera estar contigo… pero después de todo lo que ha pasado, siento que es arriesgado seguir en esta casa. No me malinterpretes, no es por ti… —dijo rápidamente, viendo cómo él tensaba los hombros, estaba tieso como una roca—. Es solo que nece
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