49. A la inversa
En las noches, Hellen se dedicaba a su hermana Hellan, ayudándola con los preparativos para ingresar a la universidad. A pesar de las circunstancias, Hellan mantenía su entusiasmo por comenzar esta nueva etapa académica. Había hecho un sacrificio de su alma y estaba decidida a brindarle todo el apoyo necesario. Hablaban por videollamada con Howard, el hermano que había quedado en casa, intentando mantener a la familia unida a pesar de la distancia. Sus conversaciones eran un ancla emocional, recordándoles que, aunque estaban lejos, no estaban solos. Para facilitar su adaptación al nuevo país, contrató a una profesora de alemán. Aunque el idioma era difícil y apenas estaban empezando, cada vez daban pequeños progresos que las animaban a seguir adelante. Las lecciones eran interesantes y enfocadas, pero fundamentales para integrarse en su nueva vida en Alemania.Además, decidida a ganar independencia y movilidad, Hellen compró un auto después de memorizar los caminos hacia el hospital,
Leer más