(Punto de vista de Arielle)“¡Mierda! Vamos a llegar tarde”, maldijo Jared mientras se ponía la camiseta.Me reí con ganas, viéndolo lloriquear como un niño. “Bueno, si no hubieras estado tan necesitado en el baño, no llegaríamos tarde”, bromeé.“No puedes culparme, querida esposa. Eres demasiado irresistible”, dijo, y yo apreté los labios para no sonrojarme. Intenté no recordar el sexo en la ducha, porque me sonrojaría aún más. Jared había sugerido un rapidito, y acabamos yendo por la segunda ronda, y casi íbamos por la tercera de no ser por mi oportuna intervención.“Pues tienes que aprender a hacerlo”, le dije y me acerqué a él, dándole la espalda. “Ven, ayúdame con la cremallera”.“Estás preciosa con este vestido rojo”, me halagó Jared mientras trabajaba en la cremallera.“Gracias…”, iba a decir, pero me quedé sin aliento cuando sentí sus dedos recorriendo mi espalda.“Podríamos saltarnos la fiesta, ¿qué opinas?”, susurró.“Digo que me subas la cremallera y te guardes las m
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