Y tras aquel jocoso comentario, la ronca carcajada del menor se hizo resonar. Por supuesto, no dejando de ser excitante para los oídos del joven profesor, quien, sin ningún tipo de inhibición, cogió la erección entre sus manos y le otorgó un par de leves masajeadas. Los ojos marrones cerrándose mediante el toque se prolongaba, y sus labios separándose para, por consiguiente, dejar salir unos apenas audibles jadeos.- Uhm, - soltó, su observación volviendo a ser efectiva cuando notó que, desde luego, no podría perder de vista la fabulosa paja que le regalaba su profesor favorito porque, se trataba de una de sus fantasías. De inmediato su cuerpo se colmó de sensaciones; las emociones acarreándolo de un lado a otro y el sentimiento vivo aflorándose cada vez más. Necesitaba follar a Sean, y tendría que hacerlo rápido-. No sabes cómo me siento en este momento, siempre soñé con que algo así sucediera.- Me alegra que se te haya cumplido, entonces - respondió casi de inmediato, su voz salien
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