El café estaba tranquilo y acogedor, el aroma del café recién hecho llenaba el aire. Mielle estaba sentada en una mesa pequeña cerca de la ventana, esperando pacientemente a que llegara Melissa.Después de unos minutos, sonó la campana que estaba sobre la puerta y Melissa entró en el café. Observó las mesas y, cuando vio a Mielle sentada sola, se acercó con paso seguro."Hola." saludó Melissa mientras se sentaba frente a Mielle, con una sonrisa educada en el rostro. Ya podía sentir la tensión en el aire. "¿Querías hablar conmigo sobre algo?""Gracias por aceptar mi invitación, pensé que no aceptarías, pedí un café descafeinado para ti, ¿no te importa?" preguntó Mielle levantando suavemente su taza, sabía que Melissa no podía tomar cafeína."No, para nada." respondió Melissa, con una sonrisa un poco forzada. Le había sorprendido un poco que Mielle la hubiera invitado a reunirse, pero tenía la sensación de que tenía algo que ver con Gabriel. Bebió un sorbo de café descafeinado. "Entonc
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