Todos los capítulos de Vidas Cruzadas: Casada con el heredero equivocado: Capítulo 71 - Capítulo 80
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71- Igual a tu madre
EMMA Ese rostro... Ese rostro... ¿Dónde he visto antes esa cara? Se que lo he hecho. Esto es en lo único que puedo pensar, mientras me muevo frenetica por el salón evitando tropezar con el resto de invitados, a la vez que intento seguir a la mujer. que he visto antes No sé quién es, ni siquiera le di un vistazo completo, pero tampoco sé cómo explicar la sensación de familiaridad que ha despertado en mi el simple vistazo que le he dado. Mis ojos se mueven desesperados de un lugar a otro y siento como mi corazón martillea con fuerza en mi pecho. No entiendo porque me siento asi, pero la necesidad de buscar a la mujer es enorme.Sin emabrgo, hay demasiadas personas en el salón y antes de darme cuenta estoy en la mitad de todos y la mujer no se ve por ninguna parte. ¿Es posible que lo haya imaginado?Aún confundida, regreso sobre mis pasos y nuevamente paseo mis ojos, solo que esta vez es buscando a Damian. Quiero que la velada acabe de una vez por todas para irnos de aquí. La llega
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72- Tu papel de niñero
EMMA— Tienes los mismos ojos que ella, querida. Eres igual a tu madre.Las palabras de la mujer resuenan en mi mente como un eco interminable. Siento un escalofrío recorrerme de pies a cabeza, y mi corazón comienza a latir con fuerza. ¿Qué quiere decir? No puede estar hablando de Leronord porque, por ahora obvias razones, no compartimos rasgos físicos. Entonces ¿A qué se refiere cuándo dice que conoce a mi madre? Trago saliva y con la voz algo temblorosa, pregunto: —¿A qué se refiere? ¿De quién habla?La mujer, con una sonrisa serena, se mira en el espejo mientras se acomoda un mechón rebelde de cabello canoso. Su expresión es tranquila, como si acabara de contarme algo mundano y no un hecho capaz de poner mi mundo de cabeza. —De tu madre, niña. Son los mismos ojos grises, los reconocería en cualquier parte.Adrenalina y emoción se mezclan en mi interior. ¡La conoce! Mi mente se llena de preguntas mientras doy un paso más hacia ella. —¿Mi madre? ¿Conoces a mi madre?Sin embargo
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73- Estoy lista
DAMIÁNCuelgo la llamada con Alex y siento que una corriente de electricidad me recorrerá. Finalmente lo tengo . Las pruebas para destruir a Victoria están en mis manos. Cada pieza del rompecabezas encaja, y ahora, solo es cuestión de tiempo para que todo colapse a su alrededor.Esto debería hacerme sentir eufórico, debería llenarme de una emoción avasalladora. Este es el momento que esperaba por años . Sin embargo, no siento ni la mitad de la satisfacción que imaginé. Sí, estoy expectante, pero esa emoción visceral que pensé que me consumiría no está presente.En cambio, algo me inquieta, algo que me hace cuestionar mis próximos pasos. Me imaginé que, llegado este punto, estaría listo para terminar con todo y largarme de aquí. Pero ahora, esa idea de irme no resulta tan atractiva.Y como si el universo quisiera burlarse de mi contradicción, la voz de Emma me saca de mis pensamientos.—¿Qué pasa, Damián? —pregunta, su tono suave y susurrante, cargada de genuina preocupación.Mis ojos
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74- Quiero al lobo
EmmaDecir que estoy nerviosa ahora mismo sería quedarme corta por completo. Nerviosa no es ni cerca la palabra correcta para describir la forma en que me siento. El corazón me está latiendo con tanta intensidad que siento que puedo escucharlo en mis propios oídos, el cuerpo entero me vibra como si estuviera llena de electricidad y mi feminidad se siente tan despierta que no sé cómo demonios estoy caminando.Nunca antes me había sentido de esta forma, mucho menos sin que un hombre me pusiera un solo dedo encima, pues hasta ahora Damian no me ha tocado.Pero no es necesario que lo hiciera, la forma en que me miraba mientras bailaba, la oscuridad en sus ojos que parecía acariciarme, eso es suficiente para despertar hasta el más pequeño de los nervios en mi cuerpo.Su mano sosteniendo la mía mientras me guía a la habitación es lo único que me mantiene en píe, y el hecho de estar caminando solo con mi braga minúscula, no ayuda en nada.En el instante en que cruzamos la puerta y él se gira
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75- Pequeño héroe
DamianLa luz del amanecer se filtra por las cortinas del dormitorio, iluminando tenuemente la figura dormida a mi lado. Emma está acurrucada contra mi pecho, con la sábana cubriendo apenas su cuerpo desnudo. Su respiración es suave y pausada, y puedo sentir el calor de su piel contra la mía.A pesar de la calma que emana de ella, yo no consigo dormir más de un par de horas. Mi mente sigue atrapada en las palabras que me dijo antes de quedarse dormida:—Creo que me estoy enamorando del lobo.Había esperado este momento desde que tracé mi plan. Quería que confiara en mí, que se pegara a mí lo suficiente como para ser un peón esencial en mi juego. Y aún así, escucharla decirlo en voz alta, con esa sinceridad en su tono y la entrega en su mirada, ha dejado una sensación extraña en mi interior. Una sensación que no puedo comprender.Debería sentirme victorioso, pero en lugar de eso, hay una inquietud que me corroe. Saber que llegará el momento en que todo se revele y que posiblemente me
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76- No voy a decepcionarlo
EmmaLos últimos dos días los he sentido como si estuviera volando en una nube… en medio de una turbulencia.Pues si bien las cosas entre Damian y yo han estado increíbles, y no me refiero solo al ámbito sexual, el cuál ha sido toda una revelación para mi, edemostrandome que, tal como Damian me dijo, no hay ningún problema en mi y mucho menos en el sex0. Más bien el problema era con quién lo paracticaba... Pero no es a eso que me refiero, sino al hecho de que él parece estar mostrando una parte juguetona y divertida que no había visto y que hace contraste con el dominante, peligroso y enigmático de siempre.Sin embargo, hay un detalle que tiene mi cabeza confundida, es como si tuviera una espina incrustada en el pie que por más que la saco el malestar no se va, y tiene que ver con la conversación sobre mi cicatriz.Y es por eso que incluso ahora mientras vamos en el ascensor de la empresa rumbo a una reunión con los directivos, que mi cabeza sigue pensando en el momento en que le hab
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77- Te aseguro que no te va a gustar.
EmmaLa sala de juntas es espaciosa, dominada por una mesa larga de madera oscura rodeada de sillas ergonómicas. Damian está en la cabecera, irradiando autoridad, y me hace una señal con la cabeza para indicarme que me acerca y me siente a su lado derecho. Siento varias miradas incómodas clavándose en mí, pero decidió ignorarlas.Mi kurada recorre la mesa y noto que a la izquierda de Damian están los jefes de área: marketing, finanzas y operaciones. Sin embargo, también veo a alguien que no esperaba: Jhon. Pero no debería impresionarme tanto, pues aunque ya no es el presidente, sigue siendo accionista, lo que le da derecho a estar aquí.Eso no evita que mi estómago se revuelva al verlo sonreírme con una arrogancia que me resulta nauseabunda.—Vaya, la señora Williams ahora también da asesorías estratégicas —dice con sarcasmo apenas me siento. Su tono es lo suficientemente alto como para que todos lo escuchen, y noto cómo Sarah, la jefa de marketing, baja la mirada con incomodidad.Da
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78. Es mucho peor
DamianLos hilos se han estado moviendo con más rapidez de lo esperado, pues luego de la caída de Jhon, todo ha venido como bola de nieve, y es por eso que me he inventado una conferencia en dónde no solo estarán socios y directivos de la empresa, sino también grandes personalidades del gremio.Todo con la excusa de hacer el primer barrido de la empresa desde mi posicionamiento y hablar de los próximos lanzamientos y es por eso que ahora estoy frente al espejo, ajustando la corbata de mi traje negro con precisión mecánica. Cada movimiento refleja la rutina de años, pero hoy no puedo evitar sentir un peso adicional en los hombros, una carga invisible que acompaña la de siempre y que no estaba ahí. Alex, quién ha decidido venir para llegar juntos, está detrás de mí, sentado en el sillón con una sonrisa maliciosa y un sobre en la mano. Dentro de ese sobre están las pruebas que vinculan a Victoria con la muerte de mi madre. Pruebas que durante años pensé imposibles de encontrar, y ahor
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79- Mi madre
DamianLa cara de desconcierto que tiene el infeliz ahora mismo solo me llena de regocijo, sin embargo puedo notar la mirada inquisidora de Emma sobre mi, pero me niego a mirarla, en especial porque no voy a decirle nada.Arthur me observa con intriga, pero antes de que pueda decir cualquier cosa soy salvado por la campana cuando el anfitrión anuncia mi nombre por el micrófono. Camino con Emma y la dejo en la mesa principal en donde Alex, Melissa y para mi sorpresa, Tomas de encuentran. Los aplausos llenan la sala, y camino hacia la tarima sintiendo los ojos de Emma mirándome desde su lugar, sus ojos llenos de curiosidad y un toque de preocupación que debo ignorar. No es momento para pensar en Emma.El murmullo de la sala se desvanece cuando empiezo a hablar. Por lógica no pienso soltar todo desde el inicio, voy primero a endulzar a la audiencia y es por eso que comienzo con un discurso profesional, destacando mi rol como nuevo presidente y los desafíos que hemos enfrentado como emp
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80- Puedo hacerlo
EMMALos gritos de sorpresa y los flashes de las cámaras inundan el salón. La policía entra en tropel, y yo me quedo congelado mientras los agentes caminan con firmeza hacia Victoria Blackthorne. A pesar de que siempre ha tenido esa aura de control y elegancia, ahora parece vulnerable, tensa, como una estatua a punto de desmoronarse.—¡Esto es un error! —grita, su voz se quiebra en los bordes mientras intenta mantener la compostura. Su rostro, siempre impecable, está rojo de rabia, y sus manos tiemblan cuando señala a Damian—. ¡Él lo manipuló todo! ¡Esto es un montaje!Miro a Victoria, pero no puedo concentrarme en sus palabras porque los ojos de Arthur Blackthorne, el patriarca, capturan mi atención. Este no refleja la misma furia de ella. No, lo que veo en su rostro es algo distinto: sorpresa, incredulidad... y miedo. Pero lo más desconcertante es cómo mira a Damian. Es como si estuviera viendo un fantasma.Los periodistas enloquecen, gritando preguntas que se pierden entre el bull
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