Despierto en mi cama en Seul la alarma de mi teléfono suena, estoy sudando y aterrada un dolor inmenso invade mi cabeza como si me hubiera golpeado fuerte. Tuve ese sueño extraño pero fue tan vivido que mis lagrimas escurren de mis ojos y mi cuerpo tiembla. Apenas logro prepararme para la oficina.Nolan esta en el auto esperándome, cuando lo veo me derrumbo en sus brazos. No me pregunta nada solo se limita a confortarme como si entendiera el dolor que siento, me duele el corazon, estoy aterrada sin razón. Acaricia mi cabello, y me aferro fuerte a su cuerpo, solo su fragancia me hace poder respirar.Cuando logro recomponerme, sin decir una palabra avanzamos a la oficina. Tengo un día ocupado y pasa rápido. Al salir Nolan me espera, es extraño que no me pregunte que sucedió, agradezco que no lo haga porque no tengo como explicarlo. Vamos a cenar y platicamos de cosas vagas, todo el tiempo ha estado sujetándome como si fuera a perderme. - No pude dormir, podrías pasar la noche conmigo.

Es domingo nuestra última noche, me siento inquieta y ya lo extraño aunque puedo sentir su respiración en mi cuello. No puedo dormir Nolan me abraza por la espalda, miro la ventana al costado y esta lloviendo. La noche es tranquila pero me siento inquieta. Con cuidado quito el brazo de Nolan que me rodea, salgo de la habitación para dirigirme a la cocina quizás un té me ayude.Han pasado unos minutos el agua hirvió y me servi en una taza, me acerco a la venta para ver la lluvia. Tengo ambas manos sujetando mi taza mientras observo el río Han a través de una ventana con gotas de lluvia, tengo los pies descalzos y las luces apagadas. Mi corazón se ha calmado y tengo la mente en blanco, solo disfrutando de mi delicioso té.- ¡NOOOO! ¿Dónde estás? - escucho un grito desde la habitación.Apenas me giro para ir a ver, cuando observo a Nolan desesperado como si hubiera perdido algo valioso, recorre el espacio con la mirada. Se sujeta el cabello como si estuviera a punto de enloquecer, su res

NOLANSiento la presión en el pecho como si hubiera vuelto a vivirlo, se que desde que nos reencontramos Casandra ha tenido pesadillas. Es el precio de recuperar sus recuerdos, pero solo el pensarlo me duele. Entiendo su miedo y como su cuerpo reacciona, el mio también lo hace, en nuestra última vida no llegue a tiempo, en cuanto asesine al imbécil del capitán que la escondio de mi, tome a mis hombres y cabalgue a la casona donde la tenían, mi amada Amalia así se llama en esta vida, la vi por primera vez cuando el emperador llego desde Francia, yo era un diplomático amigo personal del emperador lo conocí en sus viajes y cuando le ofrecieron la corona decidí venir sin pensarlo, era ella llamándome, la vi cuando entramos a la ciudad, vestida de rosa sus hermosos ojos sonreían por si mismos. La vi entre la multitud del brazo de dos señores a los cuales se parece, envie a mi hombre de confianza a investigar, es la única hija de un oficial retirado tiene 16 años y desde que debuto el año p