DanteLa noche es un refugio inquieto para mí. Me recuesto en la cama, pero el sueño no me concede tregua. En cuanto cierro los ojos, las imágenes comienzan a surgir, como si una puerta oculta en mi mente hubiera sido abierta sin permiso. Veo escenas difusas, fragmentos de un pasado que había olvidado, o quizá algo que Luna, por algún motivo, me había hecho olvidar.Al principio, las visiones son incoherentes: un rostro familiar, la risa distante de alguien que alguna vez amé, y luego el dolor… siempre el dolor. Siento el peso de una traición antigua que no logro comprender del todo. Me despierto sobresaltado, empapado en sudor, mi corazón retumbando como un tambor de guerra. Scarlett, aún dormida a mi lado, respira suavemente. La observo unos segundos, intentando anclarme al presente, pero las sombras del pasado siguen aferrándose a mí.Me levanto en silencio, caminando hacia la ventana de la cabaña. Afuera, la luna brilla en lo alto, como si supiera más
Leer más