Luna se sentó frente a Rafael. Julio, por su parte, se acomodó con las piernas cruzadas frente a Leandro. Rafael comenzó a repartir las cartas; para este juego se necesitaban cuatro barajas, lo cual era bastante. Mientras repartía, Rafael le explicó a Luna las reglas, que eran bastante complejas, así que solo pudo captar una idea general.En términos generales, aunque era un juego de dos contra dos, el último en quedarse sin cartas perdía, pero los puntos de los compañeros se sumaban para poder subir de nivel. Después, comenzaron a jugar.—Rafael, ¿me tomas por idiota? Estás jugando con todas tus cartas, bloqueándonos. Incluso has descompuesto una secuencia, dejando una mano mala solo para dejarle a Luna las cartas que necesitaba. Es obvio que lo hiciste a propósito. —Mientras avanzaban en el juego, Julio miró de reojo a Rafael, su tono de voz descontento.Rafael no se lo tomó en serio y, después de tomar las cartas de Julio con un comodín, le dejó tres cartas a Luna para que pudiera j
Leer más