David se acercó y la beso con suavidad, luego se separó de ella, y sin dejar de mirarla comenzó a quitarse la ropa, Amira lo miró, intrigada, y con una risa traviesa, le dijo: -Mi querido Alfa, pero, eso ya lo he visto, aunque nunca es suficiente. -Él se rió ante su picardía, disfrutando de la chispa en sus ojos.-Mi querida Luna, sé que ya lo has visto y sobre todo que te gusta mirlo, pero… - contestó él, con una sonrisa maliciosa, -no es a mí a quien quiero que veas. Te presento a Zeus -dicho esto con un movimiento fluido, salto en el aire, transformándose en un enorme lobo negro que aterrizó en el suelo con un poderoso golpe de sus patas.Amira se quedó boquiabierta, maravillada por la majestuosidad de Zeus. El lobo era imponente, con un pelaje negro como la noche y ojos rojos que brillaban con una intensidad casi hipnótica. La transformación de David había sido increíble, y la poderosa presencia de Zeus la dejó sin aliento.-Es… asombroso, - dijo Amira, mirándolo cautelosamente, s
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