Joaquín estaba en esa celda, sus ojos enrojecidos, no había llorado desde que creyó que ella murió, y ahora se sentía muerto en vida.«¡Te amo tanto, Diana! Solo por ti detuve mi venganza, pensé que hacía lo correcto, que tu padre era mi peor enemigo y yo debía ser el verdugo, sé que hice mal, sé que te dañé, me disté lo mejor de ti y me amaste tanto, hasta que supiste la verdadera razón por la que me acerqué a ti.Duele, sé que duele, saber que no crees en mí, sé que piensas lo peor, pero, dime, ¿Cómo puedo dejar de sentirme tan roto y traicionado? ¡Me mataste, Diana! Me has matado en vida, mi corazón está sangrando.¡¿Qué es este infierno?! No quiero odiarte, porque sería como odiarme a mí, aún te amo, m*****a sea, ¿Cómo me arrancó este amor, Diana?»***Diana fue a casa, recogió a los niños.Pronto llegaron a otra casa, era la de Ronald.—Solo voy por mis maletas, tengo todo listo para irnos de viaje.Él le dio los pasajes para el viaje hacia Italia.Diana los tomó, ella tenía el eq
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